Economía

Brufau advierte que una transición energética no ordenada conllevará riesgos

31 mayo, 2019 17:22

Madrid, 31 may (EFECOM).- El presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha advertido este viernes de los riesgos que tiene para la industria europea y española no hacer una transición energética ordenada, durante la Junta de Accionistas que le ha reelegido como miembro del Consejo de Administración por última vez.

Brufau ha advertido de que si no se combinan bien las políticas industriales con las medioambientales, "vamos a desbalancear la sociedad", y ha señalado que la crisis en el sector del automóvil europeo ya está teniendo impacto en la desaceleración del crecimiento en Europa.

Ha recordado que recientemente el grupo alemán Volkswagen ha anunciado una inversión de 15.000 millones de euros en China (mercado donde la firma vendió casi 3,2 millones de vehículos en 2017) y ha añadido que hay que respetar el "curso de las cosas" y a los científicos, pues nadie sabe ahora cuáles van a ser las tecnologías del futuro, como hace unos años nadie sabía que la fotovoltaica iba a ser el vector de crecimiento de las renovables.

Para Brufau, en el actual debate sobre el cambio de modelo energético "hay mucha ideología y poca reflexión", y ha señalado que eso puede perjudicar a la industria europea y española.

En concreto, ha dicho que si la transición energética en España no se hace de forma "ordenada y posibilista" se corre el riesgo de "destruir una parte esencial del valor de nuestro país".

Brufau ha pedido que "vayamos con cuidado" en los costes que puede tener el liderazgo que España pretende tomar en Europa en la lucha contra el cambio climático, "porque no somos tan relevantes para tener tanta influencia" y ha recordado que, por ejemplo, Alemania y otros países no están dispuestos a renunciar al carbón en 2030.

Ha señalado que Repsol aboga por un proceso de transición energética que combine la reducción de emisiones con la reconversión de la industria, al tiempo que defiende la neutralidad tecnológica.

"Abandonar el concepto de neutralidad tecnológica, apostando sólo por unas pocas tecnologías, implica destruir el tejido industrial y merma la investigación que permite mejorar", ha añadido Brufau.

Ha recordado que "gracias a los combustibles fósiles el mundo pasó de la pobreza al estado del bienestar", y ha destacado la implicación de Repsol en la reducción de emisiones, con casi 5 millones de toneladas equivalentes de dióxido de carbono (CO2) reducidas de 2006 a 2016.

Por su parte, el consejero delegado, Josu Jon Imaz, que también ha sido reelegido miembro del consejo, ha manifestado que Repsol dio en 2018 "un importante paso en su compromiso de ser un jugador clave en la transición energética" y ha destacado los 870.000 clientes de gas y electricidad con que cuenta la compañía, un 16 % más que los 750.000 clientes con que partió en noviembre, tras la compra de los activos de Viesgo.

La Junta de Accionistas ha aprobado los nombramientos de Aránzazu Estefanía Larrañaga y María Teresa García-Milà como consejeras independientes, que elevan la presencia de mujeres en el consejo al 33 %, y la reducción del número de miembros de ese órgano de dirección a quince.

Además de Brufau e Imaz, la junta ha reelegido como miembros del consejo a José Manuel Loureda, John Robinson West y Henri Philippe Reichstul por cuatro años, y ha aprobado un dividendo de 0,525 euros brutos por acción, a través del programa Repsol Dividendo Flexible en sustitución del dividendo complementario del ejercicio 2018.

Esta retribución, sumada a la aprobada en sustitución del tradicional dividendo a cuenta de 2018 por importe de 0,425 euros brutos, eleva el dividendo de 2018 a 95 céntimos por acción.

La junta también ha aprobado dos ampliaciones de capital para atender al programa de dividendo flexible, que permite percibir la retribución en efectivo o en acciones, y una reducción para evitar el efecto dilutivo de la emisión de nuevos títulos.