Publicada
Actualizada

En un mundo con una población en continuo crecimiento y la emergencia climática como telón de fondo, la alimentación se erige en uno de los grandes desafíos de nuestro tiempo. Transitar hacia un modelo productivo que garantice el sustento sin menoscabar los ya mermados recursos naturales del planeta exige una apuesta con la innovación y la tecnología como pilares.

Las sinergias que se han forjado en los últimos años entre los ecosistemas de Latinoamérica y España están propiciando el florecimiento de prometedoras iniciativas emprendedoras a ambos lados del Atlántico.

FoodRise es una de ellas. El nuevo hub regional echa a andar impulsado por la aceleradora española Eatable Adventures y cuenta con el apoyo de BID Lab, el brazo de innovación y venture capital del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo.

Su objetivo es transformar el sistema alimentario del Cono Sur conectando tecnología, colaboración e impacto. DISRUPTORES-EL ESPAÑOL ahonda en esta iniciativa de la mano de Mila Valcárcel, Managing Partner y cofundadora de Eatable Adventures.

El porqué de FoodRise está perfectamente identificado. "Latinoamérica es una de las regiones con mayor capacidad productiva del planeta. Sin embargo, enfrenta una doble brecha: por un lado, la seguridad alimentaria, con más de 110 millones de personas en la región en situación de inseguridad moderada o grave según la FAO", comenta a esta redacción.

El otro hándicap es un ecosistema de innovación "todavía fragmentado, con poca inversión (apenas el 2% del capital de riesgo global llega a la región) y marcos regulatorios que ralentizan la adopción de nuevas tecnologías".

A pesar de estas dificultades, la región tiene un enorme potencial para convertirse en un referente global de soluciones foodtech, defiende la experta, gracias a su "biodiversidad única, a su talento científico y a su rol estratégico en la producción mundial de alimentos".

Mila Valcárcel, Managing Partner de Eatable Adventures.

"El gran reto está en transformar ese potencial en soluciones que garanticen un acceso seguro, equitativo y sostenible a los alimentos. Y ahí es donde iniciativas como FoodRise juegan un papel clave: impulsando innovación, atrayendo inversión y tejiendo alianzas sólidas que conviertan la capacidad productiva y científica de la región en impacto real para su población", argumenta.

La experiencia en España y Europa de Eatable Adventure y el peso del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo se ponen ahora al servicio de esta iniciativa.

"El ecosistema foodtech en la región necesita algo más que capital: requiere estructura, acompañamiento y una conexión real con la industria. Por eso diseñamos modelos que combinan aceleración, inversión, programas corporativos y creación de puentes entre startups, corporaciones y gobiernos", indica Valcárcel.

Un ejemplo de ese trabajo previo de la aceleradora es Raíces, un programa que conecta directamente los ecosistemas de innovación agroalimentaria de España y Latinoamérica. "Este programa surge de la detección de una mayor dificultad para los emprendedores de los países hispanohablantes en captar inversión y escalar proyectos".

Eatable Adventures apuesta firmemente por "el poder de las conexiones", de ahí que haya construido una red internacional de hubs en Europa, Asia y Latinoamérica, que actúan como polos estratégicos para educar, acompañar e impulsar nuevas iniciativas en agrifoodtech.

"Estamos convencidos de que el verdadero cambio nace a partir de los territorios y los ecosistemas locales, pero sólo alcanza su máximo potencial cuando se conectan dentro de un sistema global".

"El ecosistema 'foodtech' en la región necesita algo más que capital: requiere estructura, acompañamiento y una conexión real con la industria"

Mila Valcárcel, Managing Partner y cofundadora de Eatable Adventures

FoodRise es un paso más en esa dirección. "Este hub concentra todo lo aprendido en nuestra trayectoria internacional y lo aplica a un territorio con un enorme potencial productivo y científico. Con FoodRise queremos escalar startups de Chile, Argentina, Uruguay y Paraguay, para mejorar la seguridad alimentaria y generar oportunidades de crecimiento que beneficien directamente a las personas y a sus comunidades".

El papel del BID Lab es central en este proyecto. No solo aporta su experiencia y red regional, sino que además respalda el proyecto cofinanciándolo junto con Eatable Adventures.

BID Lab, pieza angular de FoodRise

"De esta forma, FoodRise arranca con los recursos y la legitimidad necesarios para generar impacto desde el primer día. BID Lab es el brazo de innovación y venture capital del Grupo BID, y su participación asegura que esta iniciativa esté alineada con los grandes retos de desarrollo de la región", precisa Mila Valcárcel.

Las líneas de trabajo de FoodRise incluyen proyectos de emprendimiento que abordan retos críticos del sector: extensión de la vida útil de los alimentos, reducción de desperdicios y residuos, mejora del valor nutricional, desarrollo de ingredientes alternativos más saludables y optimización procesos, logística, packaging y retail.

Miembros de Eatable Adventures y BID Lab en la presentación de FoodRise.

Cabe recordar que Latinoamérica capta solo el 2% del capital de riesgo global (Banco Mundial), y la región sigue rezagada en innovación según el Global Innovation Index 2024. A través de FoodRise, Eatable Adventures busca atraer inversión internacional y acelerar marcos regulatorios para que la ciencia y el talento del Cono Sur se conviertan en soluciones escalables y sostenibles.

Respecto al perfil de las startups que FoodRise está buscando, Valcárcel da las claves: "Han de ser startups del Cono Sur (Chile, Argentina, Uruguay y Paraguay), que aporten soluciones de triple impacto: económico, ambiental y social, y que respondan a retos globales del sistema alimentario: extensión de la vida útil de los alimentos, reducción del desperdicio y de los residuos, mejora del valor nutricional, desarrollo de ingredientes alternativos más saludables, optimización de procesos, logística, packaging y retail".

Las startups seleccionadas no solo participarán en el programa de aceleración, sino que también accederán a la red global de Eatable Adventures. Esta conexión les permitirá vincularse con corporaciones, inversores y centros de investigación en Europa y en otras regiones donde operamos, ampliando sus oportunidades de crecimiento, internacionalización y escalabilidad.

Sin duda, una oportunidad para seguir ahondando en las conexiones entre España y Latam para generar valor y reforzar sus respectivos ecosistemas de innovación.