Bruselas

El giro sin precedentes de Angela Merkel para salir al rescate de España e Italia, los países más golpeados por la crisis del coronavirus, ha dejado descolocados a sus aliados tradicionales, los países del Norte. En su acuerdo con Emmanuel Macron, la canciller ha roto dos tabúes de los nórdicos: permitir que la UE emita deuda a gran escala para crear un fondo de reconstrucción de 500.000 millones de euros y auxiliar a Madrid y Roma con subvenciones y no con préstamos

El presidente francés sí ha logrado convencer de que se sumen a este compromiso a sus dos principales socios, Pedro Sánchez y el italiano Giuseppe Conte. La dotación del fondo será muy inferior a lo que ellos pretendían: el presidente del Gobierno había reclamado 1,5 billones de euros. Además, el acuerdo entre París y Berlín tampoco incluye la petición española de una deuda perpetua que nunca hay que devolver. Pero sí está el elemento central que solicitaban Madrid y Roma: subsidios en lugar de créditos para no engordar su abultado endeudamiento y provocar otra crisis de deuda.

En contraste, la canciller no ha conseguido arrastrar al acuerdo a sus aliados de siempre. Al contrario, el autodenominado 'club de los frugales' (compuesto por Países Bajos, Austria, Suecia y Dinamarca) se rebela contra Merkel y contraataca con un plan alternativo, que se ha enviado este sábado a Bruselas y a todas las capitales: solidaridad hacia España e Italia, sí; mutualización de la deuda y subvenciones a fondo perdido, nunca.

Angela Merkel y Emmanuel Macron, durante la rueda de prensa virtual de este lunes. Kay Nietfeld/Reuters

Esta batalla de planes alternativos tiene como objetivo presionar a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, que tiene previsto presentar su propuesta el próximo miércoles 27 de mayo. Una iniciativa de recuperación que constará de dos pilares: en primer lugar, una actualización del presupuesto plurianual de la UE para 2021-2027 teniendo en cuenta el impacto del Covid-19; a ello se sumará un fondo de reconstrucción temporal financiado mediante la emisión de deuda de la UE, usando como garantía precisamente el presupuesto plurianual.

El 'club de los frugales' asegura que apoya este fondo extraordinario "para apoyar la recuperación económica y la resistencia de nuestros sistemas sanitarios frente a posibles nuevas olas" del coronavirus. Pero a diferencia del pacto entre París y Berlín, su propuesta no detalla ni cuál debería ser su dotación ni cómo se financiará. Es decir, los países del Norte se limitan a decir lo que no quieren, pero no explican muy bien lo que quieren.

No a la mutualización de la deuda

"Lo que no estamos dispuestos a aceptar, no obstante, es cualquier instrumento o medida que conduzca a una mutualización de la deuda ni incrementos significativos en el presupuesto de la UE", asegura el plan conjunto de Países Bajos, Austria, Dinamarca y Suecia, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL. La ayuda de la UE debe basarse en "créditos favorables a los que han resultado más gravemente afectados por la crisis", sostiene el 'club de los frugales'.

Su negativa a una mayor solidaridad hacia España e Italia se sustenta en que "todos los Estados miembros sufrirán una contracción económica sin precedentes en 2020, con una recuperación sólo parcial en 2021".

"Eso significa que los Estados miembros deberán dedicar un mayor porcentaje de sus recursos nacionales al presupuesto de la UE en un momento en el que las finanzas públicas nacionales sufren ya una presión grave. Dedicar fondos adicionales a la UE, independientemente de cómo se financien, sobrecargará todavía más los presupuestos nacionales", aduce el 'club de los frugales'.

Mark Rutte y Pedro Sánchez, durante una cumbre de la Unión Europea. UE

Como alternativa a un gran fondo de reconstrucción como el que plantean Macron y Merkel, los países del Norte proponen adelantar el presupuesto de la UE 2021-2027 y concentrarlo en los próximos meses. Además, quieren redirigir el dinero europeo a las necesidades más acuciantes provocadas por el Covid-19, en detrimento de otras "áreas que probablemente contribuirán menos a la recuperación". Unas áreas que tampoco se definen, aunque tradicionalmente estos países están en contra de la política agrícola común y de los fondos regionales.

Eso sí, el 'club de los frugales' mantiene su línea roja de que el presupuesto plurianual de la UE no puede superar el umbral del 1% del PIB comunitario. Una postura intransigente que ya hizo naufragar las negociaciones presupuestarias en la última cumbre presencial de líderes europeos a finales de febrero. Estos países exigen además que se les mantengan las compensaciones o cheques por ser contribuyentes netos a las arcas europeas.

Compromiso férreo con las reformas

Finalmente, Austria, Países Bajos, Dinamarca y Suecia reclaman que las ayudas del fondo de recuperación de la UE a España e Italia estén sujetas a "un compromiso férreo a favor de las reformas y el marco presupuestario" de la UE, que exige la consolidación fiscal. Además, deben reforzarse los controles para evitar el fraude y la corrupción en el gasto de fondos europeos.

Los préstamos de la UE deben concentrarse en "las actividades que más contribuyan a la recuperación, como la investigación y la innovación, el refuerzo de la resistencia del sector sanitario y el impulso de la transición verde que sustente las ambiciosas agendas de la UE en materia de clima, crecimiento y digital".

Ursula von der Leyen, presidente de la Comisión Europea. Reuters

El fondo de reconstrucción tendrá que ser un instrumento temporal y puntual con una "cláusula de expiración" al cabo de dos años y "no puede conducir a ninguna mutualización de la deuda". Se basará en "préstamos en condiciones favorables a los países que más lo necesitan, limitando el riesgo a todos los Estados miembros y proporcionando incentivos sólidos".

El plan alternativo del 'club de los frugales' significa que la batalla entre el Norte y el Sur de la UE por la respuesta económica a la crisis del coronavirus continúa, pese a que Merkel haya cambiado de bando. Las decisiones sobre el presupuesto plurianual de la UE se adoptan por unanimidad de los 27 Estados miembros. Eso quiere decir que Italia y España deberán ofrecer contrapartidas o garantías reforzadas a Países Bajos, Austria, Dinamarca y Suecia para que acepten el fondo de reconstrucción.

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