Las claves
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Generado con IA
El año 2025 ha marcado un punto de inflexión tecnológico debido a la convergencia de tecnologías, con avances acelerados en muchas de ellas y todo ello en un escenario de tensiones geopolíticas y transformaciones económicas.
Este ha sido el año en el que la inteligencia artificial (IA) generativa ha dejado de ser experimental para convertirse en parte del core de negocio y de los procesos de buen número de empresas y organismos públicos. Y en paralelo, la regulación tecnológica no deja de crecer, impulsada por preocupaciones sobre soberanía digital, empleo y concentración de poder.
Pero ¿cómo se ha vivido en nuestro país? ¿Es la inteligencia artificial la gran protagonista a nivel tecnológico también entre nuestras empresas?
“2025 ha sido un año clave, donde las empresas han visto que la tan cacareada digitalización es indispensable para adaptarse a los cambios, y poder abrazar nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial”, afirmaba Gonzalo Valle, director de Preventa en IFS que apuntaba además que la mayoría de los clientes de IFS “está actualizando sus herramientas para integrar casos de uso de inteligencia artificial”.
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Una tecnología que, además, está transformando especialmente sectores como el de la industria y el de energía y utilities, “ya que tienen puntos claros de mejora en los que la IA les ayuda tanto en sus procesos de negocio como en la experiencia del cliente”.
Precisamente también ha sido la IA causa e hilo conductor en el ecosistema emprendedor. “La inteligencia artificial ha dejado de ser un experimento para convertirse en una herramienta real de competitividad, y esto ha obligado a startups y corporaciones a elevar su nivel, a especializarse y a construir modelos más sólidos”, asegura Diego Ferragud, VDS Program Director de Startup Valencia.
Así, el año que cerramos ha estado marcado por la madurez de las startups, “con menos proyectos impulsivos, más tecnología profunda, más alianzas internacionales y mucha más ambición global. Hoy, las startups ya no se preguntan si pueden escalar en Europa o Latinoamérica: se preguntan cómo hacerlo más rápido y con quién. Esa es la señal de madurez que marca un ecosistema”.
Diego Ferragud, VDS Program Director de Startup Valencia.
Nuevas oportunidades pero también nuevas amenazas, la cara A y B de la inteligencia artificial sin duda y algo que bien saben en el ámbito de la ciberserguridad, como explicaba David Gasca, Head of Marketing & Operations Cybersecurity en V-Valley.
“Hoy el usuario ya no es el eslabón más débil de la cadena si hablamos de ciberseguridad; es la IA que no deja de ser un usuario por decirlo de algún modo tonto que ejecuta aquello que le pedimos”, apuntaba Gasca que, fijándose en el mercado español, destacaba cómo nos topamos con una realidad incómoda: una ciberseguridad a dos velocidades. Mientras las grandes corporaciones blindan sus infraestructuras, la inmensa mayoría de las pymes, eslabones críticos de la cadena, siguen luchando con presupuestos limitados y falta de talento especializado. Esta brecha de seguridad es un riesgo que compartimos todos. Un proveedor desprotegido es una puerta trasera abierta para toda la cadena de valor”.
Desafíos que además veremos incrementarse en 2026, un año que seguirá marcado por la IA, “pero especialmente por los agentes de IA junto a la automatización y a tecnologías que gestionen y coordinen esos agentes”, vaticinaba desde IFS Gonzalo Valle.
Gonzalo Valle, director de Preventa en IFS.
Estas tecnologías “les permitirán ir por delante, anticipando, en lugar de reaccionar a lo que ya ha sucedido”, opinaba Valle al tiempo que ponía sobre la mesa cómo, con este cambio, “las empresas pasarán de recibir recomendaciones a tener que confiar en lo que hace un agente de IA. Es una cuestión de confianza, es un reto porque además tendrán que convencer a toda su compañía de que realmente es confiable y para ello la gestión del cambio va a ser esencial”.
Hacia la ciberresiliencia y la gestión del cambio
Para David Gasca los agentes de IA también serán claves en 2026 “como oportunidad para proteger precisamente el nuevo vector de ataque que supone la propia IA” pero sobre todo, afirmaba, 2026 debe ser el año de la ciberresiliencia, una estrategia “que asume que el incidente es una posibilidad estadística real. El objetivo ya no es solo evitar el golpe, sino garantizar la capacidad de encajarle, resistir y recuperarse con el mínimo impacto operativo. Aquí es donde la distribución de valor juega un rol social y económico fundamental”.
Además, desde V-Valley demandaba reducir la desigualdad cibernética que, según sus palabras, no es solo una cuestión de cumplimiento normativo “sino la única forma de garantizar la viabilidad y la confianza en nuestra economía digital hiperconectada”.
David Gasca, Head of Marketing & Operations Cybersecurity en V-Valley.
En todo este cambio, desde Startup Valencia, David Ferragud resaltaba la importancia de gestionar el cambio “también en los propios empleados, ofreciéndoles formación continua”.
Y un mensaje esperanzador entre tanto reto: el futuro está repleto de nuevas oportunidades también y de talento. “Este es un país con talento capaz de liderar verticales muy concretos a escala global. Pero para que esto ocurra necesitamos algo esencial: comunidad. Espacios donde se conecten personas, capital, tecnología y visión. El futuro ya está en marcha; lo que falta es acelerarlo, juntos”.
Una petición y un deseo para afrontar un 2026 en el que sin duda la tecnología seguirá marcando el ritmo de empresas y usuarios.
