España ha consolidado en la actualidad un emprendimiento que dista sobremanera del que había tan sólo hace diez años. Startups con propuestas muy disruptivas están construyendo una nueva economía más competitiva con un alto componente innovador y tecnológico.
Sin embargo, un ecosistema no puede considerarse maduro si la mitad del talento queda fuera. La mujer está presente en el emprendimiento español, pero los cargos de mayor responsabilidad continúan copados por los hombres, al tiempo que las startups fundadas y dirigidas por mujeres siguen representando una minoría.
Sería injusto exigir a las emprendedoras que vayan más allá de aquello que, desgraciadamente, también sucede en la sociedad que las acoge. A nadie escapa que la lucha por la igualdad de género y la superación de las brechas y techos de cristal no es algo reservado sólo para el sector innovador o tecnológico, sino que se da en cualquier esfera de nuestra vida.
Este 19 de noviembre, Día de la Mujer Emprendedora, vuelve a recordarnos que todavía queda camino por recorrer, que se ha avanzado mucho, pero que las nuevas generaciones de jóvenes y niñas, necesitan referentes sobre los que construir ilusiones, proyectos de vida y desmontar sesgos, estereotipos y tradiciones culturales que, reconozcámoslo, no se cambian de un día para otro.
Yanina, Cristina, Ana y Mafalda bien lo saben. Cuatro mujeres, con cuatro trayectorias vitales y profesionales distintas que pronto comienzan a conectar y a descubrir en una conversación de apenas una hora, que "la vulnerabilidad es una fortaleza" y que, tras muchos años aplicando lo que se conoce como el 'pico y pala', algo se mueve en el ecosistema que, por fin, comienza a valorar su 'otro liderazgo'.
No se trata de haber estado en la sombra y que ahora, por arte de magia, afloren de la nada para captar toda la atención de los focos. De hecho, todas son conscientes de que los cambios están llegando con cuentagotas, pero su manera de liderar, de crear empresas con propósito, de mostrar su vulnerabilidad, pedir ayuda y hacer "lo que ellas quieran en el momento que decidan" no tiene vuelta atrás.
DISRUPTORES - EL ESPAÑOL conversa con estas tres emprendedoras sobre este profundo proceso de cambio del ecosistema coincidiendo con esta efeméride que, aunque no les convence del todo -"sobre todo porque parece como si el resto de año no hubiera que seguir haciéndolo"; soslayan-, "es todavía necesaria".
Los sesgos inconscientes en el hombre
Ana Lozano lidera Nidus Lab, una spin-off surgida en 2023 de su propia consultora de inversión inmobiliaria para revolucionar la vivienda, uno de los temas que azuza nuestro tiempo. Madre de tres hijos, "profesora universitaria por vocación de servicio y, más recientemente, business angel por militancia -reconocía hace algún tiempo a esta redacción en un anterior artículo"-, cuenta con casi 25 años como arquitecta y diez como consultor estratégico en inversión inmobiliaria.
"Lo que necesitamos de verdad son chicos que se lo crean. Hay muchos eventos donde se pone de relieve el talento femenino y el auditorio es totalmente femenino. Eso no sirve para nada. Días como son importantes para enganchar a muchos hombres a la causa que a lo mejor no eran conscientes de que estaba practicando un sesgo en su día a día", indica.
"Días como hoy son importantes para enganchar a muchos hombres a la causa que a lo mejor no eran conscientes de que estaban practicando un sesgo en su día a día"
Este objetivo es más necesario ahora que nunca porque, por primera vez, el mercado y el capital están primando unos modelos de negocio y una manera de liderar startups que casa mucho más con la visión del emprendimiento femenino. Es lo que Lozano define como "un momento dulce" para las fundadoras.
"En el ecosistema estamos pivotando de ese modelo de startup que crece desaforadamente, pero que parece que nunca va a ser rentable, a un modelo mucho más resiliente con los pies en la tierra, con un crecimiento más sostenido y con una capacidad de supervivencia más alta", argumenta la emprendedora.
Ana Lozano, CEO y fundadora de Nidus Lab.
De alguna manera, la CEO de Nidus Lab, el ecosistema ha pasado de la "borrachera" a la "resaca". "El sector estaba emborrachado de dinero, ahora está de resaca, está siendo mucho más selectivo y está apostando por proyectos de verdad que no se enamoran de la solución, sino del problema y, además, unido a la economía de impacto".
Pero que nadie eche las campanas al vuelo. La realidad es dura, desigual y las resistencias para que el cambio llegue siguen ahí, algunas de ellas heredadas generación tras generación.
La presión social y la educación como herramienta
Mafalda Soto, CEO y cofundadora de UMOA Cosmetics y Beyond Suncare, así lo defiende de forma enérgica. Farmacéutica gallega, emprendedora social y activista incansable, supo desde muy joven que no quería una vida dictada por las expectativas ajenas
Y es que si emprender ya es, por definición, una montaña rusa, las mujeres que se ponen al frente de un proyecto de estas características han de echar además en la mochila los sesgos, estereotipos y siglos y siglos de una tradición cultural que aún, reconocen, "pesa demasiado".
Mafalda Soto es una de las cofundadoras de la ONG Beyond Suncare, dedicada a la salud y protección de las personas con albinismo en el continente africano.
"Hay mucha presión social, a las mujeres nos han educado de una manera distinta. En mi equipo siempre decimos que para el emprendimiento hay que tener poca vergüenza, no ser sinvergüenza, pero tener poca; a veces nosotras por ese pudor malentendido nos cuesta".
Por su trayectoria profesional, Mafalda Soto ha conocido el rol de la mujer en otras culturas, todas muy diferentes a la suya natal y reconoce que, lamentablemente, el patrón se repite.
"En todas las culturas, muchas veces las mayores preservadoras de la tradición, de que pueda haber un cambio, son las propias mujeres, lo recuerdo perfectamente en temas como la mutilación genital femenina. Yo trabajé en Tanzania mucho tiempo y eran las propias mujeres las que lo mantenían, porque sentían que sin ello de repente era como que les quitaban su cuota de poder".
La educación emerge en este contexto como la única herramienta a la que agarrarse. "Es súper importante cómo eduquemos a nuestros niños, hay muchísimos factores que intervienen, pero depende mucho de cómo vayamos cultivando al niño de mañana".
"Hay mucha presión social, a las mujeres nos han educado de una manera distinta. En el emprendimiento hay que tener poca vergüenza, no ser sinvergüenza, pero a nosotras por ese pudor malentendido nos cuesta"
Cristina Corchera es CTO y cofundadora de Bamboo Energy, una spinoff del Instituto de Investigación en Energía de Cataluña (IREC) que ha desarrollado un software con inteligencia artificial que permite decidir cuándo comprar y vender energía. Se trata de un proyecto previo a la actual ola de la IA y a la urgencia por contar con soluciones 'antiapagones'. Este verano, la startup cumplió cinco años, todo un hito para la compañía.
"Si este 19 de noviembre es una herramienta para la visibilización, perfecto. Lo único que no me gusta es que eso consiga que el resto del año sigamos invisibilizadas", esgrime en la charla mantenida con las otras fundadoras.
Y reconoce que esa falta de poner el emprendimiento femenino en el centro del relato durante el resto del año no rema a favor de la falta de vocaciones entre las niñas y las jóvenes para apostar por la creación de startups en su camino profesional.
"Hay como toda una mitología que provoca quizás esa sensación de vértigo a las nuevas generaciones. Y está alineada a toda la literatura alrededor de esos grandes inversores de Silicon Valley".
Cristina Corchera, CTO y cofundadora de Bamboo Energy.
Pero emprender no se logra siguiendo un solo camino. En esta tarea también hay diversidad de modos, tiempos y perspectivas. "Emprender tiene muchos caminos, tiene muchas maneras de hacerlo, no solo con las mujeres, también con hombres. Hay emprendimiento que puede ser compatible con otras empresas, con otras actividades, con tu vida personal", detalla Corchera.
Que se lo digan a Yanina Hallax, CEO y cofundadora de UARX Space. La startup gallega afrontará en junio de 2026 el lanzamiento del primer vehículo de transferencia satelital español que permitirá a los satélites moverse más allá del punto en el que entran en órbita. Su aterrizaje en el emprendimiento no fue precisamente el más habitual, pero ahora, ella 'está al mando'.
Yanina Hallax reconoce que el emprendimiento le sorprendió cuando profesionalmente pensaba que había llegado a lo más alto a lo que podía aspirar. Es una sensación compartida con algunas de sus compañeras, como Cristina Corchera. Pero el destino les tenía reservada una aventura que aún ni sospechaban.
"Emprendí con mi marido, pero estuvo como cuatro años intentando convencerme de montar la empresa. Yo no quería saber nada. Creía, también un poco como Cristina, que había llegado como a un tope que creía que era lo más que podía hacer en mi carrera; No era así".
La maternidad en el emprendimiento
La maternidad fue, en el caso de Yanina, el detonante que necesitaba. "Me decidí cuando fui mamá, o sea, cuando tenía un bebito de seis meses. Mi hijo fue el que me dio como el puntapié para decir, 'vamos ahora, pero lo vamos a hacer por todo lo alto'".
Lo que le comunicó a su marido, es toda una manifestación de voluntades, al estilo 'Yanina Hullak': "Todo bien, pero la que conduce soy yo. Y así fue", sentencia la CEO de UARX Space, una mujer de armas tomar a quien no le gusta acaparar la atención mediática, pero que cuando lo consigue, lo hace, como en el caso del emprendimiento, "por todo lo alto".
Yanina Hullak, CEO y cofundadora de UARX Space.
De hecho, asegura que nunca ha sentido "el síndrome del impostor" y muchas de las presiones sociales que, no obstante, reconoce existen. "Yo fui siempre por libre, o sea, hago lo que a mí me parece que está bien y ya". Con lo bueno que ello conlleva, y también, con lo menos bueno. " Y sí, me hubiese gustado que alguien me dijese que iba a ser complicado, porque compaginar todo realmente lo es".
Ellas lo han logrado y sí, al igual que Yanina, el resto de sus compañeras en esa conversación, asumen que es difícil. ¿Cómo afrontarlo pues? No hay fórmulas mágicas. Han primado lo que les hace ser quienes son; sus particularidades, la fortaleza de lo diverso -que nadie olvide "el potencial de la vulnerabilidad" bien entendida-; en definitiva, hacer de lo diferente algo único y genuino.
"Me decidí cuando fui mamá, o sea, cuando tenía un bebito de seis meses. Mi hijo fue el que me dio como el puntapié para decir, 'vamos ahora, pero lo vamos a hacer por todo lo alto'"
Las cuatro defienden que el liderazgo femenino está más abierto a la empatía, a apostar sólo cuando se sabe que se va a ganar, a evitar postureos muy dados en el ecosistema startupero... no sin razón, el índice de supervivencia de una startup fundada por mujeres es superior al de sus compañeros masculinos. Pero con eso es suficiente. Ellos son más, muchos más. Sería como aceptar el premio por consolación y estas fundadoras han salido a ganar.
"Parece que para triunfar tenemos que emular el liderazgo masculino y muchas lo hacen. Yo lo he visto y creo que conlleva un gran riesgo porque supone negar algo que la sociedad necesita. Hacen falta líderes empáticos, que acepten que la vulnerabilidad está ahí", declara Mafalda Soto.
Y junto a la empatía y la vulnerabilidad, otro de los conceptos clave de este nuevo liderazgo femenino aflora en la conversación: la humildad.
"Quizás nos cuesta más vender humo. No me gusta decir que vendemos humo porque no es así. Vendemos cosas muy valiosas, pero nos cuesta llegar al punto de poner ese valor encima de la mesa como hacen algunos hombres de forma más exagerada", indica Cristina Corchera.
"El ecosistema se está moviendo hacia ahí, hacia un nuevo modelo de startups, pero lo está haciendo muy lentamente, no nos engañemos"
"En Bamboo Energy estamos empezando ronda y estas cuestiones se ven muy claramente, el modo en que yo puedo poner sobre la mesa los logros y puntos fuertes de la compañía a como lo hacen los hombres. Estoy totalmente de acuerdo en que el ecosistema se está moviendo hacia ahí, hacia un nuevo modelo de startup, pero se está moviendo muy lentamente, no nos engañemos", afirma de forma categórica Corchera.
No se conocían entre ellas antes de la conversación organizada por DISRUPTORES - EL ESPAÑOL con motivo del Día Internacional de la Mujer Emprendedora. ¿Saben otra de las cualidades intrínsecas a todas ellas? La capacidad -y las ganas, no sólo por necesidad, que también- de tejer redes y crear comunidad.
"Las redes de emprendimiento donde tú te puedas sentir cómoda tienen mucho valor. Muchas veces, incluso si no son de tu sector, puedes pedir ayuda, escuchar y crecer acompañada", añade la CTO de Bamboo Energy.
Esas redes están ya esperando acoger a las nuevas generaciones que ahora están formándose en la escuela, el instituto, la universidad o la vida profesional. A ellas se dirige el final de esta conversación a cuatro.
Mensaje a las futuras emprendedoras
"Lo importante es pasárselo bien por el camino e intentarlo ya sea emprendiendo o en cualquier otra carrera. Por suerte, no hay un capítulo en la carrera laboral, hay muchos capítulos. Abre uno el que te apetezca y ya veremos a dónde llega; y después el siguiente", indica Corchera.
Mafalda Soto apuesta por poner siempre delante en la ecuación el propósito. "Buscar algo que te haga bueno, que te haga vibrar, te llene y motive y ese es el mejor empuje. Cuando tienes tan claro el porqué, los cómos van a llegar, los obstáculos y limitaciones se sortean mejor. Y expónte, sal de la zona de confort, escucha discursos distintos, viaja", asevera Soto.
La fortaleza mental va a ser clave esta aventura del emprendimiento. "Les diría que va a ser muy complicado, pero que lo van a lograr. Que estén bien bien mentalmente, es decir, han de estar muy bien preparadas para afrontar todos los desafíos".
Y, por encima de todo, y fruto de este nuevo tiempo en el emprendimiento femenino: "no tener prisa". "La experiencia es un grado. Junto a la rentabilidad y la moderación, otra de las cosas que el sector está premiando son los emprendedores que vienen de conocer su sector, que tienen identificados los dolores y que, por lo tanto, lo que resuelven son problemas reales en vez de fantasías muy sexys que realmente no solucionan nada", sentencia Ana Lozano. Amén. Nada más que añadir. Feliz Día de la Mujer Emprendedora desde DISRUPTORES.
