Solo un 'pero' ha deslucido, y poco, las cuentas, de Mutua Madrileña en 2016. Un mero ajuste contable por la aplicación del Real Decreto del pasado 2 de diciembre, que obliga a amortizar los activos intangibles de vida útil indefinida en un plazo de 10 años. “Nos ha provocado un impacto de 91 millones”, reconocía Ignacio Garralda, el presidente del grupo asegurador, durante la presentación de resultados del pasado ejercicio. “El año que viene volveremos a aplicar las normas contables internacionales y ganaremos 250 millones o más”, apuntaba.

Este impacto es la razón por la que Mutua ganaba algo menos de 152 millones -un 7% más que el año anterior-, en lugar de los 243 millones que, sin esa merma contable, hubiera presentado tras el acumulado de ingresos, tanto del negocio asegurador como de las inversiones financieras e inmobiliarias, que generaron beneficios de 310 y 80 millones, respectivamente.

Tasación al alza de los activos inmobiliarios 

En el caso del patrimonio inmobiliario, Mutua reconocía que, después de muchos años, la retasación de los activos resulta positiva. “Se han revalorizado un 5%”, confirmaba el presidente del grupo asegurador.

Un colchón, el de los activos premium en el centro de Madrid, sobre el que la aseguradora sigue presumiendo. “No necesitamos liquidez, pero la tenemos garantizada. En menos de un mes podemos vender un edificio en la Castellana y a buen precio”, alardeaba Garralda. Derivado de las rentas percibidas por estos edificios, valorados en 1.500 millones de euros, Mutua se apuntaba un beneficio superior a 26 millones de euros.

Ofertas no vinculantes por Torre de Cristal 

En esta gestión del patrimonio inmobiliario, Garralda reconocía haber recibido ofertas para entrar en alguna operación vía socimi. “La valoramos, pero decidimos que no, que mejor seguir con nuestros activos y venderlos por separado si, llegado el caso, necesitáramos más recursos", razonaba. El presidente de Mutua también comentaba que habían recibido ofertas por la Torre de Cristal -su inmueble estrella, alquilado en su mayor parte a KPMG-, pero “en ningún caso vinculantes”.

No obstante, como consecuencia del mal año bursátil, el balance de las inversiones en 2016 no fue bueno, con un beneficio de 80 millones, un 43% inferior al de un año antes. El buen final del ejercicio -coincidente con la entrada de Mutua en CaixaBank, al adquirir el 2,13% por 280 millones- no lograba compensar el inicio del año, con grandes incertidumbres internacionales y la posterior confirmación del brexit.

Incremento de las inversiones financieras

Una tendencia al alza de las inversiones financieras que parece mantenerse en el primer trimestre de 2017. “Se ha producido un crecimiento espectacular”, comentaba Garralda cómo, entre enero y marzo, el resultado de estas inversiones superaba en más de 30 millones de el del mismo periodo del ejercicio anterior.

Buena parte de este incremento obedece al comportamiento registrado por la inversión de Mutua en CaixaBank. El pasado mes de septiembre, aprovechando la venta de autocartera de la entidad financiera para afrontar la compra de la portuguesa BPI, la aseguradora pagaba unos 280 millones de euros por el 2,13% de CaixaBank. Seis meses después, las plusvalías latentes de ese lote de 127,4 millones de títulos rondan el 85%, actualmente valorados en más de 510 millones de euros.

Rentabilidad del dividendo de CaixaBank 

Sobre la posibilidad de hacer caja rápida con CaixaBank, Garralda -a punto de entrar como consejero en la entidad financiera- la descartaba de plano. “No estamos pensando en esto, sino en la alta rentabilidad por dividendo. Lo cobraremos cuando llegue el momento y ya está”, señala el presidente de Mutua.

La entrada de Mutua en CaixaBank venía a reforzar las relaciones entre ambas instituciones, desde que en julio de 2011 Mutua tomara el control del 50% de SegurCaixa Adeslas. Y sus resultados ahí están. Entre 2012 y 2016, el incremento de los ingresos procedentes de las primas no vida ha sido de 1.000 millones de euros, hasta superar los 4.505 millones de euros.

Éxito de la campaña '¿Por qué a mí?'

“No tenemos ninguna intención cortar la campaña”, apuntaba con rotundidad Ignacio Garralda ante el éxito de la campaña publicitaria ¿Por qué a mí?. “En el segundo semestre aumentamos las pólizas de auto un 33%, entre enero y marzo lo elevamos al 40% respecto al año anterior, y el pasado mes fue el de mayor producción de toda la historia”, aseguraba el presidente de Mutua.

Respecto al éxito de esta campaña, apuntaba Garralda que Mutua ha sabido captar clientes de la competencia. “Mientras los demás subían las cuotas, nosotros las congelábamos a dos tercios de nuestros mutualistas”, señalaba.

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