Orange España ha confirmado todos los pronósticos que auguraban una caída de sus ingresos durante el año 2019. Finalmente los datos reportados por su matriz este jueves indican que la filial de nuestro país ingresó 5.280 millones de euros lo que se traduce en una reducción del 1,5%.

Los resultados de la teleco reflejan además un adverso cuatro trimestre con unos ingresos de 1.346 millones de euros y un retroceso del 2,3%, el más pronunciado de todo el año 2019.

La guerra comercial, la avalancha de promociones y el segmento de bajo coste forzaron a la baja los ingresos de la operadora francesa en España después de varios años. La propia compañía ya había advertido en su última reunión con inversores que sus ingresos no volverían a crecer hasta 2022.

"España conservó el valor y la eficiencia operativa en un entorno marcado por un cambio en el mercado hacia bajo coste", dijo Orange en la comunicación al mercado. De hecho, la compañía elevó sus ingresos operativos en un 12%, aunque impulsado principalmente por el negocio mayorista (wholesale).

Preservar valor

En efecto, dentro de los ingresos todos los segmentos se vieron perjudicados excepto los mayoristas por el alquiler de redes. Los ingresos por servicios (los de los clientes de hogar) llegaron a los 3.760 millones, una caída del 2,9% en todo el año 2019.

En cuanto a ingresos convergentes (los paquetes con televisión, fibra y móvil) llegaron a los 2.092 millones, un retroceso del 2,4%, mientras que los ingresos de sólo móviles se situaron en los 1.161 millones, un 5,7% menos. Finalmente, los ingresos mayoristas crecieron un 11,9% hasta los 901 millones impulsados por sus acuerdos con Euskaltel y MásMóvil. 

"En este contexto, el objetivo de España es preservar el valor más que los volúmenes y aumentar su eficiencia operacional. En línea con el objetivo de preservar el valor base del cliente, el ARPO convergente de España aumentó 1,2 euros desde el final del tercer trimestre de 2019 a 59,1 euros en el cuarto trimestre de 2019", dijo la matriz de la operadora naranja.

Pérdida de clientes

En la comparativa anual, la operadora perdió clientes en sus segmentos más importantes, una disminución acelerada por un mal cuarto trimestre. En el caso de los paquetes convergentes se dejó 120.000 clientes en comparación a diciembre de 2018, hasta los 2.996.000 contratos. La líneas de banda ancha llegaron a las 4.075.000 con una caída de 80.000 en un año, mientras que la fibra llegó a los 3,2 millones, 318.000 menos.

La operadora sumó 127.000 nuevos clientes de móviles en un año hasta los 16,3 millones, de los que 13,7 millones fueron de contrato con un crecimiento de 266.000 líneas. No obstante, este crecimiento se vio impulsado por los otros negocios como contadores de luz, TPV de tarjetas de crédito, etc, y no por líneas móviles. de hecho, éstas últimas llegaron a los 11,4 millones con un retroceso de 61.000 clientes.

Por su parte, los clientes de televisión se mantuvieron casi inalterable con apenas 2.000 altas nuevas en un año, hasta los 718.000 clientes. Y todo ello, pese a su fuerte apuesta por el fútbol y por reforzar sus contenidos audiovisuales.

Mejoran los márgenes

Pese a ello, mejoraron sus márgenes. "En línea con los objetivos de rentabilidad, y gracias en particular a los esfuerzos de digitalización en distribución y atención al cliente, el margen EBITDAaL de España aumentó del 30,6% a finales de 2018 al 31,2% a finales de 2019".

De esta manera, el EBITDAaL (que no incluye las cuentas de Orange Bank) fue de 1,646 millones euro en 2019, un 0,3% más. Del mismo modo, los ingresos operativos finales llegaron a los 626 millones de euros, un 12,7% más que el año anterior.

Finalmente, el nivel de eCAPEX disminuyó 24,0% en 2019, "debido principalmente a una desaceleración en el ritmo de FTTH despliegue con una base de clientes de 14,9 millones de líneas y, en segundo lugar, la venta de poco más de 1.000 emplazamientos móviles no estratégicos".

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