Valencia

Vicent Soler es el más veterano de los consejeros del gobierno de Ximo Puig. Atiende a El Español-Invertia mientras espera uno de los hitos de su carrera como político: el primer borrador del nuevo modelo de financiación autonómica que alumbrará en breve en Gobierno de España. Ese y no otro ha sido el principal caballo de batalla del dirigente desde que accedió al cargo en 2015.

La Comunidad Valenciana, tal y como reconocen el Ejecutivo de Pedro Sánchez y organismos como Fedea, es la más perjudicada con el actual sistema de reparto. Percibe 200 euros menos por habitante que la media y hasta 700 menos que la mejor tratada, Cantabria. La región cifra el agujero en alrededor de 1.300 millones anuales, y para poder gastar como las demás introduce cada año una "partida reivindicativa" por este montante en sus presupuestos -se se traducen siempre en deuda-.

Ante tales circunstancias, la valenciana es la autonomía que reclama con mayor fuerza que el criterio esencial para el reparto del nuevo sistema sea el de la "población ajustada". "Nadie puede estar en contra de que el gasto per cápita sea similar en todas las comunidades autónomas", afirma Soler. "Nadie puede defender una anormalidad democrática como la infrafinanciación valenciana", insiste.

¿Está nervioso por conocer el "esqueleto" del nuevo modelo de financiación autonómica después de tantos años reclamando la reforma?

Que sea al fin un asunto de Estado es ya una gran victoria para los valencianos. Hemos luchado desde hace mucho por una alternativa justa, adecuada a la Constitución, a la "suficiencia" y la "equidad" de la que habla el artículo 156. Nos ha costado mucho penetrar en la opinión pública española, pero lo hemos conseguido. Es un problema valenciano, porque somos la comunidad peor financiada, pero es también un asunto de convivencia española que debía resolverse, porque estamos hablando del reparto del dinero con el que se financia en Estado del Bienestar, que lo gestionan, en su mayoría, las autonomías.

¿Qué espera de ese "esqueleto"? ¿Con qué se dará por satisfecho y con qué no? ¿Cuánto peso cree que se le puede dar a criterios más allá del de la población para repartir el dinero?

Hay que tener muy claro de lo que estamos hablando. Estamos hablando del sistema de financiación autonómica, del sistema que financiará las competencias de las comunidades autónomas ¿Y a qué se dedican las CCAA? Se dedican a los servicios públicos fundamentales, básicamente, que están dedicados a las personas. Hay otro tipo de problemas que no pertenecen a la naturaleza de la financiación autonómica, que se enmarcan en otro tipo de políticas como el desarrollo regional y que se abordan con otro tipo de mecanismos como el Fondo de Compensación Interterritorial, los fondos europeos estructurales...

Vicent Soler, 'conseller' de Hacienda del Gobierno valenciano. Biel Aliño

Yo creo que se trata de mundos diferentes, y que ahora estamos hablando de financiación de las comunidades autónomas, de como se pagan sus competencias. Por ello creo que el elemento crucial para el reparto es el de la población. Decimos siempre "población ajustada" porque, evidentemente, hay que atender circunstancias como la pirámide de edad de cada territorio. Pero solo de manera tangencial. Lo básico son las personas. Lo demás, en buena parte no corresponde al sistema de financiación, sino a otro tipo de políticas.

El Gobierno también está dando alas a las autonomías que exigen atender a otros criterios como la despoblación o la población flotante ¿Tienen garantías de que la población será, como usted reclama, el criterio esencial?

No conocemos todavía los detalles. Nosotros, como todas las autonomías, hemos hablado con el Ministerio de Hacienda y hemos dicho lo que pensamos. Creo que es crucial esa diferenciación de la que estoy hablando. Si mezclamos otras políticas con el sistema de financiación autonómica estaremos incorporando elementos que no son adecuados en un debate que debería ser bien sencillo. Nosotros queremos que exista un gasto per cápita similar entre los diferentes territorios, no pedimos nada más que eso.

"Nadie puede estar en contra de que el gasto per cápita sea similar en todas las comunidades autónomas"

Ocho autonomías presionan para que sí se produzca esa "mezcla" de criterios sobre la que usted alerta. ¿Teme encontrársela cuando se presente el nuevo sistema de reparto de la financiación autonómica?

Yo creo que, aunque existen diferencias, se ha producido un progreso importante en los últimos años. 15 días antes de la cumbre de Santiago a la que se refiere yo estuve en la ciudad con tres consejeros de Hacienda, los de Extremadura, Castilla y León y Galicia. Y en aquel debate no discrepamos en los principios. Nadie puede estar en contra de que, en los servicios públicos fundamentales, los ingresos per cápita -que es como decir el gasto per cápita- sea similar. ¿Cómo no van a tener los ciudadanos de distintos territorios la garantía de acceder a servicios de la misma calidad? En el diálogo teórico la proximidad es muy grande. Lo que hace falta es precisar, y todo lo que sea demostrable empíricamente se puede estudiar. Nosotros no nos cerramos a nada.

Lo único que pedimos es un sistema sencillo, claro, y que todos los ciudadanos estén bien atendidos en los servicios públicos fundamentales. Y en eso todos podemos ganar, porque se debe abordar otra asignatura pendiente, que es la suficiencia vertical. Las CCAA están, en su conjunto, infrafinanciadas. Todas. La financiación de todas las administraciones autonómicas no guarda relación con las necesidades crecientes del sistema. Dotar el sistema de más recursos permitirá que las que estamos peor financiadas podamos acercarnos a la media sin que ninguna pierda.

La ventaja de ser la autonomía peor financiada es que difícilmente propondrán un modelo que perjudique aún más a la Comunidad Valenciana...

Ese es un análisis minimalista. Yo deseo que se cumpla el mandato constitucional: suficiencia y equidad, suficiencia para el conjunto de comunidades y equidad entre las mismas. Es un mandato constitucional que así sea. Desear eso no es desear la luna. Yo creo que el objetivo de tener los mismos recursos per cápita -con el ajuste necesario- es factible.

"Solo pedimos estar como los demás, acabar con la asimetría que se destapó en 2002 y que no se corrigió en 2009"

¿No se conformarán con menos?

No lo sé, yo soy uno entre 17 y, además, está la administración central. Pero no tenemos por qué. Solo pedimos estar como los demás, acabar con la asimetría que se destapó en el año 2002 y que no se corrigió en 2009. Queremos que, en esta tercera oportunidad, al fin se corrija este desajuste histórico. Pedimos se abandone la opacidad del sistema vigente, que contempla tantos fondos que lo hacen incomprensible. Queremos un sistema claro, transparente, y entendemos que se conseguirá atendiendo al criterio de la población ajustada, que implica basarse en el número de personas para financiar los servicios a las personas, con los matices que sean convenientes. Entiendo que esto es lo que ocurrirá, esperemos que sí.

¿Esperan que se produzca también un anuncio sobre lo que ocurrirá con la llamada deuda histórica?

Lo que hemos pedido es se compense no toda la deuda que tenemos, pero sí la parte que es producto de la infrafinanciación. Porque si de lo contrario no tendremos todos las mismas oportunidades en la nueva etapa.

Vicent Soler, durante la entrevista. EE

Si llega la reforma ¿desaparecerán las 'partidas reivindicativas' de los presupuestos, con las que elevan el gasto hasta el nivel de la media?

Nosotros lo que hemos querido ha sido, por la vía de los hechos, no discriminar a los valencianos. Es decir: optar a obtener los recursos para que el gasto per cápita ajustado sea la de la media de España. No lo hemos conseguido. Hemos avanzado mucho, pero todavía estamos rozándola por unas décimas.

Lo que pretendemos es seguir gastando como la media pero no en base a deuda, sino en base a recursos del sistema de financiación. Sin tener que generar esa situación para que se solucione vía FLA o FLA Extraordinario. Que no sea con préstamos que hagan cada vez más grande la bola de la deuda. Es evidente que, si se nos financia de forma justa, no habrá necesidad de recurrir a las partidas reivindicativas. Si tenemos la misma capacidad que la media no tendremos que recurrir a la deuda para financiar los servicios corrientes, que es la barbaridad que nos ocurre actualmente.

"Cuando te endeudas porque te niegan una aspiración legítima, como es gastar como la media, pierdes toda la mala conciencia"

Hablando de "barbaridades" contables. Al presentar los últimos presupuestos dijo que le habría gustado ser "más ortodoxo". ¿Cuánto incomoda a un reputado economista como usted inventar partidas de ingresos?

En economía, que no es una ciencia exacta, una cosa es el referente canónico y otra, la práctica. Cuando tú te endeudas -sin ser una hacienda soberana, sino que depende de otros- y esos 'otros' niegan una aspiración legítima como es poder gastar como la media, entonces pierdes toda la mala conciencia. Al contrario: ganas en conciencia como servidor público. Se trata de 5 millones de personas que no deben estar maltratados por la infrafinanciación de su autonomía, víctima de un modelo caducado desde 2014.

Es como cuando hablamos de la deuda histórica que ha provocado esta situación. Desde el punto de vista del manual de finanzas se puede considerar incorrecta, una 'quita' improcedente. Pero la realidad es otra. Obviamente, hay que tener en cuenta por qué se ha generado esa deuda en la Comunidad Valenciana. Estamos cargados de fuerza, razón y legitimidad para hacer lo que hacemos. En un escenario de normalidad esto no sería lo correcto. Pero estamos en un escenario de anormalidad, de anormalidad democrática diría yo, que nadie puede defender. ¿Cómo es posible que en un mismo Estado distintos ciudadanos no tengan garantizados unos servicios básicos similares?

Detalle del despacho de Vicent Soler. Biel Aliño

Usted ha protagonizado sonoros desencuentros con Mónica Oltra ¿Se ha resentido estos años la relación entre ambos?

Nosotros somos amigos y nos queremos desde hace muchos años, y siempre nos hemos tenido un gran respeto. A mí me pasa, como a todos los titulares de Hacienda, que tengo que cumplir con un papel que a veces no es grato, pero que es imprescindible. Es la gestión del dinero del contribuyente, que es sagrado. Siempre hay dos miradas: la del que quiere hacer cosas y necesita recursos, y la de quien tiene que velar por identificar las prioridades y la adecuada gestión de esos recursos limitados.

Nosotros contamos con una visión transversal de la ejecución de los presupuestos del año anterior, y eso nos permite interactuar con la otra parte con muchos conocimientos. No por ello tenemos la razón, ni mucho menos. Tiene que haber una buena interacción entre cada conselleria, que vela por que se cumplan los objetivos políticos -en este caso del Pacte del Botànic y del acuerdo Alcem-nos para la recuperación económica-; y Hacienda, quien debe fijar las restricciones en función de los recursos existentes.

En concreto, Oltra dijo sobre usted que "Soler no me dice qué debo hacer y yo obedezco como si fuese una niña" ¿Se ha excedido usted al fiscalizar su departamento?

Yo, por respeto institucional, no comento las declaraciones de otro miembro del Gobierno valenciano.

"Mi primer trabajo serio como alumno de Economía fue sobre infrafinanciación. Lograr la reforma sería un broche muy bonito"

¿Será la reforma de la financiación autonómica el broche a su carrera política?

El otro día recordaba que el primer trabajo serio que hice como alumno de Economía, incentivado por Ernest Lluch, fue justo sobre infrafinanciación, a principios de los años 70. Efectivamente, en mi vida profesional -aunque no solo me he dedicado a esto- ha sido algo que me ha marcado muchísimo. Sería muy bonito. Y no por mí, yo soy lo de menos. Por los 5 millones de valencianos, porque esto es una gran injusticia, una injusticia histórica que no viene solo de 2009, ni tan solo de 2002. A principios de los 70, aquel trabajo que hicimos ya detectaba la infrafinanciación valenciana en la dictadura.

Cuando dejó el acta de diputado autonómico en 2019 se interpretó que usted estaba de salida ¿Le veremos en un tercer Gobierno de Ximo Puig si revalidan el poder?

Mi opinión no tiene importancia, la que sí la tiene es la del presidente.

Entiendo que usted también tendrá algo que decir...

Ya... Pero continúo diciendo que tiene muy poca importancia. Fue Ximo Puig quien me llamó y yo estoy con él. Me gustaría que el repitiera, pero no puedo opinar sobre nada más. No me concierne a mí ni creo que tenga ninguna importancia mi opinión.

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