L. Piedehierro
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La inflación repunta en Estados Unidos, pero no es ninguna sorpresa. Tal y como se esperaba, la tasa general del Índice de Precios al Consumo (IPC) sumó dos décimas en agosto, hasta alcanzar el 2,9%.

La subida no altera las previsiones que el mercado maneja sobre la Reserva Federal (Fed): se espera que la institución reduzca los tipos de interés 25 puntos básicos cuando sus miembros se den cita la semana que viene.

Con el repunte de la tasa general en comparación anual, el IPC ha roto con dos meses consecutivos en los que se había situado en el 2,7%.

Por tanto, y según los datos publicados este jueves por la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo, la inflación retoma la senda alcista en Estados Unidos y vuelve casi a los niveles en los que arrancó el año.

El IPC estadounidense se situó en enero en el 3%. Se moderó en febrero, marzo y abril hasta llegar al 2,3%. En mayo repuntó al 2,4% y en junio alcanzó el 2,7% donde se mantuvo en julio.

A su vez, la tasa subyacente, que excluye de su cálculo los precios de los alimentos y la energía por su mayor volatilidad, se mantuvo en el 3,1%. De esta forma, sigue en niveles del pasado febrero.

En lectura mensual, la tasa general de inflación se situó en el 0,4%, tras repuntar al 0,2% en julio. El índice subyacente siguió en el 0,3%, igual que el mes anterior.

También en comparación mensual, el precio de los alimentos creció un 0,5% en agosto, después del 0,3% registrado en julio.



El índice de energía aumentó un 0,7% -cuatro décimas menos que en el mes anterior-, impulsado principalmente por el repunte del 1,9% en los precios de la gasolina.



En términos interanuales, el coste de la energía aumentó un 0,2% y el de los alimentos, un 3,2%.



También subieron los precios de las tarifas aéreas, los vehículos nuevos, los coches y las camionetas usadas y la ropa.



Por el contrario, los índices de atención médica, recreación y comunicación estuvieron entre los pocos apartados importantes que disminuyeron en agosto.

La evidencia de que se avecina más inflación relacionada con los aranceles es abrumadora, aunque podrían pasar varios meses antes de que el efecto se traslade completamente a los precios”, explican los expertos de Santander U.S. Capital Markets.

La Fed

La publicación de la inflación de agosto no ha modificado las previsiones que a corto plazo el mercado tiene sobre la Fed.

Según datos de LSEG, los inversores siguen dando un 100% de posibilidades a que el banco central estadounidense comunique un recorte de tipos el próximo miércoles.

Las probabilidades de que el descenso sea de 25 puntos básicos son del 88% y de que sea de 50 puntos básicos, del 12%.

"La combinación de una moderación en el crecimiento del empleo y una inflación aún manejable debería mantener a la Fed en camino a recortar las tasas, con una bajada de 25 puntos básicos en septiembre", señalan los analistas de UBS Global Wealth Management, según recoge Reuters.