Eduardo Ortega Socorro Sandra Tobar

El año ha empezado con datos muy negativos en el empleo. España supera por primera vez los cuatro millones de parados desde 2016 y esta situación se va a agravar en los próximos meses. Más de 21.000 trabajadores saldrán de las grandes empresas españolas, sobre todo a través de despidos y ERE.

Este fenómeno se va a dar, especialmente, en el sector financiero, que se ha visto sacudido por las fusiones bancarias. Los planes de ajuste de las entidades, ya en marcha, prevén reducir la masa salarial del sector en casi 15.000 trabajadores.

El grueso de la reducción procederá de la fusión entre CaixaBank y Bankia, ya en marcha. Aunque las cifras no son oficiales y la fórmula con la que se producirá la reestructuración de la plantilla todavía está por negociar, fuentes del sector bancario apuntan a que saldrían unos 5.100 trabajadores de la entidad resultante.

Los responsables de CaixaBank y Bankia.

La otra fusión del mercado financiero español también dará lugar a ajustes. Se trata de Liberbank con Unicaja, que llevará a que el nuevo banco prescinda de unos 1.000 trabajadores.

Pero las fusiones, asociadas a la crisis económica, no son la única causa de los ajustes en las plantillas en las entidades. El cambio del modelo de negocio y el cierre de sucursales ha llevado también a que los dos grandes bancos de España, el Santander y el BBVA ejecuten recortes de personal.

El Banco Santander ya tiene en marcha un ERE para la salida de 3.572 trabajadores, ya pactado con los sindicatos. Por su parte, el BBVA se plantea un recorte de 3.000 personas, pero todavía no lo ha confirmado oficialmente ni ha iniciado la negociación con los sindicatos.

También se están produciendo salidas en el Sabadell. A través de un plan de prejubilaciones y bajas incentivas, se va a llevar a cabo un ajuste de 1.817 empleados de la entidad.

ERTE

En cambio, en los sectores más afectados por la crisis económica y la falta de actividad por las restricciones aplicadas para frenar los contagios de Covid-19, los expedientes de regulación de empleo temporal (ERTE) incentivados con beneficios para trabajadores y empresas están cumpliendo su fin.

La destrucción de empleo no está siendo tan acelerada en estas empresas como cabría esperar. En eso también tiene mucho que ver la prohibición del despido por causas Covid que se ha ligado a cada prórroga de los ERTE. También con la cláusula de salvaguarda del empleo de seis meses a la que se han comprometido las empresas que los han ‘disfrutado’.

Pero ello no ha impedido que varias empresas de estos sectores se hayan lanzado a los ajustes de empleo colectivos. Este es el caso del Corte Inglés, que ha activado un plan de bajas incentivadas que permita la salida de 3.000 trabajadores.

La cadena de perfumerías Douglas ha anunciado una reorganización de su red de tiendas en España con el cierre de 103 establecimientos, lo que conllevará la presentación de un ERE que afectará a un máximo de 600 empleados. Por su parte, la cadena Imaginarium, que ha decidido cerrar la mayoría de sus establecimientos, despedirá a 101 empleados.

Turismo

También empresas como Pascual, Heineken y Coca-Cola European Partners (CCEP) Iberia han cerrado o negocian sus ERE para dar salida a casi 700 empleados.

El sector del turismo también ha activado sus primeros despidos colectivos. La dirección de la cadena hotelera NH ha comunicado a los trabajadores de servicios centrales (ubicados en Madrid y Barcelona) y de la central de reservas la intención de poner un ERE que afectará a más de 300 personas.

Parecida intención tiene Logitravel, que planteará un ERE en tres de sus filiales (Tu Experto en Viajes, Traveltino 2009 y Travelconcept) que afectaría a entre 300 y 400 empleados.

Mientras, el grupo turístico alemán Tui ha puesto en marcha en una de sus filiales en España un ERE que afectará al 14% de la plantilla, 180 trabajadores de los 1.300 que tiene.

Por otro lado, si bien los ERTE han frenado la sangría del empleo en el sector del transporte, algunas empresas han decidido recortar sus plantillas. Es el caso de Norwegian. La compañía aérea tiene el plan de aplicar un ERE a 485 de sus trabajadores (pilotos y tripulantes de cabina), de los 1.285 que tiene en España la compañía escandinava.

Estos son las reestructuraciones que se pueden 'controlar' al ser despidos colectivos que se han negociado o se están negociando con los trabajadores. Sin embargo, la destrucción del empleo en pequeñas y medianas empresas es ya una realidad. 

Destrucción de empresas

Así lo demuestra que el último febrero ha sido el que mayor subida de parados ha registrado desde 2013 y que en las últimas dos oleadas de Covid se han perdido 34.000 empresas. Y todo apunta a que la situación puede ir a peor.  

Según ha indicado el último barómetro del Consejo General de Gestores Administrativos, más de 300.000 empresas españolas mantienen un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) y en torno a 450.000 pymes precisan de más financiación para no colapsar, de las que unas 130.000 estarían a las puertas de presentar concurso de acreedores si no reciben antes ayudas.

Por ello, los gestores han pedido al Gobierno que no demore más aprobar las medidas para salvar a los negocios del "abismo".

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