Las claves
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El Fondo Monetario Internacional (FMI) asume que la incertidumbre comercial se mantendrá en niveles elevados, como los actuales, hasta 2026. El organismo alerta de que los aranceles “permanecerán en vigor indefinidamente”.
Buena parte del análisis que el FMI hace en su última edición del informe Perspectiva Económica Mundial se centra en las medidas arancelarias impulsadas por Estados Unidos.
El pasado 5 de abril, la Casa Blanca impuso aranceles mínimos del 10% sobre las importaciones de todos sus socios comerciales. Desde entonces, se han añadido tarifas específicas a productos como acero, aluminio, tierras raras y madera.
La Administración Trump también ha amenazado con extender los aranceles a sectores sensibles, como los productos farmacéuticos y los semiconductores.
Tal y como considera el FMI, gracias a que las represalias llevadas a cabo por los socios comerciales de EEUU han sido limitadas, el impacto sobre las exportaciones estadounidenses ha sido moderado.
A pesar de ello, el Fondo señala que los aranceles siguen muy por encima de los niveles previos a 2024.
En los meses que han transcurrido desde el conocido como Día de la Liberación, Estados Unidos ha firmado acuerdos comerciales con algunos de sus socios, como la Unión Europea (UE), Reino Unido y Japón, y ha alcanzado una tregua arancelaria con China.
Todos estos acuerdos “redujeron las tasas arancelarias efectivas de Estados Unidos desde sus máximos de abril”. Dichas tasas, calcula el FMI, se sitúan entre el 10% y el 20% para la mayoría de países.
Aun así, el organismo liderado por Kristalina Georgieva alerta de que “los aranceles están muy lejos de volver a caer a sus niveles de 2024”.
Además, advierte de que “la incertidumbre comercial sigue siendo elevada en ausencia de acuerdos claros, transparentes y duraderos entre los socios comerciales”.
Considera que “la atención comienza a desplazarse del eventual nivel de aranceles a su impacto en los precios, la inversión y el consumo”.
Uno de esos focos de incertidumbre son las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China. La tregua alcanzada por ambos países expira el 10 de noviembre.
A menos de un mes de que esta termine, la tensión entre ambas potencias ha escalado en los últimos días: el presidente de EEUU, Donald Trump, ha amenazado con aplicar un arancel adicional del 100% a las importaciones chinas a partir del 1 de noviembre.
El FMI advierte de que una escalada arancelaria entre las dos mayores economías del mundo representa un riesgo significativo para la economía global que no está plenamente recogido en las previsiones actuales.
A esta incertidumbre económica se suma ahora un frente legal: el FMI también vincula el clima de inseguridad con la disputa judicial abierta en EEUU sobre la legalidad de estos aranceles.
El Tribunal Supremo de Estados Unidos escuchará las argumentaciones el 5 de noviembre.
La máxima corte estadounidense deberá decidir si mantiene los aranceles tal como están, los limita parcialmente o exige a la Administración Trump que los retire por completo.
Crecimiento "mediocre"
En este escenario, el FMI proyecta que el producto interno bruto (PIB) mundial crecerá un 3,2% en 2025, cifra que representa una ligera desaceleración respecto al crecimiento estimado para 2024, que fue del 3,3%.
Este pronóstico para 2025 refleja un aumento de dos décimas en comparación con las previsiones del pasado julio.
El FMI también anticipa que la desaceleración se acentuará en 2026, ejercicio para el que espera que el mundo crezca un 3,1%.
Las perspectivas para el medio plazo, entre 2027 y 2030, muestran un ritmo promedio anual de crecimiento del 3,2%. Se trata de un nivel que el organismo califica como “persistentemente mediocre” en comparación con el promedio histórico anterior a la pandemia, que fue del 3,7%.
En los próximos años la economía global, advierte el FMI, se enfrenta a una serie de desafíos sistémicos y a un entorno internacional más fragmentado.
Entre los factores que mantienen débil el crecimiento se incluyen el estancamiento de reformas estructurales, los retos demográficos derivados del envejecimiento de la población y un crecimiento moderado de la productividad.
