En su momento fue tildada como "una compra histórica". 34.000 millones de dólares avalan esa consideración reservada solo para los grandes movimientos corporativos. En esta ocasión, el que permitía a IBM recuperar parte del camino perdido frente a sus rivales en la arena cloud, adelantándose por la tangente al hacerse con el principal actor de nube híbrida y software de código abierto del mundo: Red Hat.
La operación, comandada por la entonces mandamás Ginni Rometty, se cerró en julio del pasado curso y, durante este año, hemos ido viendo cómo las confluencias entre ambas ententes (independientes desde un punto de vista operativo) se iban haciendo una. Hasta tal punto que las señas de identidad de una marca y otra se han difuminado de manera extraordinaria, tanto desde la perspectiva de liderazgo (el exCEO de Red Hat, Jim Whitehurst, es ahora presidente de IBM) como de propuestas tecnológicas. Concretamente haciendo que el archiconocido en el imaginario colectivo como el 'Gigante Azul' se haya puesto el mejor de los sombreros rojos para encarar el desafiante futuro que le (nos) aguarda.
En este escaso ejercicio, también ha cambiado el rostro al frente del nuevo conglomerado. Arvind Krishna, de 57 años, reemplazó a Ginni Rometty el pasado seis de abril. La directiva dejó tras de sí ocho años de gestión con grandes luces (liderazgo en inteligencia artificial o computación cuántica de por medio) pero también sombras (el ya mencionado letargo en el negocio cloud o la caída de su valoración bursátil en un 30%), así como un terreno bien abonado para que Krishna pudiera ir amoldando la filosofía y la cultura de Red Hat como eje vertebrador de la nueva IBM. Una compañía renovada que luce sus nuevas galas, rojas y azules por igual, en el Think 2020, la conferencia anual de la firma que, en esta ocasión, cambia sus sedes habituales de Las Vegas y San Francisco por la ya manida videoconferencia.
Pero, ¿hasta qué punto IBM se ha convertido a los postulados que emanan del gran sombrero? Arvind Krishna, en su primera gran aparición pública, tardó poco tiempo en sacarnos de dudas: "La nube híbrida y la inteligencia artificial son las dos fuerzas que mueven la transformación digital en la actualidad". Por si fuera poco, el ejecutivo aludió en varias ocasiones a que la histórica multinacional ha recuperado en este año "parte de su espíritu emprendedor" o cómo su máxima aspiración ahora mismo es convertir su particular confluencia tecnológica en el estándar del mercado.
"Queremos que Red Hat OpenShift sea la opción por defecto en la nube híbrida, tal y como su Enterprise Linux es el estándar en sistemas operativos", defendió Krishna, quien no olvida las ventajas competitivas de su grupo en arenas colindantes como los contenedores (de nuevo, la empresa roja es referente en plataformas como Kubernetes, muy por encima de aspirantes más novatos como VMware) o su capacidad única de abordar tanto las innovaciones que se producen en la nube o en el extremo como aquellas que siguen teniendo lugar en los centros de datos de las compañías (y en sus viejos pero efectivos mainframe).
El aura de Krishna
Es curioso que Krishna, además del apellido del CEO de IBM, también sea una de las principales deidades del hinduismo. Y que, para más inri, su principal característica sea el aura azul electrificante que lo envuelve.
Casualidades o no, hay algo en el discurso de Arvind que recuerda a esas epopeyas clásicas que ambicionan el espíritu de un pueblo entero: "La historia mirará hacia atrás y recordará este momento como aquel en que se aceleró repentinamente toda la sociedad, toda nuestra transformación digital". Amén. "Las plataformas tecnológicas son la base de la ventaja competitiva en el siglo XXI y las que determinarán cómo de rápido se pueden abordar nuevas oportunidades de negocio, cómo se atiende a los clientes, cuánto se puede escalar o si se puede responder a una crisis como la pandemia que enfrentamos ahora".
Automatizarlo todo
Hace ya algún tiempo que compañías como Oracle o Nutanix han apostado todas sus cartas a la automatización de toda la operativa TIC como forma no sólo de ahorrar costes, sino también de mejorar la seguridad y la visibilidad de los distintos despliegues no siempre demasiado conscientes para el CIO de turno. Ahora es IBM la que "alimentada por la tecnología de Red Hat y movida por Watson", en palabras de Rob Thomas -vicepresidente senior de Cloud y Data Platform-, se introduce de lleno en esta batalla con una ingente plataforma de nombre Watson IAOps.
"Otros ofrecen una capa en la que poder ver todo el caos que hay, nosotros queremos que de verdad puedas gestionarlo", defienden desde el Gigante Azul. Para lograrlo, esta solución puede analizar miles de posibles problemas relacionados con un servidor, una base de datos o cualquier infraestructura asociada al tejido TIC de la empresa. "Hemos automatizado la detección, diagnóstico y respuesta a problemas técnicos en tiempo real", apremia Thomas. "Y una gran fortaleza es que, aunque está construido sobre OpenShift, es interoperable con muchos partners, desde herramientas tan populares como Slack o Box hasta otras plataformas de monitorización de recursos TIC, como ServiceNow".
Una vez más, la inteligencia artificial de IBM que da el 'sí, quiero' a la nube híbrida de Red Hat, tanto en esa visión centralizada como en todo lo opuesto: el ‘edge’. En este competido terreno, en el que los principales players tienen depositadas grandes inversiones, IBM aterriza con un arsenal de tecnologías azulgranas que promete, cuanto menos, dar mucha guerra.
La primera de ellas es Cloud Satellite, una herramienta en la nube con la que se balancear cargas de trabajo en distintos puntos de computación, ya sea en un CPD o en un dispositivo conectado en el extremo. Por si alguien lo dudaba, la magia detrás de esta extraordinaria flexibilidad radica en los Kubernetes que tanto gustan en Red Hat y la gestión inteligente de estos procesos se deberá al ya familiar IBM Watson.
La segunda tecnología a tener en cuenta es Edge Application Manager, una plataforma de administración autónoma para hasta 10.000 objetos conectados al mismo tiempo, incluso aquellos de categoría profesional (incluyendo cirugía robótica, por poner un ejemplo práctico). Además, y como explica Hillary Hunter, CTO de IBM Cloud, esta solución permite "orquestar de forma virtual y crear redes de contenedores para los operadores de telecomunicaciones, entregando nuevos servicios más rápido en la era del 5G" Que se lo digan a Vodafone, Samsung o Equinix que ya están en la salsa.