La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ha advertido de que el alza del PIB real esperado entre 2010 y 2023 será de algo menos del 1%, mientras que los ingresos públicos previstos, medidos a precios constantes, se incrementarán en más de un 15% y el gasto, en más de un 18%.

En su análisis sobre los Presupuestos de 2023, que compara con las principales cifras de 2018, antes del inicio de la pandemia, el director de Fedea, Ángel de la Fuente, afirma que el incremento previsto del gasto real fue 6,6 veces mayor que el del PIB, y el "tipo marginal de gravamen" sobre el incremento de la renta real fue superior al 500%, según recoge Europa Press.

Como resultado, el peso del gasto público en el PIB aumentó en casi 6 puntos y el de los ingresos públicos en más de 4 en cinco años. También aumentó el déficit esperado de la Administración Central consolidada, en torno a 1,25 puntos de PIB, hasta acercarse al 4%.

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"Las cifras son ciertamente llamativas y apuntan a un patrón claramente insostenible en el tiempo, aunque quizás comprensible en un período tan turbulento como el de los últimos años, marcados por la pandemia de Covid, la guerra de Ucrania y la necesidad de hacer frente a ambas crisis y paliar sus consecuencias económicas y sociales", ha advertido De la Fuente.

Por ello, propone que una vez que se recupere una "cierta normalidad", la propensión marginal al gasto público y la presión fiscal marginal deben volver a valores "más razonables", así como a una política fiscal "más prudente" en los próximos años, que ponga mayor énfasis en la contención del crecimiento del gasto y la reducción del déficit para asegurar la sostenibilidad de las cuentas públicas.

El análisis de De la Fuente también analiza dos medidas complementarias del crecimiento de las distintas partidas de gasto. La primera es la variación media anual del peso de cada partida en el PIB durante el período considerado y la segunda su tasa media anual de crecimiento a precios constantes.

En este sentido, y en términos absolutos, entre las prioridades reveladas del Gobierno destacan el gasto en pensiones y la financiación autonómica. La primera partida ha crecido a un ritmo medio anual de cuatro décimas de PIB durante el último lustro, pese a que todavía no ha comenzado la jubilación de los 'baby boomers', y la segunda se lleva cada año dos décimas más de PIB en promedio.

Pensiones

Ambas partidas, añade Fedea, registran crecimientos "excepcionales" en 2023, que se sitúan en torno a un punto de PIB. En el caso de las pensiones esto se debe a su revalorización con un IPC que crece a un ritmo muy superior al del deflactor del PIB, y en el de la financiación autonómica podría ser en parte "un accidente" que reflejaría la corrección al alza de las previsiones de la participación de las CCAA en los tributos compartidos por el Estado tras el "fuerte e inesperado" tirón de la recaudación tributaria en 2022.

Muy por detrás de estas partidas aparecen dos programas de prestaciones sociales y el gasto en defensa, que registra un incremento "muy notable" en 2023, presumiblemente debido a la crisis de Ucrania.

En términos relativos, la partida de gasto que más ha crecido en los últimos años han sido la de dependencia, seguida de la cultura, mientras que la defensa y las subvenciones al transporte aparecen en primer lugar si se analiza sólo en el último año.