Si un denominador común puede destacarse entre los conceptos que más se repitieron en las cientos de ponencias y charlas celebradas durante South Summit ese sería: madurez. El sector en su conjunto ha superado multitud de etapas para llegar a un punto en el que emprendedores, proyectos, inversores y demás participantes del ecosistema cuentan con suficiente experiencia como para poder mirar atrás y ver una gran evolución.

A la vez, la evolución de ciertas tecnologías y de la transformación digital llevada a cabo por las grandes corporaciones ha colocado a la innovación en una posición transversal en sus hojas de ruta. La colaboración con start-ups cada vez está jugando un papel más importante en este proceso, y es ahí donde las primeras iniciativas corporativas de apoyo a las empresas de base tecnológica ya cuentan con una hoja de servicio en los que ya destacan muchos casos de éxito. 

Entre todas ellas, BStartup, la iniciativa de apoyo al emprendimiento tecnológico del Banco Sabadell, tiene mucho que contar. Su directora, Yolanda Pérez, echa la vista atrás para valorar los seis años que ya acumula este proyecto. Un periodo en el que han sido activos espectadores de lujo de uno los sectores económicos que más rápidamente ha evolucionado y que, lejos de frenar, no para de pisar el acelerador.   

¿Cómo arrancó BStartup?

Empezamos a finales de 2013 y lo primero que hicimos fue venir a South Summit. Han pasado seis años y nuestra apuesta en aquellos años era poner en marcha un programa para llevar un poco de optimismo a las empresas del futuro, no olvidemos que se trataba de un momento muy poco alegre. Nunca nos interesó eso de dar premios por darlos, siempre quisimos tratar a estas empresas de forma seria para lo que arrancamos trabajando de dos formas distintas. Primero, desde nuestro core business dando un servicio especializado para este tipo de empresa. Además, como venture capital invirtiendo en equity que es la vía de financiación tradicional de este tipo de empresas. Nunca se había hecho algo así en el banco.

¿Qué lugar ocupa BStartup en la estrategia del Sabadell?

Lo diferencial de esta iniciativa es que siempre hemos tenido máximo apoyo de la dirección del banco. Son los primeros que se lo creen. Gracias a esto podemos tener la posición que tenemos. Y es que no es sólo cuestión de dinero. Esto no va de invertir uno, dos o diez millones en este tipo de empresa. Hemos dotado al banco de las capacidades para, de verdad, poder prestar un servicio diferencial a este tipo de empresa. Tenemos un circuito de riesgos específico. Del mismo modo, contamos con gestores especializados que sólo se dedican a este tipo de empresas. Algo que hemos evolucionado y en estos años y que, desde que arrancó 2019, ha cristalizado con que en Madrid, Barcelona y Valencia ya tenemos gestores que sus carteras son sólo start-ups.

¿Qué diferencias de servicio ofrecen a una start-up frente a una pyme tradicional?

Lo más importante es que si tienes una empresa de base tecnológica nuestros gestores te van a entender. Y el lenguaje es clave en este punto. Desde las rondas de inversión, el tipo de business plan que le vas a llevar... Van a conocer el mundo de los business angels, de los fondos que invierten en este tipo de empresas. Van a entender que no estés en break-even, tienen productos 100% alineados con las necesidades de tu empresa. Tenemos pasarelas de pagos para los negocios online. Hemos desarrollado un seguro de responsabilidad civil para este tipo de empresas o tarjetas específicas. Otro ejemplo lo encontramos en nuestra tarjeta 'Marketing BStartup', un producto muy específico pero muy alineado para el tipo de servicio que esta empresa tiene que contratar en sus primeras campañas. En definitiva, muchas iniciativas 100% enfocadas a este tipo de empresa.

¿Ha evolucionado mucho el sector desde que arrancó BStartup?

Muchísimo. No hay más que ver cómo han crecido el tamaño de las rondas desde que llegamos nosotros. Pero es que, además, cada vez hay más fondos extranjeros y más importantes participando en operaciones en España y eso es una gran noticia.

¿Han cambiado mucho su enfoque en este tiempo?

Nosotros también hemos evolucionado mucho. Comenzamos con un programa de inversión de 100.000 euros en 10 start-ups al año. Los dos últimos años realizamos unos verticales centrados en empresas especializadas en salud. Consideramos que es un sector estratégico para España y creemos que hay muchísimas oportunidades y muy poca financiación. También creamos Sabadell Venture Capital pensado para acompañar a rondas de financiación posteriores que pueden llegar a los 2 millones de euros por start-up. Viendo que todo esto tiene sentido hace dos años creamos InnoCells que arrancó como venture builder y que ahora hace más corporate venture que da apoyo a la innovación interna del Banco. Ha realizado inversiones en fondos de Israel y de Silicon Valley para tener visibilidad en estos ecosistemas. Al igual que hace las empresas de este ecosistema también nosotros pivotamos nuestras iniciativas con el objetivo de estar lo más pegados a sus necesidades.

¿Además de invertir en estas empresas, han comprado alguna?

Frente a un sector bancario súper regulado, las fintechs actúan de una manera mucho más flexible que les permite ir mucho más rápido y llegar donde nosotros no llegamos. Comprar empresas de este tipo nos ayuda mucho como hemos hecho con Paycomet. Este proyecto, que tiene al frente a Jordi Pascual, nuestro director de medios de pago, está teniendo un gran impacto. El fundador de la compañía ha quedado como jefe de tecnología (CTO). En otro lado tendríamos a Nomo, aplicación móvil para autónomos y freelances. En este caso se trata de iniciativa creada 100% por nosotros dentro de InnoCells pero fuera de las fronteras tradicionales del Sabadell. Gracias a la gran tracción que ha conseguido ahora el banco lo está incorporando en su propuesta de valor.

¿Contrata el banco luego los servicios de estas empresas?

Muchas de nuestras compañías participadas son utilizadas por el propio banco. Y es que tiene todo el sentido. Si te crees un producto hasta el punto de invertir en él, qué mejor continuidad a ese apoyo que contratar lo que venden. Además, es que vemos que funciona. Nuestro equipo de marketing digital ya no sabe vivir sin usar Lead Ratings, una de nuestras invertidas que está especializada en catalogar los leads con la probabilidad que tienen de convertirse en venta. Una herramienta que tiene una precisión del 90%. Está funcionando tan bien que, además de la gente de marketing, van a comenzar a trabajar con nuestro equipo de Consumer Finance. Esto, otra vez, sería imposible sin el apoyo que tenemos desde la alta dirección del banco.

En todo este tiempo, ¿han detectado algún perfil con más éxito emprendimiento?

Los emprendedores de éxito jóvenes son honrosas excepciones. En España los tenemos y es genial, pero el emprendedor que triunfa normalmente es un senior con mucha experiencia acumulada. En nuestro portfolio la mayoría están por encima de los 35 años. Pero también tenemos fundadores de más de 50 como Ricard Bonastre que fue director de Emagister y de un parque tecnológico de Mataró. Estamos hablando de una persona que sus hijos ya han terminado la Universidad. Al final, en mundo tan incierto como el del emprendimiento, la experiencia en el sector es clave y para eso hace falta tener cierta edad. Vas a tener que lidiar con situaciones muy complicadas, hay que tener mucha cintura, mucha resiliencia y ahí los años ayudan mucho. Porque no sólo estamos hablando de experiencia profesional, estamos hablando de experiencia personal para llevar equipos, motivar a la gente, ser capaz de conectar con tu equipo para explicar tus objetivos... Muchas aptitudes que, normalmente, se tarda tiempo en adquirir.

¿Ven más mujeres impulsando proyectos?

Se nota que hay muchas más iniciativas. Que algo se está moviendo. El año pasado montamos SheStartup con una asociación de Barcelona de mujeres tecnólogas centrado en mujeres que trabajaban o querían trabajar en el mundo de las start-ups. Fue genial ver a 400 mujeres escuchando a mujeres que trabajaban en tecnología. La energía que surgió en ese encuentro. Hace falta tiempo, pero cada vez vamos a ver más mujeres lanzando proyectos. En sectores como la biotecnología ya vemos muchas mujeres poniendo en marcha proyectos y cada vez más empresas de nuestro portfolio tienen una mujer al frente como Laura Urquizu en RedPoints, Muriel Bourgeois en MiCuento, María Kueppers en MisTipsi, Marta Barrachina en Admit Therapeuticso, Raquel Valero en PlayFilm.

¿Existen verdaderos avances en materia de diversidad? 

Hicimos un evento con Mark Tluszcz presidente de Wix y CEO de Mangrove y el decía yo no invierto en ninguna start-up en el que el 45% al menos sean mujeres. El mercado es mixto y quiero visión de mercado. No es una cuestión sólo de justicia. Las empresas diversas están mucho mejor enfocadas al mercado. Fue el primer inversor internacional de RedPoints.

¿Qué se puede hacer desde la parte pública para mejorar la situación del sector?

Hay que dedicar dinero a la ciencia. Como pasa en todo el mundo, ojo. En gigantes como Estados Unidos e Israel la gran inversión en innovación se hace con fondos del estado. En España deberíamos crear una Autoridad de Innovación, organismo independiente del Gobierno, con competencia de al menos ocho años, al margen de los vaivenes políticos que pueda haber en el Gobierno. Similar al modelo de la Autoridad de Innovación Israelí. Si no queremos quedarnos atrás, tenemos que dotar al talento de recursos. China, Estados Unidos van a gran velocidad y en España y en Europa no podemos perder esta oportunidad. Nos jugamos el futuro.

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