Eduardo Ortega Socorro Amparo Castelló

La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha enfriado el choque con la CEOE que ha protagonizado este jueves el vicepresidente Pablo Iglesias y que ha llevado a que la patronal no asista a la reunión del Diálogo Social de este viernes.

La ministra ha achacado el problema a una "confusión". "La CEOE entendió que fueron ellos los llamados a la reunión y eso se aclaró", ha asegurado Montero. 

La ministra se refiere a cuando, este jueves, el equipo del vicepresidente Pablo Iglesias dio a conocer un comunicado en el que anunciaba que se estaba ultimando una renta mínima vital provisional y en el que se daba a entender que el propio Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, conocía el proyecto y daba su visto bueno.

Pero nada más lejos de la realidad. De hecho, a pesar de que Montero ha quitado hierro a la situación, cabe recordar que la patronal ha expresado su indignación por el citado comunicado, ha denunciado sentirse manipulada y no ha asistido, como protesta, a la reunión del Diálogo Social celebrada este viernes.

"El Gobierno mantiene una relación fluida y buena con la CEOE, tanto en el diálogo social como en cuestiones sectoriales", ha afirmado. Además ha considerado que la patronal es una "pieza clave de los acuerdos en el futuro para un gran pacto nacional en el país que no sería posible sin los empresarios".

En la misma línea se ha expresado el secretario general del sindicato UGT, Pepe Álvarez, quien ha reclamado un pacto con la patronal para la reactivación económica del país tras el estado de hibernación. Álvarez ha recordado que al igual que se hizo al inicio de la crisis sanitaria del coronavirus, cuando todas las decisiones relacionadas con la economía fueron adoptadas con el acuerdo de los sindicatos y la patronal, "ahora vemos que tenemos que retomar ese acuerdo con las organizaciones empresariales". 

Para Álvarez estos acuerdos son esenciales para "permitir ir a un proceso de entrada paulatina de los trabajadores a la actividad y de la bajada de intensidad de los ERTE". Desde UGT se ha insistido en que es necesario este acuerdo para "mantener el empleo". Hay que asegurarse de que la desescalada "va a hacerse con unas condiciones que permitan a los trabajadores cobrar los ERE sin que eso tenga una repercusión futura en su desempleo y a las empresas que tengan la oportunidad de tener unos ERE que les sirva para mantener la actividad", ha señalado.

El secretario general ha asegurado que confía en que a finales de la semana que viene ya se haya llegado a acuerdos con las organizaciones empresariales puesto que piensan retomar reuniones con ellos a principios de la semana que viene.

Diálogo descafeinado

Álvarez ha asistido junto a Unai Sordo, de Comisiones Obreras, a un encuentro del Diálogo Social en el que faltó una de las patas fundamentales: las empresas. A pesar ello, en un comunicado transmitido por Trabajo, la cita ha sido calificada de "muy productiva". 

La falta de la patronal se nota en que no han salido medidas o iniciativas del encuentro. En la nota ministerial, tan solo se precisa que se concluyó que "será imprescindible determinar la situación de los ERTE, los mecanismos del tiempo de trabajo así como las garantías por desempleo y la situación del despido. Además, también se ha dialogado sobre la situación de colectivos concretos como las trabajadoras del hogar, los temporales o el colectivo de personas en trabajo sumergido".

En este sentido, tras la reunión, Sordo y Álvarez han coincidido en reclamar que las condiciones de los ERTE convocados por la emergencia del coronavirus se debería mantener hasta que las empresas más vulnerables recuperen actividad. 

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