Tras presentar los resultados correspondientes al ejercicio 2016, Amado Franco, de 71 años, ha presentado su renuncia a la presidencia de Ibercaja, entidad en la que llevaba 47 años. Los 13 últimos como presidente tras ocupar durante 17 años la dirección general de la entonces Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja.

“Me voy satisfecho de haber dejado una entidad líder y con la tranquilidad de dejar el banco en muy buenas manos”, comentaba tras conocerse su renuncia. “Ahora podré disfrutar de mis nietos y esquiar los martes”, explicaba Franco, que seguirá como presidente de honor, tanto del banco como de la Fundación Ibercaja.

Además de aceptar la renuncia de Franco, el consejo ha propuesto a José Luis Aguirre Loaso, actual vicepresidente primero, como presidente no ejecutivo. La vicepresidencia vacante será ocupada por Jesús Bueno, mientras que Víctor Iglesias se convierte, como consejero delegado en el primer ejecutivo del banco.

Ibercaja obtuvo en 2016 un beneficio neto de 143 millones de euros, un 70% más que en 2015. Su volumen total de recursos administrados de clientes aumentó un 2,7% en el año, superando los 51.000 millones de euros, mientras que los recursos de fuera de balance (fondos de inversión, planes de pensiones y seguros de ahorro) se incrementaron aumentaron un 11,1% interanual, situándose cerca de los 21.000 millones de euros.

Durante el pasado ejercicio, Ibercaja formalizaba 5.200 millones de euros en nuevas operaciones de financiación para familias y empresas, con un aumento del 26% con respecto al ejercicio anterior. 1.013 millones de euros, un 67% más.

La nueva circular del Banco de España y la sentencia por las cláusulas suelo obligaba a Ibercaja a aportar 413 millones de euros de provisiones.

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