Sevilla

Fue hace semanas cuando el milagro arancelario llegó. La Unión Europea y Estados Unidos anunciaron un acuerdo para pausar durante cinco años su guerra de aranceles por el conflicto de Airbus y Boeing. La alegría invadió el sector agroalimentario, pero no todos cantaron victoria. Uno de ellos es el de la aceituna negra.

Las empresas dedicadas a este producto soportan aún un arancel del 35%, la asignatura pendiente de la Unión Europea y España con EEUU. Vigente desde finales de 2017, su imposición ha dejado consecuencias que, según el sector, serán difíciles de sanar. Acumulan pérdidas superiores a los 130 millones de euros y dan por perdido el mercado americano mientras otros países competidores ganan terreno.

El origen de esta tasa no tiene nada que ver con el conflicto aeronáutico. Los hechos se remontan a 2017, cuando los productores de la aceituna negra de California denunciaron ante el Gobierno de Donald Trump la "competencia desleal" del sector español. Entre los motivos se encontraban las ayudas de la UE de la Política Agrícola Común (PAC).

Imagen de archivo de una protesta de Asaja contra los aranceles de Trump. EFE

Las empresas estadounidenses denunciaron entonces la "ilegalidad" de las ayudas justificando que causaban "daños" al empresariado de EEUU. A su juicio, la PAC permitía vender a precios más bajos y favorecía la rentabilidad del sector, unas ayudas que no tenía la administración de Trump.

Ante la queja, EEUU abrió una investigación al respecto contra la UE, España y el sector nacional de la aceituna negra. Es entonces cuando se establece la tasa que fija un 20% por dumping y un 15% por las ayudas de la PAC, es decir, un incremento del 35% a la aceituna negra de España. 

"Guerra de navajas"

Fue en ese momento cuando se inició una "guerra de navajas" entre el sector, los países y las regiones. Por un lado, para resolver la situación y, por otro, para hacerse con la posición comercial que estaba perdiendo nuestro país. "Ni la UE ni España se están moviendo durante la investigación abusiva pese a la petición del sector".

Así lo denuncia la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceituna de Mesa (Asemesa). En una entrevista con Invertia, su secretario general y portavoz, Antonio de Mora, denuncia que el arancel pone en juego el sector y la PAC. "Si EEUU se lleva la razón, la UE estaría obligada a modificar la PAC", advierte. 

Desde Asemesa insisten en que su papel movilizador es clave para buscar una solución ante la "pasividad" de las administraciones. "En marzo se llegó a la tregua de los aranceles para intentar llegar a un acuerdo. Días después, el Gobierno nos citó para informarnos de que aprovecharían esta oportunidad para buscar un acuerdo", asegura De Mora.

El secretario general de la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceituna de Mesa, Antonio de Mora.

"Confiamos en que el Ejecutivo lo intente al menos", desea el representante de la asociación que está liderando judicialmente la defensa. Tiene sobre la mesa tres opciones. La primera es convencer a la UE de que presente un recurso del caso en la Organización Mundial del Comercio (OMC), extremo que ya se ha hecho. 

Por otra parte, la presentación de un recurso a la justicia de EEUU que ha dado la razón a España. "Considera que los motivos del sector californiano no están razonados y les da tres meses para que presente nuevos argumentos". Y, por otra parte, la revisión administrativa de los primeros períodos de vigencia del arancel. 

"Frustración y abandono"

Todo este proceso, según lamenta la industria, se ha hecho "a costa" de los socios de Asemesa y sin ayuda económica externa. "Nos hemos gastado más de siete millones de euros en abogados y lo que nos queda. Podemos estar sufriendo hasta 2028 si se mantiene la tasa", denuncia Antonio de Mora. 

Impotencia, frustración y abandono son las sensaciones más repetidas por los afectados que afean la "falta de información" sobre las negociaciones. La industria de la aceituna negra se extiende por toda España aunque es Andalucía la comunidad que concentra más empresas con el 80% del total, seguida de Extremadura (15%).

Con todo el sector herido de gravedad, la asociación apunta que 130 millones de euros se han dejado de exportar provocando la pérdida de España de su posición líder en el mercado. Esta circunstancia permite que países como Turquía, Marruecos y Egipto ganen terrero.

"Será imposible recuperar el 70% de las exportaciones perdidas", estiman desde la asociación nacional. Precisamente, una de las zonas más dañadas es Morón de la Frontera (Sevilla), municipio donde se ubica su base aérea militar. "Para unas cosas aliados y para otras a sufrir las consecuencias", zanja el sector.

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