El Instituto de Estudios Económicos (IEE) prevé que la crisis del Covid-19 provoque una caída de la actividad en España de entre el 8,4% y el 13,1% este año, con una pérdida de hasta 2,6 millones de empleos, siendo el escenario más probable una merma de actividad del 11%, en función del momento en el que se implementen las medidas, cuyo impacto estima que podría evitar una pérdida de hasta el 4,7% y 965.500 empleos.

Así se desprende del informe 'Impacto económico de las medidas adoptadas en el contexto de la presente crisis', elaborado y publicado este martes por el IEE, en el que señala que a pesar del "súbito y cuantioso" impacto de la crisis, los fundamentales económicos continuarán siendo los mismos que posibilitaron la anterior recuperación.

El informe prevé una caída inicial para la actividad en España este año, calculada a partir de un modelo multisectorial, que resultaría en un orden directo mínimo del 13,1% del valor añadido bruto (VAB) y en una pérdida de 2,6 millones de empleos equivalentes a tiempo completo.

Efectos de las medidas

No obstante, apunta que a este impacto habría que restar los efectos de las medidas para paliar el Covid-19, que podrían evitar una pérdida directa de hasta un 4,7% del VAB y de 965.000 empleos (el 5,2% del empleo), así como los efectos adicionales indirectos e inducidos a más largo plazo que son "especialmente relevantes" para la inflexión esperada para el 2021, con una "significativa recuperación" de la actividad y del empleo perdido en este ejercicio.

Así, una vez incorporadas en la estimación las medidas ya aprobadas para gestionar la crisis, el impacto directo neto estimado de la crisis sería de una caída de la actividad de hasta el 8,4% del VAB y una destrucción de empleo de 1.663.000 empleos equivalentes a tiempo completo (el 9,1% del empleo).

Por tanto, el IEE calcula que la caída de la actividad podría estar situada dentro del intervalo entre el 8,4% y el 13,1%, en función del momento en el que se implementen las medidas y su materialización total o parcial.

En todo caso, señala que las estimaciones son "consistentes" con las presentadas por las principales instituciones y organismos nacionales e Internacionales y con las del propio IEE, que plantea para este año una caída del 11% como escenario de previsión "más probable".

Impacto de los avales ICO

El IEE ve básico mantener en el tiempo los fundamentales económicos "sin incurrir en errores de revertirlos, como sucedería si se volviese al marco laboral de la pasada década", y sobre las medidas "relevantes" aprobadas por el Ejecutivo subraya que las medidas directas de apoyo a la empresa son las que están teniendo los mayores efectos multiplicadores, en términos de sostenimiento de producción, actividad y empleo.

En concreto, calcula que las líneas de financiación privada avaladas podrían tener un impacto directo positivo sobre la actividad de hasta el 3,2% del VAB y de 663.000 empleos adicionales.

A más largo plazo, incorporando todos los efectos económicos producidos por las distintas interrelaciones sectoriales, estima que estas líneas de financiación del ICO podrían tener un impacto adicional indirecto e inducido sobre la actividad de hasta un 8,6% del VAB y de 1.651.000 empleos adicionales.

En cuanto a los Expedientes de Regulación de Empleo Temporal (ERTE), calcula que podrían estar ya generando un impacto directo sobre la actividad de hasta un 0,7% del VAB y de 151.000 empleos adicionales.

En el supuesto de que los ERTE se ampliaran, como ve "deseable", hasta el mes de diciembre, esto es, que se aprobara un nuevo tramo temporal de ERTE calcula que su impacto sería de hasta un 1% de VAB y de 212.000 empleos añadidos, que habría que sumarse al impacto del primer tramo.

Además, señala que a más largo plazo habría que sumar otros efectos indirectos e inducidos derivados de las relaciones intersectoriales que supondrían, según se contemplen ERTE hasta junio (extremo inferior) o hasta diciembre (extremo superior), en un orden de entre un 1,9% y un 4,6% del VAB y una mejora (o menor caída de empleo) de entre 377.000 y 906.000 empleos a tiempo completo.

Normalización económica

Según el IEE, la prioridad debe ser alcanzar "lo antes posible" una normalización económica en la que "no haya restricciones a la actividad económica", puesto que la demanda podría recuperar la senda previa al virus y cambiar alguno de sus comportamientos.

En esta fase de cambio estructural cree que sería "deseable" acometer mejoras y reformas de los fundamentales económicos, como medidas de oferta que potencien el crecimiento potencial a largo plazo de la economía española y que ayudan, a su vez, a reconstruir la demanda agregada.

Por último, el informe indica que es necesario incorporar una reflexión de la orientación y priorización sectorial de las posibles medidas de política económica. A corto plazo, pide priorizar la preservación del tejido productivo más afectado por la crisis, como, por ejemplo, el turismo y la hostelería.

A medio y largo plazo subraya que deben incorporarse también medidas que, a su vez, favorezcan la transformación estructural y la modernización del país con apoyo a las empresas de los sectores con mayores multiplicadores, como la digitalización, la transición ecológica o la reactivación de las industrias citadas con más valor añadido.

En cualquier caso, tanto a corto como a medio o largo plazo ve "imprescindible" que "no se introduzca ningún obstáculo regulatorio o carga administrativa que suponga un aumento adicional de los costes sobre las empresas que impidan o limiten la adaptación y reorientación de las mismas ante el nuevo escenario económico que se

abre tras la crisis del Covid-19".

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