El gigante tecnológico Facebook presentó hoy con prudencia el lanzamiento de su criptomoneda "libra", a la espera de contar con "aprobaciones apropiadas" y trabajar con los organismos reguladores nacionales e internacionales, frente a las ásperas críticas del Senado de EE.UU.

"Facebook no ofrecerá la criptomoneda libra hasta que no hayamos encarado íntegramente las preocupaciones de regulación y recibido las aprobaciones apropiadas", dijo David Marcus, director ejecutivo de Calibra y encargado de su integración en los servicios de Facebook, en una audiencia en el Comité Financiero del Senado de EE.UU.

"Libra trata de desarrollar una manera segura y de bajo coste un modo para que la gente mueva dinero eficientemente en todo el mundo. Creemos que libra puede realizar verdaderos progresos hacia la construcción de una infraestructura financiera más inclusiva", afirmó Marcus a la par que enumeraba las bondades de la iniciativa.

Sin embargo, la recepción del ejecutivo del gigante tecnológico fue muy crítica por parte de los senadores, quienes cargaron contra la empresa dirigida por Mark Zuckerberg debido a los recientes escándalos vividos por la firma tecnológica.

Facebook es peligroso

El senador demócrata Sherrod Brown fue explícito a la hora de mostrar sus recelos.

"Facebook es peligroso. Ha demostrado escándalo tras escándalo que no merece nuestra confianza (...) Estaríamos locos si le diésemos la oportunidad de experimentar con las cuentas bancarias de los ciudadanos", alertó.

En la misma línea se expresó, con más sarcasmo, el senador republicano John Kennedy, al recordar los fallos en garantizar la privacidad de los usuarios de la compañía y la tardanza en reaccionar a la injerencia rusa en las elecciones de 2016: "Facebook quiere controlar la oferta de dinero. ¿Qué puede ir mal?"

Como réplica, Marcus optó por la conciliación para presentar una compañía que, dijo, ha aprendido de sus errores y está dispuesta a colaborar con las autoridades.

"Los marcos de regulación para activos digitales -aseveró- están comenzando a emerger nacional e internacionalmente".

El potencial de Libra

Por ello, reiteró el compromiso del gigante tecnológico "de cumplir con todos los requisitos legales y de regulación aplicables", y reconoció que "el camino para llegar allí será largo".

El potencial gigantesco de esta criptomoneda, al contar de entrada con la base de la red social (2.380 millones de usuarios en el mundo), ha generado inquietud entre los reguladores tanto a nivel nacional como internacional.

La comparecencia de Marcus se produce un día después de que el secretario del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, expresase en rueda de prensa su "seria preocupación" acerca de "libra" al advertir de su posible carácter "especulativo" y de su potencial "uso para lavado de dinero".

Mnuchin remarcó que "ésta es desde luego una cuestión de seguridad nacional" y apuntó que Washington "no permitirá a los operadores de monedas digitales actuar en las sombras".

Hace unos días, el propio presidente Donald Trump apuntó que no le gustaba esta iniciativa de moneda digital, de la que dijo no ser "un fan".

La pasada semana, algunos medios estadounidenses adelantaron que la Comisión Federal del Comercio de EE.UU. (FTC, por su sigla en inglés) se preparaba para imponer a Facebook una sanción por valor de 5.000 millones de dólares por su gestión de la privacidad de los usuarios.

La multa se producía en relación al escándalo de la consultora británica Cambridge Analytica, descubierto en 2018, que utilizó una aplicación de Facebook para recopilar datos de 87 millones de usuarios sin su consentimiento y con fines políticos.

¿Quién compone el consorcio? 

Facebook y las otras 27 organizaciones que conforman la Asociación Libra (entre ellas Visa, Mastercard, Uber, Lyft, PayPal, eBay, Vodafone y Spotify) anunciaron en junio de forma oficial la creación de la criptomoneda para 2020, que estará integrada en WhatsApp y Messenger.

Libra no dependerá directamente de la empresa de Mark Zuckerberg, sino que será gestionada por la asociación, cuya sede estará en Ginebra (Suiza), y su valor estará respaldado por una cesta de activos subyacentes compuesta por depósitos bancarios y deuda soberana de varios países.

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