Publicada
Actualizada

Babel encara una nueva etapa de expansión con la vista puesta en el ambicioso objetivo de alcanzar los 1.000 millones de euros de facturación en 2029. Ambicioso es quedarse cortos, puesto que la consultora española cerró el pasado año con unos ingresos de más de 200 millones de euros. A favor de estas previsiones: su ritmo de crecimiento del 20% interanual y la cartera llena tras la entrada en su capital del fondo Mubadala Capital.

Así lo explica, más políticamente correcto, Jesús Marco, su nuevo director general en España. En entrevista con DISRUPTORES - EL ESPAÑOL, avanza que las previsiones para el presente 2025 apuntan “a un crecimiento en los ingresos, en línea con la evolución actual del sector, así como al cumplimiento de los objetivos de rentabilidad que nos marcamos al inicio del año”.

Respuesta vaga, pero que no evita confirmar y reconfirmarse en el plan estratégico -Hiperespacio 2029- que recoge la meta milmillonaria antes mentada. Según el directivo, este marco de referencia se apoya en tres pilares fundamentales: “innovación tecnológica, personas y expansión”.

Empezando por el último de los elementos, la expansión, es inevitable pensar que con dineros a expuertas (Mubadala Capital adquirió el 65% del capital de Babel en abril de 2024), la firma se va a lanzar a cerrar compras por doquier. El movimiento corporativo, explica Marco, “nos aporta músculo financiero, respaldo internacional y capacidad para asumir operaciones tecnológicas de mayor envergadura sin cambiar nuestra identidad ni cultura de empresa”.

No obstante, recalca que “no se trata de ceder nuestro rumbo, sino de sumar fuerzas para cumplirlo con más proyección”.

Con este apoyo, la compañía acelerará su expansión tanto en Iberia como en Latinoamérica, mediante lo que denominan adquisiciones selectivas y alianzas estratégicas. Además, una parte relevante de la inversión se destinará a reforzar capacidades en tecnologías exponenciales, con especial foco en la inteligencia artificial.

“Se trata de dotar a nuestros equipos de herramientas avanzadas, ampliar sus competencias y liberar su talento para generar aún más valor en cada proyecto”, apunta.

Del dinero al talento

Más allá de las adquisiciones y el crecimiento inorgánico, Babel busca hacerse un nombre propio como uno de los actores de referencia del sector, enfrentando retos como la competencia global o la escasez de talento.

“Nuestro plan se sostiene sobre hechos. Con una rotación del 14,4% y un fuerte programa de incorporación de becarios, apostamos por atraer y formar a los mejores, por integrar compañías que sumen capacidades reales y por invertir en tecnologías donde podemos liderar: inteligencia artificial, ciberseguridad y automatización”, resume su director general.

El ejecutivo reconoce además que el sector tecnológico “atraviesa un momento complejo y de cambios relevantes”. Por un lado, la inversión en TI muestra señales de desaceleración, y por otro, “existe una cierta cautela en torno a la inteligencia artificial”.

Marco señala que, aunque el potencial de la IA es indiscutible, “aún no se ha acumulado suficiente experiencia práctica en su implementación, y en algunos casos los resultados no han sido del todo concluyentes”. Aun así, defiende que el modelo de Babel se mantiene firme gracias a su diversificación sectorial y a la capacidad de sus profesionales “para convertir la innovación en valor tangible”.

IA en proyectos reales

La alianza de Babel con OpenAI representó uno de los movimientos más significativos de su estrategia tecnológica reciente. “Uno de los objetivos principales, y también una consecuencia natural de nuestra colaboración, es que la inteligencia artificial esté embebida en nuestros procesos internos y nuestra cultura corporativa”, explica Marco. Esta transformación se mide a través de métricas concretas como “el ahorro de tiempo en tareas repetitivas, la calidad de los entregables o la satisfacción de los profesionales”.

La compañía ya ha desplegado una primera ola de casos de uso que abarca siete áreas de negocio, con resultados tangibles: “menos tareas mecánicas y más tiempo para generar valor mediante el análisis, la creatividad y la relación con el cliente”.

Empero, más allá de las pruebas de concepto, Babel ha implantado proyectos de inteligencia artificial generativa en producción. En atención al cliente, por ejemplo, ha desarrollado call centers inteligentes que reducen los tiempos de gestión y mejoran la resolución al primer contacto.

En el sector bancario, aplica IA avanzada para optimizar el pricing de productos y personalizar la oferta, y en infraestructuras utiliza la tecnología para asistencia al viajero en tiempo real y optimización del transporte pesado.

Ciberseguridad, hiperautomatización y datos

La ciberseguridad, la hiperautomatización y el big data completan la agenda tecnológica de Babel. Para Marco, el retorno de inversión real “se alcanza cuando estas tecnologías se aplican de forma conjunta e integrada en los procesos de negocio”. En este sentido, afirma que la compañía las incorpora “de manera transversal en todos los proyectos, como parte del ADN de nuestras soluciones”.

En ciberseguridad, el valor se mide “en la capacidad para identificar y mitigar riesgos”; en hiperautomatización, “en la mejora de la productividad y la reducción de errores manuales”; y en datos, “en el gobierno sólido y el cumplimiento de las políticas de protección”. Todo ello, subraya el ejecutivo, permite impulsar la eficiencia, la seguridad y la capacidad analítica de las organizaciones.