Publicada

Los nuevos problemas vistos en la línea de alta velocidad entre Madrid y el sur han colmado la paciencia en Andalucía. Más de 10.000 personas atrapadas a las puertas de una de sus semanas clave a nivel económico, la Feria de Abril, es una estampida entendida sin remedio como de desamparo en el sur, que achaca a una posible falta de inversión por agravio territorial una situación cada vez más frecuente que, además, preocupa al sector turístico.

Porque estos episodios se han ido haciendo cada vez más frecuentes y han ajado en consecuencia lo que fue en los 90 el diamante que permitió a la comunidad ejecutar su gran desarrollo económico. También pionera en España: la línea Madrid-Sevilla estrenó la alta velocidad en 1992 y con Felipe González en la Moncloa.

Eran los tiempos de la puntualidad. Sevilla a dos horas y media de la capital española. Y en un clima en el que era imprescindible la seguridad: cuando el AVE celebró su primer viaje de la historia, a las puertas de la Expo 92, ETA había matado el año anterior a 46 personas. El mismo 1992 -el tren conectó Sevilla y Madrid en abril de 1992-, 26 asesinatos. Fueron 14 en 1993.

La infraestructura fue uno de los grandes objetivos de la banda terrorista, lo que obligó a vigilar incluso con el Ejército del Aire. No ocurrió ni una sola incidencia.

Sin embargo, este pasado lunes el robo de unos cientos de metros de cable paró los trenes durante horas. El sistema colapsó. Más de 10.000 personas afectadas. El último problema de un rosario de incidentes. ¿Cómo es posible que un robo menor ponga en jaque lo que otrora fue la joya de la corona del sistema de transporte de España, algo que ni ETA en sus peores años consiguió?

¿Falta de inversión?

La comparativa ha enervado los ánimos este lunes en diferentes sectores en Sevilla. "Estamos hablando de una línea estratégica", ha recordado el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno.

Moreno ha recordado que si este lunes el problema está en el presunto sabotaje de la línea de AVE, la pasada fue un apagón el que interrumpió las comunicaciones. "Si no es una cosa es otra, pero lo que está claro es que los andaluces estamos sufriendo un deterioro progresivo y constante de las líneas ferroviarias", se ha quejado Moreno.

También lo ve así la Federación Andaluza de Agencias de Viajes, a la que empieza a preocupar en serio la imagen que se transmita a quienes deseen visitar la comunidad, justo ante fechas señaladas como la Feria.

“Muchos usuarios empiezan a cuestionarse si realmente merece la pena viajar en tren y eso supone un perjuicio enorme para las agencias de viajes, los hoteles, las empresas de eventos y, en definitiva, para la economía del turismo en su conjunto”, ha denunciado Luis Arroyo, presidente de la FAAV.

Da, por tanto, en una actividad que tiene un impacto en la economía y en la producción andaluza cercano a los 30.000 millones de euros anuales. El gran motor de la región junto al agroalimentario.

Por eso la tensión crece. El transporte ferroviario, dice Arroyo, es "una fuente constante de incertidumbre para los viajeros”, que insta a atajar. “Comprendemos que puedan surgir situaciones sobrevenidas, pero la frecuencia y gravedad de las incidencias es inasumible para un país que aspira a liderar el turismo europeo”, ha apuntado.

Problemas en aumento

Los últimos años 80 y primeros 90 vieron la construcción de las vías del AVE. El entonces presidente del Gobierno Felipe González siempre defiende que la primera línea unió Sevilla y Madrid no por ser él sevillano, sino porque si no llegaba primero a Andalucía "no lo haría jamás". "Quería evitar el Mezzogiorno italiano", ha dicho infinidad de veces.

La obra fue un éxito. Sin incidencias, era símbolo de modernidad a la que Sevilla no estaba tan acostumbrada. Se unió a la Expo 92, a la ampliación del aeropuerto... Sin embargo, en algún momento de los últimos años, empezaron los problemas. Lo recordó este lunes el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno: "Yo mismo me he quedado atrapado en un AVE camino de Fitur -la feria internacional del Turismo que se celebra en Madrid-".

Ni el presidente andaluz se ha librado de unos problemas cuyo inicio que se puede ubicar en la modernización de las infraestructuras de la línea, en torno a 2023. Desde entonces los problemas han crecido de forma exponencial. Retrasos, cancelaciones... Tanto es así que la empresa relajó su compromiso de puntualidad. Ya no devuelve el importe del billete si se retrasa más de 30 minutos. Ahora son 90. De media hora a hora y media.

Pero, ¿todo se explica por esas obras? No. De hecho, en unos sonados retrasos de la alta velocidad del año pasado, Renfe señaló que habían fallado el autógrafo y la catenaria en un AVE. Desde el Gobierno andaluz lo tienen claro: hay un problema de inversión. ¿Por qué? Indican que el Ejecutivo de Pedro Sánchez no trata igual a Cataluña o al País Vasco que a Andalucía.

Cataluña y País Vasco

De hecho, detallan, a Cataluña le llueve inversión para transportes. Como al País Vasco. La diferencia, explican, está en que Pedro Sánchez debe su cargo a los partidos independentistas de ambos territorios. En Andalucía no tiene deudas políticas que pagar, apuntan. De ahí que se invierta menos y, por lo tanto, el servicio sea deficiente.

El robo de cables que paró todos los trenes entre Andalucía y Madrid este lunes genera dudas. ¿Por qué no está más vigilada una zona clave que puede acabar con la conexión de alta velocidad del sur de España? ¿Cómo es posible que durante los años en que ETA mataba no hubiera problemas y ahora sí? De confirmarse el sabotaje que aduce el Gobierno, más preguntas. ¿Quién está detrás? ¿Pueden hacerlo de nuevo? ¿Está la infraestructura preparada?