Fiat Chrysler quiere que la compren. Su consejero delegado, Sergio Marchionne, quiere seguir la estela del negocio europeo de General Motors y pasar a manos de otro de los grandes del motor. “No tengo ninguna duda de que, en el momento oportuno, Volkswagen aparecerá para tener una charla”, apostó este martes el directivo en declaraciones recogidas por la agencia Bloomberg durante el Salón del Automóvil de Ginebra.

Marchionne considera que la combinación PSA-Opel “amenaza sobre todo a Volkswagen creando el número dos [europeo] y pisándole los talones”, aseguró el directivo, que planea retirarse en 2019 y mueve los hilos para la que puede ser una de sus últimas operaciones corporativas como protagonista. La adquisición que se anunció el lunes cambia el escenario porque el grupo alemán controla el 24% del mercado automovilístico europeo, frente al 16% que sumará la nueva PSA.

Más voces a favor de la consolidación

El directivo de Fiat no es el único que apuesta por la integración de los grandes del sector. “La industria se está moviendo hacia la consolidación”, aseguró Carlos Ghosn, consejero delegado de Renault, que ha sumado Mitsubishi Motors a la alianza que el grupo francés mantiene desde hace años con la japonesa Nissan. “Va a haber más [fusiones], con más jugadores tratando de ser más fuertes. Es lógico teniendo en cuenta las inversiones que tenemos por delante”, ha indicado Ghosn en una entrevista con Bloomberg.

Todos quieren posicionarse o protegerse, sobre todo después del golpe de mano de PSA. ¿Por qué ha cedido GM? Porque su negocio europeo acumula pérdidas desde 1999. Sólo en los últimos ocho año suma números rojos por valor de 8.000 millones de euros. Pese a esta tendencia, la intención de PSA es lograr que Opel y Vauxhall logren un margen operativo positivo del 2% en 2020 y del 6% en 2026, manteniendo la identidad de las marcas. Es decir, que tanto Opel como Vauxhall seguirán comercializándose.

La unión con PSA “ofrece muchas oportunidades” en las áreas de desarrollo de los vehículos y en los departamentos de compras, ha indicado en CEO de Opel, Karl-Thomas Neumann. “Sabemos que tenemos mucho trabajo por hacer”, añadió el directivo, que se mantendrá en el cargo hasta que la transacción se complete. PSA, de hecho, podría realizar más compras, como una participación en el grupo malasio Proton Holdings, propietario de la marca Lotus.

Si la matriz de Peugeot y Citroën lleva Opel “al nivel de eficiencia que tiene PSA actualmente, estará en una buena posición para poder aprovechar las oportunidades que surjan”, asumió Carlos Tavares, el máximo responsable de PSA, al hablar de las oportunidades a futuro.

¿Qué piensa Volkswagen?

No hay respuesta. Después del escándalo de las emisiones contaminantes de hace año y medio, Volkswagen está centrado en su propio negocio. “Estamos focalizados en lo que tenemos que hacer para conseguir nuestros objetivos”, respondió el consejero delegado de Volkswagen, Matthias Müller, a las palabras de Marchionne. El pasado otoño, el grupo germano ya anunció que tenía que ahorrar cerca de 3.700 millones de euros hasta 2021, al mismo tiempo que lanzaba un nuevo plan industrial enfocado, sobre todo, en el coche eléctrico.

Matthias Müller, consejero delegado de Volkswagen. Denis Balibouse Reuters

Marchionne corteja ahora a Volkswagen pero, en realidad, lleva años defendiendo la consolidación del sector. Hace dos años, el CEO de Fiat Chrysler defendió públicamente la fusión de su grupo con General Motors, precisamente, la compañía que acaba de soltar lastre con la venta de Opel y Vauxhall. “La puerta de General Motors nunca estuvo abierta para mí”, ha reconocido Marchionne este martes. "¿Por qué no llamar otra vez? ¿Y por qué no llamar a otra puerta?", añadió.

¿Cómo sería de grande la nueva compañía? Pese a los problemas del ‘dieselgate’ Volkswagen sigue siendo un gigante. Por ejemplo, sus ventas casi duplican las de Fiat Chrysler. Mientras los ingresos del grupo alemán superan los 217.000 millones de euros anuales, los del grupo italoamericano rondan los 111.000 millones de euros. También su capitalización es sustancialmente mayor. Volkswagen vale en el parqué 72.800 millones de euros, a precios de este miércoles, mientras que la capitalización de Fiat es de 15.800 millones.

Fiat pasaría de ser cazador a ser cazado. Su última adquisición fue en 2009, cuando salió al rescate de Chrysler, que estaba al borde del abismo y en suspensión de pagos. Hoy, a Fiat no le importaría ser comprada.