Roma, 3 jun (EFECOM).- El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, afirmó hoy que su Gobierno sigue con atención las negociaciones entre el gigante ítalo-estadounidense Fiat Chrysler Automobiles (FCA) y el francés Renault para una posible fusión, y pidió que si ésta se materializa no haya despidos en Italia.

Conte se refirió así en declaraciones a los medios en Roma a la propuesta de fusión que presentó la semana pasada Fiat a Renault y que el grupo francés está estudiando, una operación que crearía un nuevo líder mundial automovilístico por volumen de ventas si se contabilizan las de la alianza que el grupo francés tiene con la japonesa Nissan.

"En una operación de mercado tan importante, no compete al Gobierno orientar las negociaciones, pero sí preocuparse por que se conserve el nivel ocupacional. (La posible fusión) Es un asunto que seguimos con atención", dijo Conte, al margen de un foro celebrado en la capital.

Renault, cuyo mayor accionista es el Estado francés con el 15 % de sus participaciones, controla el 43 % de Nissan, mientras que el grupo japonés tiene un 15 % en el accionariado del fabricante francés, sin derechos de voto, y controla el 34 % de Mitsubishi Motors.

De acuerdo con la propuesta planteada por FCA a Renault, la sociedad resultante -que cotizaría en las Bolsas de París, Milán y Nueva York- estaría participada al 50 % por los accionistas de FCA y de Renault.

La operación daría lugar a la tercera mayor agrupación de fabricantes automovilísticos mundiales si se tiene en cuenta la producción conjunta de Fiat y Renault, y si se incluye la aportación de Mitsubishi y Nissan se trataría de la mayor alianza global, con 15,5 millones de vehículos al año.

Los medios italianos aseguran que el Gobierno francés ha pedido a la italo-estadounidense que dé garantías de que tras la fusión con Renault tampoco se recortará la plantilla en Francia, y ha solicitado que haya también un dividendo extraordinario para los accionistas del grupo francés.

Fiat informó el pasado 27 de mayo, cuando confirmó la propuesta de fusión, de que "antes de que se complete la transacción, para mitigar la disparidad de valores en el mercado, los accionistas de FCA recibirían un dividendo de 2.500 millones de euros".