La renuncia temporal a su cargo del presidente de honor del BBVA, Francisco González, envuelto en el escándalo por el espionaje a personalidades del ámbito político y empresarial, marca un nuevo hito en la llamada "operación Trampa", investigación que actualmente instruye la Audiencia Nacional.

Una causa, tan secreta como compleja, que gana cuerpo con la personación de los afectados por los pinchazos telefónicos y seguimientos encargados a la empresa Cenyt, vinculada al excomisario José Villarejo.

Exministros, periodistas, empresarios y banqueros, entre otros, fueron objeto de este espionaje para el que el expolicía se habría servido, incluso, de una persona que por entonces trabajaba para el BBVA.

A continuación se presenta un quién es quién de la "operación Trampa", el enredo judicial que obligó a González -o FG- a apartarse del banco un día antes de su Junta de Accionistas.

- José Villarejo: excomisario, ingresó en la Policía en 1972. Apenas once años más tarde, durante una excedencia, inició su carrera en la investigación privada, negocios que no abandonaría en su vuelta al Cuerpo en 1993, llegando a forjar su famoso entramado empresarial ahora judicializado.

En 2004 el BBVA habría contratado sus servicios justo cuando Sacyr pretendía tomar el control de la entidad, tareas que según adelantaron El Confidencial y Moncloa.com, incluirían la intervención de más de 15.000 llamadas telefónicas y que están siendo investigadas tanto por el banco como por la Fiscalía.

A esta colaboración ya apuntaban ciertas publicaciones la pasada primavera, cuando se conocieron pagos de cerca de 5 millones de euros de BBVA a Cenyt entre 2012 y 2017.

En la actualidad, Villarejo se encuentra en la prisión madrileña de Estremera, donde ingresó en noviembre de 2017 en el marco del caso "Tándem", por presunto cohecho, blanqueo de capitales y pertenencia a banda criminal.

- Francisco González: Presidente único del BBVA durante casi veinte años, y hasta este jueves, presidente de honor.

Su relación con el excomisario le devuelve a una arena judicial en el que ya tuvo que lidiar por supuestas irregularidades en la venta de su sociedad, FG Inversiones Bursátiles, a Merril Lynch en 1996, aunque en aquella ocasión tanto la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) como la Fiscalía Anticorrupción archivaron el caso.

A falta de que el juez Manuel García-Castellón decida si acepta o no investigarle, algunos de los espiados ya unen su nombre al que puede convertirse en uno de los mayores escándalos de corrupción empresarial de España.

- Julio Corrochano: Excomisario general de Policía Judicial y antiguo jefe de seguridad del BBVA.

Los pinchazos incluyen una conversación de Corrochano en la que asegura que el "presi" le llamaba cada diez o quince días, lo que complicaría la situación de FG.

- Luis del Rivero: Presidente de Sacyr entre 2004 y 2011, fue junto con su vicepresidente, Juan Abelló, el objetivo prioritario de los trabajos encargados a Villarejo a fin de conocer sus planes para arrebatar el control de BBVA a González.

Hechos que podrían constituir un posible delito de descubrimiento y revelación de secretos, que ya ha denunciado ante la Audiencia Nacional, según adelantó Moncloa.com.

- Miguel Sebastián: Exministro socialista de Industria, desde finales de 1999 a enero de 2003 ostentó la dirección del Servicio de Estudios de BBVA.

Ello no le eximió de ser objeto del espionaje ni de las chanzas del excomisario, por lo que recientemente ha solicitado personarse como acusación particular.

En su escrito reprocha que se fabricara por encargo, un falso relato acerca de su vida personal, con el doble propósito de desacreditar e intimidar.

- Carlos Arenillas: Exvicepresidente de la CNMV, el último en acudir a los tribunales por los seguimientos.