Economía

Tribunal de Bankia admite nuevos correos de inspectores del Banco de España

29 abril, 2019 12:46

El tribunal que juzga la salida a Bolsa de Bankia ha decidido admitir cuatro correos electrónicos que hasta ahora no constaban en la causa y que detallan reuniones mantenidas por los inspectores del Banco de España y directivos de la entidad, antes de la formulación de cuentas del ejercicio 2010.

La Confederación Intersindical de Crédito (CIC), que ejerce la acusación popular en el juicio por la salida a Bolsa de Bankia, pidió el pasado 18 de abril que se requiriera a los inspectores del Banco de España encargados de la entidad, que han declarado como testigos, para que aportaran cuatro correos electrónicos que no constan en la causa, petición a la que se ha sumado hoy la Fiscalía Anticorrupción.

En concreto, durante su declaración ante la sección cuarta de la Sala de lo Penal del Audiencia Nacional, los pasados 8, 9 y 10 de abril, los inspectores del Banco de España José Antonio Casaus y José Antonio Delgado se refirieron a una serie de correos electrónicos enviados en enero, marzo y abril de 2012, y leyeron ante la sala parte de su contenido.

En dichos correos constan reuniones mantenidas con el auditor de la entidad (Francisco Celma, socio auditor de Deloitte), el presidente de Bankia (Rodrigo Rato) y el consejero delegado (Francisco Verdú), pocas semanas antes de la formulación de cuentas del ejercicio 2010, que son las que sirvieron de base para la salida a bolsa, en julio de 2011.

En uno de ellos se resume una reunión con el consejero delegado de Bankia Francisco Verdu, que habría confirmado la inviabilidad de BFA (matriz de Bankia) y comunicado su intención de presentar un plan de reestructuración, asumiendo que la cuenta de resultados de Bankia del ejercicio 2012 iba a arrojar cuantiosas pérdidas.

Otro de los correos, remitido por el entonces director del departamento de Supervisión del Banco de España, Pedro González, trata sobre una reunión del equipo de inspectores con Rodrigo Rato, al que le explicaron que BFA no era viable y que Bankia tenía una evolución muy negativa por su baja capacidad de generación de negocio.

Un tercer correo, enviado por Casaus a su inmediato superior, José Antonio Gracia, desaconsejaba aprobar el plan de saneamiento porque el cálculo de saneamiento y capital adicional contemplado era insuficiente y la generación de resultados estimada no reflejaba la realidad del negocio, por lo que BFA tenía unos recursos propios negativos al cierre del ejercicio 2011.

Otra misiva, de enero de ese año, relataba un encuentro con el socio auditor de Deloitte, Francisco Celma, al que le faltaban datos para emitir su informe, por lo que se planteó incluir una limitación al alcance.