Alfonso Muñoz Fernández Laura Ojea

"Manejamos alternativas a España si no hay estabilidad política". Así de contundente se ha mostrado Josu Jon Imaz, CEO de Repsol, en una conference call con analistas tras conocerse el acuerdo para un ejecutivo de coalición entre PSOE y Sumar, en el que se pretende prorrogar los impuestos a energéticas y banca y reducir la jornada laboral por la vía legislativa. "Iremos hasta el final en la batalla contra el impuesto del Gobierno, tanto en la justicia española como en la europea", ha advertido.

A estas críticas se ha sumado Antonio Garamendi. El presidente de la CEOE ha resumido con la frase "ya vale" su profundo malestar, y el de las cúpulas de las empresas españolas, con las propuestas económicas incluidas en ese mismo acuerdo de gobierno. Las ha calificado de "populistas" y de ir "en contra de las empresas" y querer "cargarse" la paz social

Durante su intervención en el XXII Congreso de la Confederación Española de Directivos (CEDE), Garamendi ha remarcado que el conjunto de iniciativas presentadas por PSOE y Sumar, que ha recordado no son las propuestas de un Gobierno, sino de dos partidos que quieren gobernar, "pueden entorpecer absolutamente el crecimiento" y van a perjudicar "de forma importantísima" a las empresas. 

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El presidente de la CEOE ha incidido en que no se trata sólo de hacer lo que se pueda por apoyar a la empresa española, sino de "no hacer cosas mal hechas para que las cosas vayan peor". "A lo público le pedimos gestión y lo que no le pedimos es populismo", ha subrayado.

En este sentido, Garamendi ha pedido a los políticos que dejen trabajar a las empresas "y no pongan trabas" a su actividad, que genera gran parte del empleo de este país, como demuestran los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada este jueves.

"Ya está la cosa bastante complicada para que encima nos pongan trabas", ha protestado. 

"Lo hace gente que no ha visto una empresa en su vida y debería pagar alguna nómina de vez en cuando para saber qué significa esto", ha proseguido Garamendi, quien ha reiterado que en CEOE están "rotundamente en contra de un populismo que lo único que puede conseguir es que vayamos hacia abajo". "A veces en la vida también hay que decir ya vale. Y en este caso creo que yo tengo que decir ya vale", ha apostillado.

Prórroga de impuestos

Por su parte, Josu Jon Imaz ha criticado al Gobierno durante la presentación de resultados de Repsol. El consejero delegado de la multinacional ha argumentado que el principal obstáculo para seguir invirtiendo en España es la prórroga de unos impuestos a la facturación que considera "ilegales y anticonstitucionales".

"Es cristalino que, si se prevé mantener un impuesto especial para las energéticas y la banca más allá de 2023, tomaremos las medidas oportunas. Repsol es la compañía del sector más impactada con unos 450 millones de euros este año".

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"Está impactando y castigando en términos negativos a las empresas energéticas que invierten en activos industriales y que crean empleos en el país", ha afirmado. Y también subrayó que una prórroga de este gravamen "penalizará aún más a esta empresa, con una clara repercusión en sus inversores y en su capacidad de invertir en la transición energética".

Por último, Imaz ha propuesto Portugal como país donde podría tener actividad internacional en su negocio industrial. España es "la principal geografía" donde está invirtiendo el grupo y donde prevé seguir desarrollando "esta gran inversión" en sus activos industriales. Pero, para que esto siga siendo así, es necesario "tener un marco regulatorio y fiscal claro, predecible y estable".

Diálogo social

Mientras tanto, Garamendi también ha remarcado, por su parte, que con las propuestas de PSOE y Sumar parece que se quieren "cargar la paz social" en España, cuando precisamente si hay algo que funciona en nuestro país son los acuerdos sociales y así se ha demostrado en momentos "muy delicados".

De hecho, ha defendido que el diálogo social es "la mejor infraestructura que tiene un país" y España es un "ejemplo en Europa" a este respecto.

Por ello ha criticado medidas como intentar imponer por la ley la jornada de 37,5 horas, que es "puro intervencionismo y puro populismo" y va a afectar al campo, a la hostelería o al comercio.

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El presidente de la CEOE ha recordado que hace sólo tres meses se firmó un acuerdo con los sindicatos para los próximos tres años que ahora "resulta que ya no vale". Además, que esos acuerdos firmados "sólo tienen validez hasta que al regulador se le ocurre cambiarlo sin criterio y devaluando de forma brutal el diálogo social".

En este sentido, ha remarcado que no se trata únicamente de la reducción de la jornada laboral. De hecho, ha apuntado que "más grave" es que la propuesta económica de ambos partidos incluya la palabra "cogestión" en la empresa.

En este contexto, Garamendi ha incidido en su voluntad de sentarse a hablar y a dialogar "las veces que haga falta" y ha criticado que propuestas como las que acaban de hacer PSOE y Sumar es como "si te invitan a un partido de fútbol y te dicen que vas a perder 4-0".

Criticas empresariales

Las palabras de Garamendi han sido respaldadas por otros líderes empresariales durante el Congreso de CEDE, como Gerardo Cuerva, presidente de Cepyme. "Es una persecución en toda regla a las empresas, a todas aquellas personas que realizan una actividad privada", ha subrayado.

En esta línea, Cuerva ha incidido en que las propuestas suponen un "intervencionismo en el sistema económico" y un freno al autogobierno, la autogestión y el libre mercado, al mismo tiempo que ha lamentado que "se instrumentalice el diálogo social" y se "usurpe" el espacio que se han ganado "con toda lealtad y honestidad" sindicatos y empresas.

José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España, en el Congreso de CEDE CEDE

En esta misma línea, Josep Sánchez Llibre, presidente de Fomento de Trabajo Nacional, considera los planteamientos de PSOE y Sumar una "falta de respeto" a los empresarios, los trabajadores y el diálogo social. En su opinión, son "anuncios electorales" y "fuegos de artificio" que probablemente luego no salgan adelante, ya que dudan de que muchos partidos en el congreso lo vayan a respaldar.

Por su parte, José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España, ha defendido que si España ha dado un "paso gigantesco" desde la transición es gracias a la empresa, entendida como empresarios, directivos y trabajadores. Por ello, ha pedido que las políticas públicas del nuevo Gobierno tienen que se "proempresa y coherentes con el sistema". "Hay que animar y ayudas a las empresas", ha agregado.