El año 2019 no está siendo un ejercicio especialmente bueno para los resultados finales de las empresas no financieras españolas, que hasta septiembre ganaron un 44,5% menos que hace un año por la falta de plusvalías extraordinarias que ingresaron en 2018.

En este escenario, la industria y el comercio son los sectores de la economía española que más están sufriendo los efectos de la desaceleración del crecimiento, según los datos de la Central de Balances del tercer trimestre del Banco de España. La incertidumbre global por los efectos de la guerra comercial está lastrando con especial fuerza a tres nichos industriales nacionales: el refino, el metal y los minerales.

Todo ello, se produce en un contexto de ralentización económica que el Director de Estadística del Banco de España, Óscar Arce, observa con prudencia, puesto que -al margen de los datos presentados este viernes- los últimos datos de la Seguridad Social sobre el empleo indicarían que “la desaceleración no va a más” y se estaría "suavizando" en especial en el mercado laboral.

La institución que preside Pablo Hernández de Cos actualizará sus previsiones de crecimiento para la economía española en unas semanas y por el momento, prefiere mantenerse cauta en sus estimaciones.

En todo caso, si el escenario macroeconómico empeorase, las empresas españolas son menos vulnerables que en la última crisis. Esta es una de las principales conclusiones del análisis que el Banco de España ha hecho en esta última edición de su central de balances. 

En este informe, que analiza los resultados de las empresas no financieras, su servicio estadístico ha aplicado un ‘test de estrés’ a las empresas no financieras españolas. El resultado que arroja esa prueba es que el impacto de una hipotética crisis económica que tuviera un efecto en los resultados de las empresas de la mitad de envergadura que el de la última crisis, tendría un “impacto mucho más moderado” sobre la vulnerabilidad de las empresas y el empleo que la de 2018.

Esta caída de la vulnerabilidad es gracias al esfuerzo que han hecho las empresas españolas para reducir deuda entre 2012 y 2018.

No obstante, hay algunos datos preocupantes, puesto que el organismo también constata en este examen que en los tres primeros triemstres de 2019 el porcentaje de empresas vulnerables habría aumentado. Esto sería en un escenario en el que sus ratios de endeudamiento en relación con su activo neto habría avanzado hasta el 43%.

Desaceleración del empleo

La central de balances del Banco de España también analiza el empleo y constata la desaceleración del mercado laboral que viene anunciándose en otras estadísticas, como la EPA.

Según el organismo, el empleo sigue creciendo en las empresas no financieras, pero lo hace a unos ritmos muy inferiores a los de 2018. En concreto, mientras avanzó un 0,6&% entre enero y septiembre, el pasado año lo hizo en un 2%. Ello a pesar de que ya en el último ejercicio esa tendencia de desaceleración en la creación de empleo se había iniciado.

La industria habría padecido esa situación de menos dinamismo, puesto que las plantillas medias del sector han caído un 0,4% en lo que va de año. Mientras, en comercio y hostelería habrían aumentado un 1,8%.

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