Los cargos extra por 'roaming' en la Unión Europea ya no están, en general, permitidos. Hasta ahí, todos de acuerdo. Pero eso no quiere decir que los operadores tengan claro qué hacer bajo la nueva situación, donde poner los límites autorizados por Bruselas, si merece la pena ponerlos o cómo afectará a su despliegue de redes el que este verano vaya a haber miles de turistas desbordando las costas españolas y gastando su tarifa de datos como si estuvieran en su casa.

Alejandra de Iturriaga, directora de Telecomunicaciones de la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC), reconoció ayer en una mesa redonda del Foro Ingenium Mobile 2017, moderada por EL ESPAÑOL, que nos encontramos en uno de los momentos de incertidumbre regulatoria más extraño de los últimos años, ya que las reglas están más o menos claras, pero nadie sabe exactamente cómo aplicarlas porque se ignora cómo afectarán a los consumidores.

Es fácil si eres grande

Los grandes operadores lo tienen muy fácil y, al menos inicialmente, permitirán que el 'roaming' europeo sea realmente como el doméstico, sin límite ninguno. ¿Y por qué es más fácil para ellos? Muy sencillo: porque ellos no sólamente pagan a los operadores europeos por lo que gastan sus clientes en estos países, sino que también cobran por el gasto que los abonados de otros operadores realizan en España.

Si un español viaja a Francia y gasta tres gigas de su tarifa de datos, el operador español paga al francés 23,1€ -el coste mayorista por giga es de 7,7€-. Pero si el francés viaja a España y gasta tres gigas, deberá abonar otros 23,1€. ¿Lo comido por lo servido? No exactamente. Los operadores españoles, además, tienen la ventaja de que en casi toda Europa las franquicias de datos son más generosas, o ilimitadas en muchos casos, de manera que los abonados tenderán a gastar más en España que nosotros fuera. Existe incluso la posibilidad de que al final, al menos durante los primeros años, esto suponga un gran negocio para los tres grandes.

El verdadero problema para los operadores españoles, mientras los precios estén en estos niveles, es otro: la saturación de redes. En EL ESPAÑOL estamos seguros de que en el mes de agosto comenzaremos a leer historias sobre deterioro del servicio en lugares con alta densidad turística como Benidorm durante los meses de verano. Y si no las hay, será que los operadores han hecho sus deberes o que todavía los europeos no nos creemos lo del roaming como en casa. Estaremos muy atentos.

Foro Ingenium Mobile

¿Se pondrán límites? Fuentes de todos los operadores señalaron que esperarán a después del verano para ver cómo implementar las normas que permiten poner coto a los usuarios. Europa, por ejemplo, permite frenar el consumo del cliente cuando una SIM se utiliza únicamente para roaming, cuando se produce la activación y utilización secuencial en roaming de múltiples tarjetas SIM, o cuando se observe que, en un periodo mínimo de cuatro meses, el consumo del cliente realizado fuera de su país de origen prevalece sobre el que se produce en España.

En todo caso, empresas como Movistar, Vodafone y Orange van a ser inicialmente bastante laxas con el cumplimiento de estas condiciones, especialmente porque el desarrollo de las herramientas técnicas para este tipo de monitorización es caro y complejo. Al menos un operador ha confirmado a este periódico que no harán nada hasta que no determinen el impacto real del roaming en las cuentas. "Si en septiembre vemos que es necesarios, actuaremos en consecuencia".

Yoigo, que también sufre por el roaming más que los operadores tradicionales al depender de las redes de Movistar y Orange, aún no ha puesto ningún límite a sus abonados.

El dilema de los móviles virtuales

El problema del roaming no lo tienen, en realidad, los tres grandes. Lo tienen el resto, que dependen de acuerdos mayoristas con Movistar, Orange y Vodafone y para quienes la nueva normativa europea sólo supone una forma de perder dinero. Uno de ellos, el operador rumano DIGI Mobil, ya ha anunciado que ha solicitado a la CNMC la aplicación de una norma europea poco conocida, la del recargo por razones objetivas.

En EL ESPAÑOL ya habíamos hablado de esta fórmula, que permite a un operador exigir que le dejen cobrar por el roaming si considera que la norma del 'roaming como en casa' le supone una pérdida superior al 3% en su volumen de negocio.

Desde la CNMC han confirmado que no ha sido sólo DIGI Mobil, sino que ha habido otro operador que ha solicitado el recargo. En el sector se cree que es muy posible que se trate de un operador con el perfil de la comopañía centrada en inmigrantes Lebara.

En caso de aprobarse, los clientes de estas operadoras sí tendrán que pagar 7,7€/GB cuando salgan al extranjero.

En todo caso, parece que van a ser la excepción y no la regla.

Distintas opciones

Otra opción es que algún operador lance alguna tarifa que no permita realizar 'roaming' en el extranjero. Rafael Martín-Lomeña, responsable para España de Lycamobile, indicó que ellos sí han lanzado ya algún bono con estas características. El directivo subrayó que, para su negocio, uno de los problemas del fin de los cargos por roaming tiene que ver con la captación de abonados. Su empresa ha hecho mucho negocio esperando a usuarios en las terminales de llegadas de los aeropuertos españoles, y el fin del roaming afecta drásticamente a esa faceta de su actividad.

Alberto Galaso, director de Lowi, explicó que su compañía cobrará un recargo sólo cuando se supere otro de los límites permitidos por la Unión Europea. Éste se calculará dividiendo el precio del paquete (incluyendo llamadas y excluyendo el IVA) entre el precio mayorista de datos en vigor en cada momento (actualmente 7,7€/GB) y multiplicando el resultado por dos. Es curioso, porque esto hace que en las tarifas de llamadas a 0 céntimos/minuto con 1GB de datos el cliente tenga más datos cuando sale fuera (1,29GB) que en casa. Pero el cliente con una tarifa de 8GB sólo puede navegar 5,15GB.

Pablo Ledesma, de Tuenti, está a la espera de acontecimientos y, por el momento, no pondrá límites. Carlos Vecino, de República Móvil, explicó que sólo se plantearía no incluir el 'roaming' en las tarifas de prepago, pero también hizo un llamamiento a la prudencia sobre el coste real de esta medida al recordar que, en realidad, tampoco es que los españoles nos pasemos todo el día fuera de nuestras fronteras. "La mitad de los españoles no sale nunca de vacaciones, y de la otra mitad muchos salen sólo a destinos peninsulares y otros muchos no viajan por Europa. Y estamos hablando sólo de las vacaciones. Puede que el impacto no sea tan grande para nuestras cuentas", subraya.

Mientras los europeos decidimos cómo aprovechamos nuestra nuevas ventajas como ciudadanos, los operadores se juegan los garbanzos.

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