Una vez superado el primer impacto del coronavirus, Cabify ha puesto toda su maquinaria en marcha. La compañía de servicios de movilidad española está preparando su entrada en un nuevo segmento: el de las bicicletas eléctricas. Un medio de transporte que está protagonizando muchos debates e iniciativas en decenas de ciudades de todo el mundo como alternativa de movilidad tras el confinamiento.

La reducción del tráfico, sumada al miedo que parte de los usuarios están mostrando a volver al transporte público, ha resucitado el eterno debate sobre el rol que debe jugar la bicicleta en las ciudades. París, Londres o Milán ya han puesto en marcha planes de impacto para favorecer y facilitar el tránsito en bici para desplazarse por la ciudad.

En este contexto, el equipo de ingeniería de Maxi Mobility Spain, la compañía detrás de Cabify, ha comenzado a reclutar candidatos para desarrollar un nuevo servicio centrado en las bicicletas. Una nueva línea de negocio que complementaría a los servicios de VTC, patinetes y motos compartidas de Movo.

Otro detalle significativo de los planes de la empresa es que las nuevas guías de diseño puestas en marcha durante los últimos días incluyen a la bicicleta junto con el resto de los tipos de vehículos que ya opera la empresa, como se puede ver en la imagen de la parte superior de esta noticia.

Al ser preguntados por este proyecto, la empresa indica que "siempre estamos analizando alternativas de movilidad que mejoren la vida de las ciudades en las que operamos". En lo que se refiere a este proyecto, al auge de la bicicleta surgido durante estos días se añade el paso dado por el Ayuntamiento por Madrid para lanzar la concesión de 4.800 autorizaciones temporales de bicis eléctricas.

Tras detectar un incrementado en el uso de la bicicleta para los desplazamientos cortos, el Área de Medio Ambiente y Movilidad ha publicado una resolución para conceder autorizaciones temporales para el arrendamiento al que podrán optar diferentes operadores.

Triplicar el número de bicicletas

El proyecto del Ayuntamiento de Madrid señala que las 4.800 bicicletas estarán repartidas por dos ámbitos diferenciados: el interior de la M-30 (con un máximo de 2.000 vehículos) y su exterior (2.800). El número de bicis disponibles totales en Madrid, incluyendo las 2.496 de BiciMAD, triplicará el número con el que contaba el sistema público de bicicletas al término de 2019. A lo largo de 2020 Madrid contará con una flota de 7.764 bicicletas eléctricas.

Las compañías interesadas en optar a esta licencia contarán con 30 días para presentar su candidatura. Las que consigan hacerse con estas concesiones, deberán comenzar a desplegar su flota a lo largo del verano hasta alcanzar, al menos, el 50% de su flota antes del 1 de septiembre. El resto de vehículos tendrá que estar disponible en la ciudad en el plazo máximo de dos meses. Es decir, hasta el 1 de noviembre de 2020. 

La autorización demanial temporal y gratuita se concederá mediante procedimiento de concurrencia pública competitiva hasta el 31 de agosto de 2021. La misma se podrá prorrogar una vez más por seis meses extra, de acuerdo a la evolución de la demanda. El permiso tendrá vigencia desde el día siguiente de la notificación de su otorgamiento.

Las empresas deberán ajustar su ámbito de actuación al sector o sectores territoriales para los que hayan sido autorizados. Del mismo modo, los autorizados tendrán que facilitar al Ayuntamiento de Madrid información en tiempo real sobre la geolocalización de los vehículos, así como el acceso al cuadro de mando que permita evaluar el uso medio de las bicicletas y su actualización.

Pese a que el segmento de las bicicletas eléctricas tiene mayores complejidades que el de los patinetes, sobre todo por un mayor coste de los vehículos y de su mantenimiento, se espera que otros operadores de micromovilidad también participen en la adjudicación. Una pelea que promete ser disputada y que ampliará, aún más, los servicios de movilidad en la capital de España.

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