MásMóvil y Huawei trabajan desde hace meses en un servicio de TV a la medida de sus ambiciones que se anunciará en las próximas semanas. El proyecto nació de intereses comunes. Los primeros quieren tener una televisión, pero han descubierto que es menos esencial de lo que creían y que venden igual de bien sin ella. Los segundos trabajan por convertir España en un piloto para su nuevo sistema de vídeo y demostrar que pueden ser un agente importante en el mundo de los contenidos.

Pero, a la hora de desarrollar el proyecto, han llegado a la conclusión de que ninguno está dispuesto a pagar por la tasa RTVE, que obliga a las empresas que ofrecen servicios de televisión a pagar el 0,9% de sus ingresos totales en España por este concepto.

¿La solución? No ser ellos quien factura al cliente por el servicio de televisión, y contar con otra empresa que haga las veces de integrador y vendedor. Las ventajas son múltiples: esta compañía tendrá que pagar una nimiedad por el canon que se exige a todos aquellos que venden televisión de pago para sufragar RTVE. Un coste que se calcula a partir de los ingresos brutos de la compañía. MásMóvil o Huawei tendrían que pagar millones, mientras que una empresa pequeña tendría una factura mucho más reducida.

El canon de RTVE

¿Las desventajas? En realidad, sólo hay una: éste proveedor no sólo podrá ofrecer el servicio a otros clientes, sino que tendrá que hacerlo casi forzosamente para demostrar a la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) que no es una simple pantalla para ahorrarse el peaje de regulación. Entre los posibles clientes, los pequeños cableros regionales.

Huawei ha puesto muchos huevos en la tecnología de vídeo que utilizará en este proyecto. Se sabe con certeza que la compañía ha firmado un acuerdo con Atresmedia para contenidos y hay muchos rumores en el aire sobre la negociación de contenidos con los distintos actores.

Parece claro que MásMóvil ha negociado con Amazon; que tiene ya cerrado un pacto con Sky, desesperada por sus pésimos datos de captación desde su lanzamiento; que no podrá integrar a HBO, atada por un acuerdo de exclusividad con Vodafone al que le queda cuerda, y que, aunque Netflix podrá formar parte de la ecuación, no será con condiciones especiales. La empresa de Reed Hastings se reserva para su inminente acuerdo con Movistar.

La parte técnica

En el sector se comenta que Huawei utilizará un deco Android TV de la empresa Technicolor y que se encargará de poner los aparatos en casa de los clientes a cambio de un pago mensual por usuario.

¿Pero quién será el socio para jugar esta partida? Se trata de Agile Content, una compañía barcelonesa que cuenta con muchas de las bazas que necesita MásMóvil. No sólo podría aprovechar el tirón de este contrato para crecer en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), sino que además comparte inversores con el cuarto operador por número de clientes.

Concretamente, el fondo Inveready, que cuenta con más del 15% en la sociedad. Desde luego, si así fuese nos encontraríamos con uno de esos movimientos geniales que han hecho millonario a Josep María Echarri, fundador del fondo y vicepresidente de MásMóvil.

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