BBVA Research ha elevado su previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de España hasta el 2,4% en 2023, frente al 1,6% previsto en marzo. Eso sí, ha recortado sus estimaciones para 2024 desde el 2,6% hasta el 2,1%.

Según el último informe 'Situación España' que rescoge Europa Press, presentado este martes, esta mejora de las proyecciones en 2023 se explica por las revisiones realizadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), pero también por una "sorprendente y positiva" evolución de las exportaciones, que compensa la atonía de la demanda interna.

Las nuevas proyecciones de BBVA Research para 2023 superan en tres décimas las estimaciones que el Gobierno remitió a Bruselas en el marco del Programa de Estabilidad, donde se estima un avance de la economía española del 2,1% este año.

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No obstante, el servicio de estudios de BBVA ha decidido rebajar su previsión de crecimiento para 2024 desde el 2,6% hasta el 2,1%, debido a las mayores incertidumbres en la economía mundial para el año próximo.

Esta previsión se sitúa por debajo de las estimaciones del Gobierno, que prevé un crecimiento económico el próximo año en el 2,4%.

Exportaciones

De acuerdo con el informe, la mejor inercia durante el final de 2022 y un dinamismo mayor que el esperado en el segundo trimestre de este año explican la mitad de la mejora en la previsión de crecimiento de 2023.

Por un lado, el INE revisó al alza el PIB del segundo semestre del año pasado en casi medio punto porcentual. Por el otro, se estima que la economía podría mostrar un avance del 0,7% en el segundo trimestre de 2023, cuatro décimas más de lo que se preveía hace tres meses.

"Las exportaciones están detrás del buen comportamiento de la economía, con una contribución especialmente importante de los servicios", han destacado los economistas de BBVA Research.

Este avance se produce a pesar de la "atonía" de la demanda interna. Según BBVA Research, la caída acumulada del gasto en consumo de los hogares en el último trimestre de 2022 y el primero de 2023 (casi del 3%) ha sido más consistente con la recesión que se esperaba el pasado otoño que con la expansión de la demanda agregada que finalmente se observó.

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Asimismo, la inversión se mantiene un 2% por debajo de las cifras alcanzadas en el tercer trimestre del año anterior. Los factores detrás de esta contracción son, por un lado, el incremento en el precio de la energía y de los alimentos, que ha mermado la competitividad de las empresas y reducido el poder adquisitivo de la renta y de la riqueza de las familias.

Por otro lado, el aumento en los tipos de interés oficiales ha incrementado el coste de financiación del sector privado, lo que ha afectado negativamente a sectores intensivos en el uso del crédito.

Empleo e inflación

Sin embargo, se espera que alguno de los factores que han afectado a la demanda interna reviertan parcialmente en los próximos meses, lo que permite anticipar una mayor contribución al crecimiento en los próximos trimestres de este componente del PIB: el precio de las materias primas, el coste de la financiación y el ahorro de las familias.

BBVA Research destacan que el empleo y los precios muestran un comportamiento más positivo que el esperado en marzo. Según se destaca en el informe, las empresas están creando puestos de trabajo a un ritmo que supondría añadir casi 500.000 empleos en el año, el doble de lo que se preveía en marzo.

Asimismo, desde febrero y hasta mayo, la inflación ha mostrado datos consistentes con un descenso que puede sostenerse en el tiempo, alcanzando promedios de 3,4% en 2023 y 3,2% en 2024.