Arturo Criado Miguel Elizondo

La toma de control de Mapfre en Caser se presenta como un puzle de difícil solución. La atomización del accionariado de la aseguradora presidida por Amado Franco convierten en un rompecabezas la voluntad de la aseguradora que lidera Antonio Huertas de hacerse con una participación mayoritaria en Caser.

Actualmente, en el accionariado de Caser conviven Covea (20%), Bankia (15%), Ibercaja (13,95%), Liberbank (12,22%), CaixaBank (11,51%), Unicaja (9,99%), Abanca (9,99%), Sabadell (1,79%), Cecabank (1,55%) y BBVA (0,24%). Para que la operación salga adelante, Mapfre pretende hacerse con, al menos, el 50,1% de las acciones de la aseguradora.

Entre los partidarios de escuchar ofertas destaca Caixabank. Al parecer, la entidad que preside Jordi Gual, ha expresado en distintas ocasiones su disposición de salir del accionariado de Caser. La última habría sido el pasado miércoles, aunque este extremo ha sido negado desde la entidad financiera. En cualquier caso, parece lógico mantener esa postura ya que es una posición no estratégica heredada de Banca Cívica y Girona. Hasta tal punto es así que Caixabank no comercializa actualmente seguros Caser

En el caso de Bankia existen más matices. La segunda accionista de referencia de Caser tampoco considera este activo como algo estratégico por lo que no tendría problemas en desprenderse de él. De la misma manera, tras la operación BMN, no tiene ni necesidad ni prisa por vender, así que Mapfre deberá esforzarse con la oferta que presente para contar con la luz verde de Bankia.

La entidad financiera sólo comercializa los seguros de Caser en Baleares dentro de las oficinas heredadas de BMN. Una decisión que se adoptó el año pasado dentro del proceso de reordenación de los acuerdos de bancaseguros de la entidad y que derivó en una alianza exclusiva con Mapfre. 

Así las cosas, Mapfe tendría relativamente fácil hacerse con el 26,5% de las acciones de Caser que están en manos de ambos bancos. En el supuesto de que esta parte de la operación se cumpliera, entraría en escena la figura de Covea. El 20% que la francesa controla en la aseguradora se presenta como clave a la hora de que la operación de Mapfre llegue a buen puerto.

En estos momentos, la postura de Covea ante la carta remitida por Mapfre es una incógnita. En el sector se especula con la posibilidad de que podría mostrarse receptiva. ¿El motivo? Las dificultades que estaría sufriendo en su país para hacerse con el control de Scor. Una salida de Caser le podría otorgar liquidez que le vendría bien en estos momentos.

El futuro de Liberbank

En el caso de llegar a un acuerdo con Caixabank, Bankia y Covea, Mapfre controlaría el 46% de las acciones de Caser y la toma de control podría darse casi por cerrada. Aun en ese horizonte, el papel del resto de entidades financieras españolas presentes en el accionariado de Caser también va a ser de vital importancia en el desenlace de la operación. 

Dentro de estas entidades será clave conocer el futuro de Liberbank. El banco asturiano comercializa seguros Caser en la rama de autos y salud, al igual que las dos entidades con las que se relaciona el futuro de Liberbank: Unicaja (9,99%) y Abanca (9,99%). 

Desde Liberbank descartan posicionarse en este momento sobre la posibilidad de adoptar una decisión sobre el futuro de su participación en Caser. Sin embargo, si su futuro estuviera ligado con el de Unicaja, las posibilidades de venta disminuirían. La entidad malagueña vende seguros Caser en la rama de no vida, y su exposición a la aseguradora no les resulta incómoda, más bien al contrario. 

La unión de la asturiana con la malagueña daría pie al mayor accionista de la aseguradora con el 22,21%. No sería descartable que, llegado el caso, abrieran la puerta a reducir ligeramente su participación puesto que les reportarían algunos ingresos con los que, por ejemplo, afrontar el plan de integración que tengan que llevar a cabo. 

Del mismo modo, si triunfara la posible opa que Abanca quiere lanzar sobre Liberbank, la suma de ambas obtendría el mismo resultado que la anterior: 22,21% y máximo accionista por delante de la aseguradora francesa. A falta de conocer la postura final que mantenga la entidad gallega, hay que tener en cuenta que Abanca redujo en 2017 su participación desde el 10,3%. 

¿El motivo para esa reducción? El excesivo consumo de capital que le generaba su participación en la aseguradora al superar un doble dígito. Eso es, precisamente, lo que puede jugar a favor de Mapfre para conseguir que estos grupos financieros den su brazo a torcer y vendan, al menos, una parte de su participación que otorgue el control de Caser a la compañía presidida por Antonio Huertas. 

Resto de entidades

En el caso de Ibercaja, la posibilidad de que se deshaga de sus acciones en Caser parece mucho más remota. El banco aragonés comercializa sus seguros y se siente cómodo con su participación en la aseguradora. Tanto es así que en abril de 2018 vendió a Caser el 100% de CAI Seguros Generales, de la que era propietaria tras hacerse con Caja3 y recomprar a Reale Seguros su 50%. 

Parece, por tanto, que la aragonesa podría ser una de las empresas que más difícil se lo pusiera a Mapfre a la hora de convencerles para hacerse con el control de una participación mayoritaria en Caser.

El resto de entidades con participación en Caser no serán un obstáculo para los planes de Mapfre. BBVA, Sabadell y Cecabank tienen participaciones que en ninguno de los casos supera el 2%, sus posiciones vienen heredadas de otro tipo de operaciones corporativas y ninguna de las entidades considera a la aseguradora un activo estratégico.

Así las cosas, la entrada de Mapfre en Caser va a depender de cómo se desarrollen las operaciones corporativas que Covea, Liberbank, Unicaja y Abanca tienen actualmente entre manos. Unos condicionantes que se irán resolviendo durante los próximos meses y de los que saldrá el nuevo núcleo de control de Caser.

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