“Hoy en día está asumido que la transformación digital tiene un efecto y genera impactos positivos en las empresas. Hemos sido testigos de ello en los últimos años y, sobre todo, tras el contexto y la aceleración generada por la pandemia”.

“Ahora, el siguiente paso es elevar el propósito de esa transformación digital, que no se quede sólo en mejorar el desempeño de las empresas, sino que contribuya a la generación de un valor sostenible desde diversos puntos de vista: medioambiental, social y de gobernanza que ya recogen los criterios ESG (Enviromental, Social, Governance)”.

Quien así habla al otro lado de la línea telefónica es Íñigo Arizaga, director de tecnología de la división de Tecnologías Avanzadas para la Industria de Tecnalia. Este ingeniero e investigador tampoco duda en señalar que en este siguiente paso “la computación cuántica va a desempeñar un papel importante porque hay grandes problemas a los que la computación clásica no puede responder de forma eficiente”.

El proyecto CUCO

Para dar con esas respuestas, la semana pasada se anunció la puesta en marcha en España de la iniciativa CUCO, calificado como “el primer gran proyecto de computación cuántica de ámbito nacional y empresarial con el objetivo de progresar en el conocimiento científico y tecnológico de algoritmos de computación cuántica mediante la colaboración público-privada”.

Siete empresas, cinco centros de investigación, entre los que se encuentra Tecnalia, y una universidad pública, la Politécnica de Valencia, forman parte de este consorcio recién creado. El proyecto se centrará en investigar la aplicación de la computación cuántica en industrias estratégicas para la economía española: energía, finanzas, espacio, defensa y logística.

Amatech, BBVA, DAS Photonics, GMV, Multiverse Computing, Qilimanjaro Quantum Tech y Repsol son las compañías que, a través de la subvención de los fondos CDTI, han buscado el apoyo de diferentes organismos para poner en marcha este consorcio y avanzar en sus experimentos.

Junto a la Universidad Politécnica de Valencia y Tecnalia, en Vizcaya, completan la lista el Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS), el Donostia International Physics Center (DIPC), el Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO), en Barcelona, y el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Experimentación cuántica 

El proyecto CUCO tiene una duración de tres años. Un tiempo en el que cada una de las compañías experimentará en sus respectivas áreas de actividad. En el caso de GMV, coordinadores de la iniciativa, se enfocarán en el estudio de viabilidad de la aplicación de tecnologías cuánticas para resolver una serie de casos de uso en el campo de observación de la Tierra. 

“Investigaremos algoritmos cuánticos, o con inspiración cuántica, que puedan ofrecer una ventaja sobre el estado del arte actual y los modelos convenciones de machine learning. En concreto, sobre su aplicación basados en redes neuronales cuánticas para resolver problemas de clasificación de imágenes y detección, métodos de kernel cuánticos y algoritmos de clustering”, detalla a D+I Víctor Gaspar, Business Partner de GMV.

En este trabajo contarán con el apoyo de Tecnalia y sus investigadores. Un equipo que también colaborará con Amtech, para optimizar los procesos logísticos en todas sus vertientes, y con BBVA, “que representa unos de los sectores clásicos de la aplicación cuántica”, afirma Arizaga. 

Esta entidad financiera es el único banco que forma parte de CUCO. “Investigaremos qué tipo de problemas, a los que se enfrentan nuestros clientes y negocios, son susceptibles de ser resueltos mejor o más rápido. O bien, si con estas tecnologías se pueden resolver problemas que son irresolubles con el enfoque clásico”, explica Escolástico Sánchez, discipline leader de Investigación y Patentes de BBVA, a este medio. Para ello, también contarán con la colaboración del CSIC.

En el caso de Repsol, la compañía lidera el grupo de trabajo ‘Computación cuántica para un sector energético sostenible’. “Aunque algunos de los casos de aplicación están por concretar, sí tenemos claro en qué sectores buscamos su impacto”, asegura Ricardo Enríquez Miranda, doctor en Ciencias Físicas y Científico Sénior de Matemáticas Avanzadas en Repsol Technology Lab

“Por ejemplo, analizaremos a fondo los relacionados con la aplicación de la economía circular y las vías para transformar determinados tipos de residuos en productos de alto valor añadido como los biocombustibles; hacer más eficientes los sistemas de gestión agregada de recursos energéticos distribuidos; la producción de hidrógeno renovable mediante electrolisis a gran escala y el diseño de nuevos catalizadores; o de nuevas rutas para emplear CO2 como materia prima en productos de baja, nula o incluso negativa huella de carbono”, enumera.

Tecnología incipiente

Algo en lo que coinciden los portavoces GMV, Repsol y BBVA es que en que cualquiera de las investigaciones mencionadas será posible dependiendo del desarrollo y evolución del hardware disponible.

“A los diferentes dispositivos cuánticos accederemos a través de la nube y cabe destacar que adoptamos una posición tecnológicamente agnóstica. Esto quiere decir que probaremos algoritmos en ordenadores cuánticos basados en todas las tecnologías disponibles: tecnologías superconductoras, iones atrapados, átomos neutros o dispositivos fotónicos, por mencionar las más prometedoras actualmente”, apunta Enríquez Miranda. Quien recuerda que dentro del consorcio también está el BSC-CNS, referente en el mundo de la supercomputación. 

“Estamos en los albores de esta tecnología, con niveles de madurez muy bajos del hardware, y comprometerse a un dispositivo físico concreto podría poner en riesgo las inversiones que se realicen en aplicaciones (software)”, admite Gaspar.

“Por lo tanto, en el proyecto se ha buscado de manera consciente el apoyo de diferentes fabricantes, con diferentes tecnologías, y así poder probar las aplicaciones en varias de ellas”

También se tendrán en cuenta otras iniciativas nacionales, como Quantum Spain, y europeas, como los consorcios que surjan de las Framework Partnerhip Agreement de los programas Horizonte Europa, e iniciativas como Digital Europe o el European Defence Fund.

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