Los aranceles del 15% pactados entre Estados Unidos y la Unión Europea le pasarán factura a la economía española. Estas nuevas tariffs (quién sabe si definitivas) dañarán a la economía española, que perderá un 1,34% de su PIB durante su primer año de aplicación. Es decir, más de 21.300 millones de euros.
Así lo indican las estimaciones de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), que ha publicado un análisis firmado por Jorge Alonso Ortiz y José María Da Rocha. Dicho trabajo estudia el impacto inmediato de los aranceles en el comercio mundial, bajo la hipótesis de varios escenarios.
Uno de ellos recoge el pacto alcanzado por Washington y Bruselas para aplicar unos aranceles a los productos europeos que se vendan en Estados Unidos del 15%. En este escenario, Fedea también incluye unas tariffs del 25% a Canadá y México y del 10% al resto del mundo.
En él, la Unión Europea perderá un 1,3% de su PIB, menos que España, que sufriría unos daños valorados en el 1,34% de su PIB. De hecho, según el análisis de Fedea, las economías de Francia y Alemania quedarán menos afectadas por la guerra comercial pese a tener una mayor exposición a los aranceles (perderán un 1,3% y un 1,27% de sus PIB, respectivamente).
Por otro lado, el PIB mundial perderá un 1,31%. Sin embargo, el actor más dañado será el propio Estados Unidos, que se enfrenta a una pérdida, en este escenario, del 1,48%.
En cualquier caso, Fedea añade otro escenario en el que valora además que los aranceles a los productos chinos se eleven al 145%. Si fuera así y ante una guerra comercial de este calibre, Washington perdería un 3,78% de su PIB y el mundo y la UE, un 3,38%. España sufriría un mazazo en su PIB del 3,46%.
La razón de este impacto por los aranceles es la propia cadena de producción, según el informe. Cuando un componente se encarece en la frontera estadounidense, los sobrecostes se propagan por todas las cadenas de suministro internacionales, llegando a sectores que ni siquiera exportan directamente a EEUU.
Pese a ello, "en un sistema de producción tan imbricado como el actual, las guerras comerciales no se ganan, se financian con menores salarios reales y con inflación importada. El mayor perdedor de una guerra comercial es el que la inicia", han avisado desde Fedea, señalando a Estados Unidos.
