La impresión 3D está revolucionando la industria actual y la fabricación en campos como la salud, donde su potencial aplicación explora límites aún desconocidos. Todavía queda un largo camino por recorrer en la fabricación aditiva en España, pero poco a poco van irrumpiendo en el mercado proyectos emprendedores que abren un nuevo tiempo.

La startup Moso 3D es uno de los nombres propios del momento. La startup aragonesa vio la luz durante la pandemia de la mano de un grupo de ingenieros del sector de la fabricación aditiva y amantes de la impresión 3D.

Conocedores de las barreras de uso de esta tecnología, sentaron las bases para desarrollar una impresora 3D versátil, fiable y fácil de usar, capaz de hacer accesible la impresión 3D a cualquier tipo de empresa.

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No es fácil 'evangelizar' sobre el uso de la impresión 3D en España y, aunque la covid ejerció de acelerante para la implementación de la transformación digital, el equipo de Moso 3D tuvo que batallar desde el minuto uno con las compañías para hacerles entender los múltiples beneficios y posibilidades que brindaba una tecnología como la suya.

De esta forma, se reunió un equipo multidisciplinar de trabajo que pudiera atender las necesidades de los diferentes departamentos de una empresa y se buscó un socio industrial para dar soporte a la parte económica y productiva. Todo estaba listo para el 'alumbramiento' de la compañía.

Equipo humano de Moso 3D junto a su impresora.

Sin que de una broma del destino se tratara, un 28 de diciembre de 2020 se constituyó oficialmente Moso 3D, "con la ilusión de crear una empresa que llegue a ser un referente en innovación, sostenibilidad y compromiso social", explica a D+I Marta Burillo, CEO de la startup.

De aquello ya han pasado dos años y en la actualidad, Moso 3D acaba de sacar al mercado su impresora 3D que permite al sector médico generar biomodelos para docencia y práctica quirúrgica con distintas texturas y colores, además de prótesis con materiales resistentes a la esterilización.

Tecnología desarrollada por la compañía aragonesa.

Además, acaba de ser distinguida con el Premio EmprendedoresXXI en Aragón, un aval a su tecnología que también ha cosechado en el corto plazo otros reconocimientos como la buena acogida que tuvo en la feria internacional de Formnext en Alemania.

A partir de hora, Moso 3D ya mira no solo a nuestro país sino también a Alemania y Francia, donde prevé extender sus productos en el futuro.

Pero ¿cuál es el valor diferencial de su impresión 3D? A diferencia de las impresoras comunes que utilizan uno o dos cabezales para imprimir con diferentes materiales, su cabezales son intercambiables y específicos para cada tipo de material.

Además, ofrece hasta cuatro cabezales que permiten la impresión multimaterial, obteniendo piezas con mezclas de hasta cuatro materiales diferentes en una sola impresión. "Nos hemos asegurado de que el manejo sea fácil, automatizando el uso de la máquina y creando una interfaz intuitiva", matiza la CEO.

Impresora 3D de Moso 3D.

Su implementación en la industria permite un ahorro en costes sustancial "ya que, en una sola operación, se obtienen piezas complejas con varios materiales".

"A esto unimos que, al estar diseñados los extrusores específicamente para cada material, es mucho más fácil la impresión de los materiales y aumenta la calidad final de la pieza.  Esto no era factible con las tecnologías disponibles hasta ahora", añade Marta Burillo.

Versatilidad: el valor diferencial

Su propuesta tecnológica es su mayor éxito y, de la mano de los clientes, están descubriendo nuevas aplicaciones que "nosotros no habíamos ni imaginado".

Su potencial en el sector médico es uno de los de mayor impacto. Su impresora 3D permite generar biomodelos para docencia o práctica quirúrgica con distintas texturas y colores, o prótesis con materiales resistentes a la esterilización.

Esta impresora 3D es un producto 100% aragonés; desde el 'know-how' hasta la producción, todo está desarrollado y fabricado en Aragón

Marta Murillo, CEO de Moso 3D

"Permite fabricar piezas que mezclan materiales flexibles con rígidos, hechos de una sola vez sin necesidad de uniones. Es capaz de usarse desde el sector médico, al industrial o al de productos de consumo; la versatilidad es la característica que más destacan nuestros clientes", relata la CEO.

Y toda esta tecnología es 'made in Aragon'. "Esta impresora 3D es un producto 100% aragonés; desde el know-how hasta la producción, todo está desarrollado y fabricado en Aragón", circunstancia que incide, como venimos manteniendo en D+I, en el gran talento que atesora España y que está cambiando el modelo económico a través de la tecnología.

Próxima parada: la inteligencia artificial

La salida al mercado está conllevando una ampliación del equipo en la actualidad. Marta Burillo lidera un equipo formado por un jefe de proyecto que se encarga también de la mecánica, un ingeniero electrónico, otro ingeniero dedicado íntegramente al software, un responsable de marketing y un socio industrial que se encarga de la manufactura íntegra y nos proporciona sus instalaciones.

2023 se presenta como año clave, de despegue, para la compañía aragonesa. "Hemos necesitado dos años para desarrollar, y durante 2022 tuvimos varias unidades en pruebas en empresas de nuestro entorno para conseguir feedback y sacar un producto ya testado"

"Este 2023 hemos salido al mercado español, y esperamos llegar a Francia y Alemania, principales consumidores de esta tecnología a nivel europeo, en los próximos meses", recalca la CEO. Y avisa: "Y ya trabajamos para incorporar todo el potencial de la inteligencia artificial". El camino de Moso 3D no hay hecho más que comenzar.