Si se quiere extender la economía azul y verde, es decir, la generación de recursos respetando el medio ambiente, hay que lograr que sea productivo y rentable para las empresas. Es la conclusión de las líderes de las zonas francas de las Américas, Vigo y Sevilla, que han decidido acelerar en su ayuda.
Porque no será posible implementar la nueva economía limpia sin ellas, que en algunos casos ya van varios pasos por delante y precisan del respaldo definitivo de la logística.
Es uno de los mensajes lanzados en la última jornada del Blue Zone Forum, promovido por la Zona Franca de Cádiz y Navalia Meeting y que ha guardado espacio destacado a la gestión de estos espacios por mujeres, a uno y otro lado del Atlántico al contar con Claudia Pellerano, presidenta de la asociación que engloba a las zonas francas de las Américas.
Pellerano trajo a la cita gaditana la experiencia de más de 400 zonas francas que cuenta con una gran diversidad de proyectos y parques industriales, aunque con una misma dirección, "hacer las cosas bien" teniendo muy presente el medio ambiente y sobre todo que las soluciones sean atractivas para las cuentas de las empresas.
"Estar en el mundo de negocios no nos hace ajenos a las soluciones medioambientales. Pero tiene que haber gobernanza compartida con presencia del Estado para sus proyectos o no son sostenibles en el tiempo", ha reflexionado.
Y en ese ámbito las zonas francas guardan un papel clave para ayudar en logística. Sobre todo viendo la experiencia americana: "para que se viralice el concepto de lo medioambiental hemos tenido que enlazar con la productividad y el desarrollo de objetivos medibles para las compañías".
Es algo que ha sucedido con la llamada economía 'verde' y hacerlo pensando en la economía azul es el gran siguiente gran reto. Aunque ya ve oportunidades, por ejemplo, si se consigue dar un uso productivo a las algas que en el Caribe a veces se convierten en un dolor de cabeza para la industria.
De Cádiz se va Pellerano con la sensación de que las soluciones pueden ser especialmente creativas gracias a las charlas mantenidas con otras líderes de zonas francas centradas también en buscar cómo ayudar a las empresas.
Es el caso de Carmen Tovar, delegada de la Zona Franca de Sevilla, que ha sido rotunda en su intervención. "Los proyectos importantes para mí son los de las empresas", ha asegurado. Para Tovar la clave es hacer todo lo posible para que las instalaciones estén al servicio de los proyectos, siendo consciente de que en algunos casos hay que ponerse las pilas.
"Tengo que saltar si puedo cuatro escalones a la vez. Yo tengo que correr porque las empresas ya se encuentran en ese futuro y tenemos que estar con ellas", ha aseverado.
La Zona Franca de Sevilla aspira a mirarse, en otros, en el ejemplo de su homóloga en Vigo, donde hay más de 700 empresas instaladas.
Inés Gonzalez, secretaria general en Consorcio Zona Franca de Vigo, ha apuntado que en su caso la ayuda a las empresas pasa sobre todo por trasladarles la innovación que se genera respaldando incubadoras e incentivando las alianzas público-privadas.
Es una cooperación especialmente relevante en el plano local y que va calando entre los alcaldes. En el caso de la regidora de Almería, María del Mar Vázquez Agüero, supone desplegar toda una estrategia a través de planificación, apuesta por proyectos innovadores y alianzas.
Se han puesto en marcha, ha explicado, sinergias con las universidades y se ha apostado por la investigación y monitorización, por ejemplo en el Cabo de Gata, donde se busca potenciar la pesca tradicional y ver cómo el cambio climático está impactando en la biosfera.
