El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, se ha defendido este martes de las críticas de algunas patronales, entre ellas la catalana Fomento del Trabajo, liderada por Josep Sánchez Llibre, al acuerdo alcanzado con el Gobierno y los sindicatos para prolongar los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) al menos hasta el 30 de junio y que será aprobado este martes en el Consejo de Ministros.

Garamendi ha expresado en declaraciones a esRadio que él "trabaja por su país, que se llama España, y por las empresas y por los empresarios".

"El martes (pasado) iba un decreto al Consejo de Ministros y el viernes iba un decreto al Consejo de Ministros. Y ni el martes ni el viernes fue al Consejo de Ministros el decreto y es porque, igual a un catalán no le gusta, pero un vasco dijo que 'no' y ese vasco soy yo, y eso ha permitido que podamos mejorar muchísimo un decreto que prácticamente hacía imposible que las empresas sobrevivieran", ha subrayado Garamendi.

Por y para el trabajo

El dirigente empresarial ha insistido en que su obligación es trabajar por las empresas, por España y por los trabajadores. "Al final lo que nosotros queremos es trabajar. Que esto no pare, y a la vez, no queremos trabajar por la nueva realidad, queremos trabajar de nuevo en la normalidad", ha afirmado.

El presidente de la CEOE ha recordado que, en el acuerdo sobre los ERTE, se abre un espacio para negociar de aquí a junio en qué sectores se deben prolongar estos procedimientos más allá del 30 de junio.

"Aquí lo importante es la hostelería, los hoteles, las líneas aéreas, las agencias de viajes, el comercio... eso son los que quiero que vengan conmigo y que se sienten en las mesas de negociación, porque son los que tienen problemas realmente. Esto no es un problema de Palencia o de Barcelona o de Madrid o de Bilbao, es un problema de España y de las empresas españolas, y los que tienen que solucionar esto son los sectores", ha argumentado.

Garamendi ha señalado que cuando se toman responsabilidades siempre hay "críticas fáciles" y ha asegurado que, aunque se puede equivocar, siempre intenta trabajar con "independencia, sentido de Estado y lealtad institucional".

"Este Gobierno es el que me ha tocado y tengo que negociar con él y lo vamos a seguir haciendo porque es mi obligación, lo dice la Constitución. Y si las críticas vienen de donde vienen, las asumiré, me las tiraré a la espalda y para adelante", ha subrayado.

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