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Como viene siendo habitual, el mes de septiembre empieza de manera intensa para sindicatos y patronal, sobre todo porque toca comenzar a negociar cuál será el salario mínimo interprofesional (SMI) de 2026. Y los sindicatos ya tienen una reclamación en la cabeza.

Pese a que UGT y CCOO no han pactado aún una postura común al respecto (es lo que suelen hacer de cara a este tipo de negociaciones), la exigencia sindical está clara, según indican fuentes de los sindicatos. No aceptarán una subida del SMI (que hoy está en los 1.184 euros brutos en 14 pagas) que no sea superior a la inflación de 2025.

La última previsión de paneles como el de Funcas apuntan que los precios subirán este año una media del 2,4%. Por tanto, los trabajadores reclamarán una subida superior a esa cantidad en la reunión a la que todavía les tiene que convocar el Ministerio de Trabajo.

Una cita que Pepe Álvarez, secretario general de UGT, quiere sea más pronto que tarde. Este miércoles demandó que el Comité de Expertos del SMI se reúna antes del 15 de septiembre, para que el Gobierno traslade una propuesta cuanto antes.

"En breve situaremos entre sindicatos cuáles son las exigencias. Para UGT el poder adquisitivo del SMI tiene que ganar puntos y crecer por encima del coste de la vida", ha indicado.

Además, ha recordado que hay que cambiar la normativa del SMI patrio para adoptar la directiva comunitaria. "Debe solventarse, necesitamos un real decreto que fije los criterios de aplicación y compatibilidades con los pluses, incluido la insularidad y el plus de Ceuta y Melilla", ha expuesto.

Además, cabe recordar que el Gobierno tiene pendiente una de sus promesas: crear un mecanismo legislativo que permita automatizar las subidas anuales del salario mínimo.

¿Cuál es la postura de la CEOE? Por ahora no tiene. Pero los primeros espadas de la patronal se reunirán en próximos días para tratar de poner encima de la mesa un consenso.

Sin embargo, voces de la cúpula de la empresarial dan por hecho que, si hacen llegar una propuesta al Diálogo Social, tendrá poco resultado. "Diremos lo que opinamos y nos sentaremos a la mesa, aunque no nos vayan a hacer mucho caso", ha dicho.

En cualquier caso, en CEOE consideran que "ahora lo prioritario es la votación de la jornada laboral". Cabe recordar que la reducción de la misma a 37,5 horas semanales se enfrenta a su primer examen parlamentario la próxima semana.

Concretamente, contra una amenazante enmienda a la totalidad de Junts.

En la patronal, contrarios a la medida, no dan por hecho que la norma vaya a ser rechazada. Aunque admiten que son "optimistas", dada la postura que vienen mostrando los de Carles Puigdemont en los últimos meses.