Bruselas

Mientras en España Gobierno e interlocutores sociales no se ponen de acuerdo sobre la prórroga de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) más allá del 30 de septiembre, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE) pide mantener este instrumento mientras dure la crisis de la Covid-19. A juicio de Christine Lagarde, sería "contraproducente" empezar a retirar ya las medidas de estímulo presupuestario aprobadas por los Gobiernos de la eurozona para amortiguar el impacto de la pandemia.

"Aunque la actividad económica de la eurozona ha rebotado durante el tercer trimestre, la recuperación sigue siendo incompleta, precaria y desigual", ha dicho este lunes Lagarde durante una comparecencia virtual ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara. La eurozona no alcanzará su nivel de riqueza previo a la pandemia hasta finales del 2022, según los cálculos del BCE.

"El impacto de la pandemia del coronavirus se sigue sintiendo en toda la eurozona. Las empresas sufren dificultades, la gente está perdiendo sus puestos de trabajo y las perspectivas de futuro siguen siendo inciertas", ha relatado Lagarde.

"El gasto de consumo se ha reanudado de forma significativa, pero los consumidores siguen siendo cautos debido a la ansiedad sobre su puesto de trabajo y sobre sus perspectivas de ingresos. Del mismo modo, la inversión empresarial ha empezado a remontar, pero la debilidad de la demanda y la elevada incertidumbre continúan pesando en los planes de inversión de las compañías", señala la presidenta del BCE.

"En este contexto, los sistemas de conservación del empleo (como los ERTE) y las garantías nacionales a los créditos bancarios siguen siendo factores extremadamente importantes a la hora de reducir la incertidumbre y suavizar el impacto de la pandemia", ha insistido Lagarde. 

Según ha explicado, las medidas de estímulo presupuestario adoptadas por los Gobiernos en respuesta a la crisis equivalen al 4,5% del PIB de la eurozona, mientras que los avales a los créditos ascienden al 20% del PIB. Se trata de una "respuesta potente" a "circunstancias excepcionales"

Ajustar todos los instrumentos

"La clave ahora es garantizar que este apoyo presupuestario se sostenga, porque todavía no estamos fuera de peligro", sostiene Lagarde. En su opinión, las medidas extraordinarias de estímulo fiscal sólo deben empezar a retirarse a medida que la recuperación se consolide. "Pero todavía no estamos ahí", ha apuntado.

"Si el apoyo presupuestario que se ha puesto en marcha se retira, se reduce o se limita, o si se empieza a discutir sobre eso ahora, creo que sería algo contraproducente. Mi mensaje en este momento es que el apoyo fiscal es absolutamente necesario y debe seguir trabajando mano a mano con nuestras políticas", ha insistido Lagarde.

El BCE alerta de que la fuerza de la recuperación sigue dependiendo de la evolución de la pandemia del Covid-19 y del éxito de las políticas para contenerla. "La crisis de salud pública seguirá pesando sobre la actividad económica y plantea riesgos a la baja para las perspectivas económicas", señala la presidenta.

En cuanto a la política monetaria, Lagarde ha vuelto a repetir a los eurodiputados que el Consejo de Gobierno del BCE está dispuesto a "ajustar todos sus instrumentos" si la situación empeora, entre ellos el programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP), cuya dotación total ya aumentó en junio hasta 1,35 billones de euros.

Para ello tendrá en cuenta "toda la información que lleguen, incluyendo la evolución del tipo de cambio". La apreciación del euro frente al dólar amenaza con agravar la crisis en la eurozona ya que perjudica a las exportaciones de las empresas comunitarias y hunde todavía más la inflación al reducir los precios de las importaciones. 

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