Abengoa cerró hace un mes la venta de un 25% de su filial de renovables, Atlántica Yield, a la firma canadiense Algonquin Power & Utilites (AQN). Con esta operación, el grupo de ingeniería se embolsó 607,5 millones de dólares, unos 494 millones de euros. Con la operación aún caliente, la canadiense ha ejercido su opción sobre el cupo restante al mismo precio, según ha comunicado este martes Abengoa. 

El paquete accionarial que aún estaba en manos de Abengoa, un 16,47%, contaba con 16,5 millones de acciones. Esta operación se salda por casi 345 millones de dólares (280 millones de euros). En total, la venta del 41,47% que mantenía en su filial, asciende a 952 millones de dólares.

El cierre de la operación, matiza la sevillana en un hecho relevante, está sujeto a la autorización del Departamento de Energía de Estados Unidos y de los acreedores de la sociedad.

Pago de deuda

La primera parte de esta operación se cerró el pasado mes de noviembre. La firma que preside Gonzalo Urquijo indicó que le generaría unas plusvalías de unos 108 millones. Los ingresos de esta venta se destinarán al repago de la deuda del grupo.

Abengoa cerró 2017 con un beneficio contable de 4.278 millones de euros gracias a la cancelación de deuda. Sus ingresos ascendieron a 1.480 millones, cifra similar a la registrada un año antes.

A finales de 2016, la compañía logró cerrar un acuerdo de reestructuración con sus acreedores con el que consiguió esquivar el que hubiera sido el mayor concurso de la historia de España.

Dicho pacto implicaba una quita del 97% y una nueva estructura accionarial en la que los acreedores participantes capitalizaron sus créditos y se hicieron con más del 40% de la nueva Abengoa. El 55% restante correspondería al dinero nuevo.

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