Bruselas

Aviso contundente de Bruselas a los Estados miembros que reclaman ampliar los plazos para gastar los fondos Next Generation. La Comisión Europea ha dejado claro este miércoles que no habrá prórroga más allá del plazo de 2026 previsto en el reglamento y ha lanzado un llamamiento a los Gobiernos para que aceleren su ejecución si no quieren perder el dinero

España es uno de los países que va retrasado en la recepción del cuarto pago de 10.000 millones (que estaba previsto para junio de 2023) debido primero al adelanto electoral de Pedro Sánchez y después por el 'no' de Podemos al decreto de reforma del subsidio de desempleo diseñada por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Además, apenas ha iniciado la ejecución de los 82.000 millones en créditos porque los pidió tarde.

El Ejecutivo comunitario ha publicado este miércoles su evaluación a medio camino del impacto del fondo de recuperación de 800.000 millones de euros, que se creó en 2021 para salvar a los países más golpeados por la crisis de la Covid-19, en particular Italia y España. Hasta ahora se han desembolsado ya 225.000 millones de euros, de los cuales 38.000 millones han sido para España (apenas el 23% de los 163.000 millones adjudicados a nuestro país).

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El diagnóstico de Bruselas es inequívocamente positivo: no sólo cumplió su objetivo de estabilizar las primas de riesgo durante la pandemia, sino que servido también para amortiguar el impacto económico de la guerra de Ucrania y para impulsar las reformas estructurales en los Estados miembros, ya que los desembolsos están condicionados al cumplimiento de hitos y objetivos.

Según los cálculos que usa la Comisión, el PIB de la UE fue un 0,4% más alto en 2022 de lo que habría sido sin el gasto de los fondos Next Gen. Los pagos iniciales permitieron rebajar el paro en la UE en alrededor de 0,2 puntos porcentuales. El objetivo de preservar la inversión pública se ha cumplido, ya que se ha pasado del 3% en 2019 al 3,3% en 2023.

De cara al futuro, las subvenciones europeas tienen el potencial de aumentar el PIB real de España hasta un 3,5% para 2026, frente a un impacto promedio en la UE del 1,4%. Las mejores cifras las tienen Grecia (4,5%) y Croacia (4%).

La evaluación positiva de Bruselas apenas deja margen para la autocrítica. Eso sí, el Ejecutivo comunitario admite que hay algunas áreas donde hay margen para la mejora. En particular, el informe reconoce que se necesita "suficiente flexibilidad" en el diseño y la aplicación de los planes de recuperación para garantizar que puedan aplicarse sin problemas. 

La Comisión insiste además en que "una capacidad administrativa adecuada en los Estados miembros es clave para una rápida ejecución del fondo de recuperación, así como la implicación estrecha de las autoridades regionales y locales, así como de los interlocutores sociales".

El vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis, ha explicado que a menudo le preguntan por esa fecha límite de 2026 para ejecutar todos los fondos Next Gen. Tanto Portugal como Hungría han pedido (por distintos motivos) que se amplíe, una prórroga que también ven con simpatía Italia y España.

Dombrovskis responde que la extensión de los plazos requeriría "varias decisiones muy complejas" que requieren unanimidad entre los 27 y procedimientos parlamentarios en casi todos los Estados miembros. "No lo vemos como un escenario probable, así que nuestro mensaje a los Estados miembros es que se centren en la ejecución en los plazos que marca el reglamento", señala el vicepresidente.

Por su parte, el comisario de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni, ha dicho que el plazo es "realista aunque exigente". "Personalmente, yo no animaría a invertir capital político en aplazar la fecha (de 2026). Lo que haría es invertir ese capital político en identificar nuevas herramientas comunes para financiar objetivos comunes, especialmente en materia de defensa", ha dicho Gentiloni. Es decir, que la UE cree un nuevo fondo de defensa financiado con la emisión de deuda conjunta, tal y como ha propuesto el presidente francés, Emmanuel Macron.