Este viernes, Gobierno, patronal y sindicatos dan el pistoletazo de salida a la prórroga de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y los beneficios que permiten: prestaciones para trabajadores y exoneraciones del pago de cuotas a la Seguridad Social para empresas. Y, a diferencia de otras ocasiones, el Ejecutivo no va a plantear rebajar estas mejoras.

Así lo indican fuentes del Gobierno, que en la negociación estará representado por el Ministerio de Trabajo. Desde el Ejecutivo entienden que la situación de la pandemia, que está evolucionando hacia una tercera ola de Covid, no permite rebajar o relajar el actual esquema de ERTE, ni los beneficios que permiten a las empresas.

Por eso, la idea es “mantener las actuales condiciones prácticamente igual, sin grandes cambios”. De esta manera, el Ejecutivo quiere que la negociación transcurra más veloz, y con menos obstáculos, que en ocasiones anteriores. De hecho, la aspiración es haber cerrado la nueva prórroga antes del 15 de enero, es decir, del viernes de la próxima semana.

Con todo, el departamento que lidera Yolanda Díaz tiene la ambición de que se amplíe el acceso a la formación para los trabajadores que están en ERTE. Se trata de una posibilidad que se incluyó en la última ampliación, la de septiembre, y que quiere potenciar “lo máximo posible”.

Esta misma semana, Joaquín Pérez Rey, secretario de Estado de Trabajo, indicó su intención de tocar lo menos posible el modelo de los ERTE. Pero, ¿hasta cuándo será esta nueva ampliación? Se desconoce aún. Con todo, el Ejecutivo planea que la extensión sea para plazos superiores respecto a negociaciones precedentes.

Modelo

Cabe recordar que, ahora mismo, hay tres tipos de ERTE: los de fuerza mayor para determinados sectores económicos, los de impedimento de actividad y de limitación actividad.

Los dos últimos están destinados a paliar el impacto sobre la actividad de las empresas de las restricciones que están aplicando las comunidades autónomas para controlar la pandemia. Empresarios de cualquier sector se pueden acoger a ellos y permiten exoneraciones que pueden llegar al 100%.

La cantidad de trabajadores que cobra prestaciones mediante estas figuras, que hasta hace unos meses había menguado, ha vuelto a subir por el impacto de la segunda ola del coronavirus. De hecho, diciembre se cerró con 755.613 personas en ERTE, lo que supone 8.033 trabajadores más que en noviembre.

En la reunión del Diálogo Social en la que se va a tratar la ampliación de los ERTE también se abordará la eventual subida del salario mínimo interprofesional (SMI), hoy en 950 euros mensuales en 14 pagas.

Un acuerdo en esta cuestión, por lo pronto, es remoto. El Gobierno ha insistido en que es necesario, para ello, acuerdo con los agentes sociales, y esto no parece viable ahora mismo. La patronal insiste en congelar el SMI y los sindicatos en subirlo, al menos, un 1,5%.

En este sentido, Nadia Calviño, vicepresidenta económica, indicó que esta cuestión podría quedar aparcada hasta la segunda mitad del año, cuando se contraste si la recuperación económica fructifica.