Lisboa, 3 feb (EFECOM).- El Banco Portugués do Investimento (BPI), controlado por el español Caixabank, obtuvo un beneficio de 328 millones de euros en 2019, un 33 % menos que el año anterior, en el que registró una ganancia de 490 millones de euros.

Este resultado, divulgado en un comunicado enviado hoy a la Comisión del Mercado de Valores lusa (CMVM), se debió principalmente a la ausencia de impactos positivos no recurrentes que sí se produjeron en 2018, cuando ganó 48 veces más de un ejercicio para el siguiente.

Las cifras se vuelven más positivas en lo referido a su actividad en Portugal, donde el beneficio aumentó un 6 %, hasta 231,3 millones, según el banco.

Mientras, el producto bancario -equivalente a los ingresos de la entidad- se situó en 717,8 millones de euros, un 1,2 % más, en tanto que el margen financiero -diferencia entre los intereses cobrados en créditos y los pagados de los depósitos- aumentó el 3,2 %, hasta 436,3 millones.

Los ingresos por comisiones líquidas bajaron veinte millones, hasta situarse en 257,9 millones, y los costes de estructura, excluyendo los extraordinarios, registraron un aumento de 13 millones de euros, un 2,7 %.

En cuanto a la solvencia del banco, el "Common Equity Tier 1" se situó en el 13,4 %, por debajo del 13,8 % del año pasado, y la proporción de crédito en riesgo sobre el total concedido del banco se redujo hasta el 2,5 % (3,5 % en 2018).

Caixabank se hizo con el control del BPI en febrero de 2017 a través de una opa, que dejó el 84,5 % del capital en sus manos.