Unicaja sigue adelante con sus planes pese a las negociaciones que lleva a cabo con Liberbank para decidir si se fusionan o no. La entidad malagueña mira al futuro y lo hace con la necesidad de provisionar en los próximos trimestres 40 millones de euros para financiar el plan de bajas voluntarias que tiene en marcha la entidad. 

Hasta el momento el banco ha provisionado ya 140 millones de euros, y los cálculos del equipo directivo que capitanea Enrique Sánchez del Villar creen que harán falta otros 40 millones más. En total, 180 millones de euros, aunque los costes definitivos del proceso no se conocerán hasta que finalice el proceso de salidas voluntarias. 

Así lo han explicado los responsables del grupo en la presentación a analistas de los resultados de Unicaja, en la que añadieron que confían en que los ahorros en los costes de personal alcancen los 55 millones de euros en el período 2018 - 2021. Supondrá, además, reducir en un 12% la cifra de empleados (unos 900) hasta dejarla en cerca de 6.000 personas. 

Esa reducción de empleados supondrá, al mismo tiempo, que la entidad tenga que llevar a cabo una inversión específica en tecnología. “Si queremos seguir operando con menos trabajadores deberemos automatizar procesos”, señalaba el CEO de la entidad, Enrique Sánchez del Villar. 

El proceso de bajas voluntarias en el que se encuentra inmersa Unicaja ha permitido reducir entre 2017 y 2018 un 3% los costes de personal. Pasan de 401 millones a 391 millones de euros. La cifra es muy superior si se mira lo ocurrido desde 2015, cuando los salarios alcanzaban los 445 millones de euros. Es decir, una disminución de sueldos del 12%. 

Se trata de un plan de ajuste que tendrá que aplicarse antes de la fusión con Liberbank, si es que finalmente se lleva a cabo. Las negociaciones entre las partes continúan, y ninguno de los dos bancos ha querido dar mayores explicaciones de cómo están las conversaciones. En ambos casos han señalado que “siguen su curso y no hay ninguna información relevante que comunicar al mercado”. 

Análisis listo antes del 15 de febrero

La intención de los equipos, tal y como ha venido contando EL ESPAÑOL, es tener listo el análisis previo de la fusión antes del día 15 de febrero. Será en ese momento cuando los consejos de ambas entidades analicen la situación y decidan si siguen adelante o rompen las negociaciones. Si la respuesta es positiva, tendrán que poner en marcha el proyecto común de fusión para ejecutarlo durante el 2019. 

Clave será la ecuación de canje de la fusión. Los cálculos elaborados por los anslistas hablan de un canje del 60% para Unicaja y un 40% para Liberbank, aunque hay otras más paritarias que hablan de un 51% para la entidad andaluza y un 49% para la asturiana. 

Si la operación se lleva a cabo, se daría el pistoletazo de salida para un nuevo proceso de concentración bancaria en España. Afectaría a la banca mediana, y dejaría en una posicón compleja a otros bancos como Ibercaja, Abanca y Kutxabank. En el caso de la aragonesa la opción más probable -a corto plazo- pasa por salir a bolsa. Sin embargo, como ha contado este periódico, el objetivo final sería sumarse a la la alianza que se establezca entre Unicaja y Liberbank pero allá por el 2021. 

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