El Banco de España ha salido hoy al paso de todas las críticas recibidas por la imputación de la cúpula directiva del supervisor cuando se produjo la salida de Bankia a bolsa. La Comisión Ejecutiva se ha reunido hoy para aceptar las dimisiones de los tres responsables de supervisión que todavía continuaban en el cargo, Mariano Herrera García-Canturri, director general de Supervisión, Pedro Comín Rodríguez, director general adjunto de Supervisión y Pedro González González, director del Departamento de Inspección IV.

Al mismo tiempo, ha querido respaldar la labor de la anterior cúpula de la entidad manifestando "su plena confianza en todos los responsables" que han sido imputados, entre ellos el exgobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez y el exsubgobernador, Javier Aríztegui.

La Comisión Ejecutiva asegura que su actuación se ciñó en todo momento a la "defensa de la estabilidad financiera y al interés general". Unas declaraciones que contrastan con la imputación de la Audiencia Nacional en la que indica que la cúpula del supervisor conocía la verdadera situación financiera de Bankia, esto es, que estaba al borde de la quiebra, y que, pese a eso, decidieron seguir adelante con la operación.

El Banco de España confía en que la imputación de los seis ex altos cargos permitirá "aclarar cuantas dudas existan sobre la actuación del Banco de España en el proceso de constitución y recapitalización de BFA-Bankia". La institución que preside Luis María Linde ha asegurado que la actuación del supervisor se ajustó "en todo momento al cumplimiento de la normativa". 

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