El Consejo de Ministros celebrará este jueves una reunión extraordinaria para "abordar un conjunto de medidas con el que seguir afrontando las consecuencias de la sequía en España". Más allá de las cuestiones hidrográficas o agrícolas, el Ejecutivo suspenderá o limitará la jornada laboral de aquellos trabajadores que estén expuestos al calor extremo.

La medida afectará a los trabajadores que desarrollen su actividad al aire libre -como tareas de limpieza o recogidas de basuras- o en áreas que estén cerradas, pero no acondicionadas ante temperaturas extremas, según han informado fuentes conocedoras. En este sentido, cabe recordar que el pasado verano falleció un barrendero en Madrid mientras desarrollaba sus funciones en plena ola de calor.

Exactamente, la normativa que el Gobierno pretende aprobar contempla tres supuestos. En el primero de ellos, el de calor extremo, se procederá a la prohibición del desarrollo de algunas tareas a determinadas horas del día.

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En el caso de que la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) active la alerta naranja o roja debido a las altas temperaturas, el Ejecutivo pretender obligar a la reducción de la jornada laboral o la redistribución de la misma. Además, en un tercer supuesto, las empresas tendrán que adoptar distintas medidas para proteger a sus trabajadores, como el uso de ropa más ligera.

Todos los años el Gobierno pone en marcha un plan nacional de actuaciones preventivas por altas temperaturas. Sin embargo, la hoja de ruta de 2023 recogerá las mencionadas medidas. Así lo ha avanzado la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, en declaraciones a los medios durante una visita a la localidad de Alcorcón (Madrid).

Preguntada por el Consejo de Ministros extraordinario que tendrá lugar mañana para abordar medidas contra la sequía, y tal y como recoge Europa Press, Díaz ha remarcado que hay que incorporar medidas de obligado cumplimiento en las normas laborales para adaptarlas a la meteorología por altas temperaturas y por el cambio climático.

Sin embargo, desde su equipo han explicado que de momento no está claro si este cambio tendrá luz verde en el Consejo de Ministros extraordinario de este jueves o en días posteriores.

Consejo extraordinario

Respecto a las medidas para hacer frente a la sequía, la ministra para la Transición Energética, Teresa Ribera, ha adelantado este martes que con ellas se pretende garantizar, si fuera necesario, el abastecimiento de agua en las ciudades y su disponibilidad para los agricultores.



En declaraciones a los medios en los pasillos del Congreso, Ribera ha justificado la necesidad de celebrar una reunión extraordinaria monográfica para dedicar toda la atención del conjunto de los ministros a este asunto "relevante", ante sequías "cada vez más intensas y frecuentes".



Ha indicado que el contenido completo de las medidas se conocerá mañana, pero ha apuntado que, además de las medidas estructurales, es necesario tener una capacidad de reacción "ágil" para cuando sean necesarias nuevas acciones.



En este sentido, ha recordado que el año pasado ya hubo que adoptar un paquete de medidas para garantizar el abastecimiento de agua en las ciudades y ayudar a los agricultores, al mismo tiempo que ha resaltado la importancia de los planes hidrológicos de tercer ciclo, diseñados para hacer frente a estos episodios de sequía.

Falta de agua

El cónclave extraordinario del Gobierno tendrá lugar en un momento en el que la falta de lluvia en España sigue mermando la reserva de los embalses, que esta semana han perdido 406 hectómetros cúbicos, lo que representa el 0,7%, según ha informado esta semana el Ministerio para la Transición Ecológica.

El departamento que dirige Ribera señala que en estos momentos los embalses guardan 27.417 hectómetros cúbicos, por lo que están al 48,9% de su capacidad total. Así, en este momento, 2023 es el quinto año con menos agua almacenada en los embalses desde que hay registros.

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En la semana 19 de 1994 los embalses estaban prácticamente como en este momento, al 48,39% de su capacidad; un año antes, en 1993, al 44,58%; e incluso, en 1992 se situaban en el 46,48% de su capacidad total. Fueron esos cuatro años, de 1992 a 1995, los ejercicios con menos agua reservada desde que hay registros.