Cuando Isabel Díaz Ayuso decidió anticipar las elecciones lo hizo pensando en los datos demoscópicos, pero también en los económicos. La economía madrileña rebotó un 4,4% en el último trimestre del año (cuatro puntos por encima de la media nacional del 0,4%). En los últimos 12 meses ha liderado la creación de empleo (con 87.000 nuevos afiliados), pese a que ha sufrido un aumento del paro hasta el 13,5%, según la EPA (frente al 16,13% del conjunto del país).

Son datos que han hecho que la gestión sanitaria de la pandemia en Madrid haya sido objeto de análisis de economistas y otros gobiernos autonómicos e internacionales, al tiempo que han convertido a Díaz Ayuso en 'Santa Isabel' entre hosteleros y taxistas.

Si ya hace una semana, la economía se perfilaba como un elemento clave en la contienda electoral del 4 de mayo, con la decisión de Pablo Iglesias de ser candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid estas elecciones se van a convertir en una suerte de plebiscito sobre el modelo ideológico y económico que quieren los madrileños. Y habrá quién esté tentado a exportar el análisis al resto de España, puesto que el resultado de estas autonómicas tendrá repercusión nacional.

Fiscalidad

No es para menos, dado que el primer punto de esta batalla será el fiscal. La fiscalidad de Madrid ha contribuido en los últimos años a que la región que alberga la capital de España diera el sorpasso a Cataluña en términos de PIB.

Según datos recabados por este periódico, entre 2004 y 2020, el ahorro fiscal para los contribuyentes y familias madrileñas ha alcanzado los 52.819 millones de euros por las reducciones, bonificaciones y exenciones de todas las figuras tributarias sobre las que tienen competencia los gobiernos autonómicos.

Esto ha supuesto un ahorro medio de 16.500 euros por contribuyente, tomando en consideración a los declarantes de IRPF.

La teoría Díaz Ayuso y su consejero de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty, es que el dinero de los ciudadanos produce más en sus manos que en las de las Administraciones públicas.

Un choque frontal con la defensa que hace Unidas Podemos de un mayor intervencionismo del Estado en todas las esferas de la economía. Esto se ha podido comprobar en su último año en el poder, con declaraciones de algunos de sus ministros, entre ellos, Yolanda Díaz, felicitándose por la capacidad del Estado de pagar subsidios a millones de afectados por la pandemi

La inversión y los residentes que ha atraído la CAM con su modelo fiscal están muy presentes en el independentismo, que lleva tiempo tratando de negociar con Pedro Sánchez una 'armonización fiscal' en España para quitar 'privilegios' a la Comunidad de Madrid con el apoyo de Unidas Podemos. Es un debate en el que ERC está en consonancia con otros Gobiernos, como el de la Comunidad Valenciana, uno de los más activos en este debate.

Lo cierto es que cuando se analizan los impuestos que gravan la riqueza, la Comunidad de Madrid es más atractiva que el resto para los grandes patrimonios, lo que le ha permitido captar declarantes con altas rentas a un ritmo más elevado que el resto de España en los últimos años.

'Impuestos a los ricos'

En estas elecciones, tal y como las plantean Iglesias y Ayuso, estarían en juego las bonificaciones de los impuestos de Patrimonio, Sucesiones y Donaciones. Son las figuras tributarias que Unidas Podemos denomina 'impuestos a los ricos', pese a que esto no siempre es así.

De hecho, como recuerda el profesor del IESE, José Ramón Pin, las bonificaciones en las herencias también han beneficiado a las clases medias y trabajadoras, dado que contemplan que hasta cierta cantidad (700.000 euros) los bienes transmitidos proceden del ahorro de los padres que ya pagaron impuestos por ellos y se sacrifican para dejar una herencia a sus hijos.

Ya en los Presupuestos con el Gobierno de coalición con Pedro Sánchez se incrementó el impuesto sobre el Patrimonio en alguno de sus tramos a pesar de que la CEOE lo calificó de "confiscatorio".

Con motivo de ese debate, otros economistas, como Miguel Sebastián en una sonada tribuna publicada en Invertia, expusieron los motivos por los que España debía suprimir Patrimonio, como han hecho el resto de los países de nuestro entorno.

Dentro de este debate fiscal, va a ser más difícil explicar a los madrileños la idea de Unidas Podemos de acabar con las 'ventajas fiscales' de quienes trabajan y viven en la CAM con el IRPF, que afecta a todas las nóminas y que también tiene una bonificación más grande en Madrid.

Además, a pesar de la pandemia, Díaz Ayuso se disponía a rebajar el IRPF en todos los tramos antes de 2023. Siempre con el argumento de que dejar en los bolsillos de los ciudadanos ese dinero acaba generando más actividad económica y recaudación. Un argumento contestado por la izquierda con críticas a sus políticas públicas en ámbitos como la Sanidad.

Motor económico

Lo cierto es que la política fiscal del Partido Popular en la Comunidad de Madrid ha venido acompañada de buenos datos macroeconómicos en los últimos años en los que ha conseguido desbancar a Cataluña como motor económico español a pesar de tener menos población.

El aumento de la renta per cápita en Madrid de la última década superaba en un punto a la media española antes de la pandemia. En 2019, esta alcanzaba los 35.913 euros frente a los 26.430 euros de la media nacional y los 31.119 euros de Cataluña.

Son datos que no incluyen el golpe de una pandemia que hizo caer la economía madrileña el pasado año en un 10,3%, frente a la media provisional del conjunto de España del 11%.

Sin embargo, en el segundo semestre del año, Madrid consiguió liderar el rebote y perfilarse como uno de los motores de la salida de esta crisis.

Vivienda e inversión 

La confianza en su economía se reflejó en los 4.278 millones de euros que recibió en inversión extranjera en el trimestre que prosiguió al verano. Se trata de un dato que representa algo más del 80% del total de inversión internacional que llegó a España en ese periodo.

Hay más políticas en las que un Gobierno autonómico tiene mucho que decir. Una de ellas es la de vivienda, donde Unidas Podemos ya ha demostrado cuál es su hoja de ruta con el modelo catalán que legaliza la okupación y las políticas de control de precios que ha defendido dentro del Ejecutivo nacional.

También aquí, el PP ha adoptado una política fiscal propia con reducciones en el AJD (Actos Jurídicos Documentados) y el ITP (Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales).

Se trata de un modelo que ha generado alarma en los fondos internacionales con intereses en España, algo que empieza a tener repercusiones sobre el resto de la inversión y que venían siendo objeto de preocupación en el Gobierno de España.

Ni Pablo Iglesias, ni Irene Montero han ocultado su admiración por modelos como el de Venezuela o más recientemente Argentina, ante la crisis en la dura que están sumidos los venezolanos. Ambos espantan a la inversión internacional 

El debate ideológico que se va a vivir en Madrid en los próximos meses es reflejo, también, de la confrontación política y la estrategia de polarización que es rechazada por la clase empresarial.

La CEOE no quería valorar este lunes las repercusiones de la decisión política de Pablo Iglesias, pero su presidente, Antonio Garamendi, sí pidió "moderación" a los políticos hace una semana, cuando Díaz Ayuso convocó elecciones tras el terremoto de la moción -finalmente fracasada- de Murcia.

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