Un momento del debate organizado por 'Margarita Bly', con Ludi García (moderadora), Patricia Fernández de Lis (Materia) y Alberto Iglesias Fraga (D+I - EL ESPAÑOL).

Un momento del debate organizado por 'Margarita Bly', con Ludi García (moderadora), Patricia Fernández de Lis (Materia) y Alberto Iglesias Fraga (D+I - EL ESPAÑOL).

España

Promover la vocación científico-tecnológica en las futuras periodistas, un reto de sector y de sociedad

Un debate organizado por el think tank 'Margarita Bly' pone de manifiesto la desigualdad de género existente en el periodismo científico y tecnológico.

5 noviembre, 2021 03:26

¿Es el periodismo científico y tecnológico un área igualitaria, con puntos de vista diversos y representación pareja de ambos sexos en las plantillas de los medios? ¿Cuáles son las barreras que enfrentan las mujeres a la hora de dedicarse a la comunicación especializada en estos campos? ¿Cómo juegan en su contra la falta de referentes, la educación o los ambientes tóxicos de trabajo?

Para tratar de responder a todas estas cuestiones, retos no ya del sector sino de la sociedad en su conjunto, el think tank 'Margarita Bly' organizó recientemente una jornada híbrida con la participación de Patricia Fernández de Lis, redactora jefe de Materia, y Alberto Iglesias Fraga, subdirector de D+I - EL ESPAÑOL

El debate comenzó poniendo en valor los artículos científicos, que son una representación de lo que está pasando en el mundo y de cómo será el futuro. Debido a esta importancia, es esencial la existencia de voces femeninas que cuenten su visión de la actualidad y que esbocen el futuro en el que ellas también tienen cabida. La educación debe ser un punto de partida: “[A las mujeres] nos han enseñado a ser poco valientes y ser humildes con nuestras limitaciones y las ciencias siempre nos han echado para atrás. Pero no sé por qué, los chicos si tienen miedo o no lo dicen, o tiran para adelante. En cambio, a ellas hay que darles más seguridad y confianza”, comentaba Fernandez de Lis.

A esta educación desigual, se le une los ambientes tóxicos dentro de las redacciones y en los círculos de lectores. “Hay muchos ambientes tóxicos masculinos que se crean en las empresas que impiden que una mujer se desarrolle o incluso entre ahí. Muchas veces con esos ambientes, que podemos ver sin ir más lejos en las grandes compañías tecnológicas, las mujeres dan un paso atrás y se orientan a otros campos. Y esa misma percepción puede calar también en los propios medios encargados de cubrir su actualidad”, comentaba Iglesias Fraga, antes de destacar como ejemplo la redacción paritaria de  D+I - EL ESPAÑOL desde sus inicios.

Junto a estas afirmaciones, también se proyectan soluciones. El campo de la ciencia y la tecnología son los que más futuro tienen, ya que hemos llegado a un nivel imparable de desarrollo, en el que nuestra evolución va de la mano de la tecnología. Los dos ponentes daban el mismo impulso a los futuros periodistas: dejar los prejuicios a un lado y considerar la ciencia y la tecnología como una parte de su carrera desde un principio. “Este es el campo que más futuro tiene. Si quieres saber qué es lo que va a condicionar la vida y lo que va a suceder, tienes que estar en esta sección. Si quieres ser la voz, ven a la tecnología”, animaban ambos a los futuros periodistas.

El debate fue presentado por María Luisa Melo, presidenta de 'Margarita Bly', y moderado por Ludi García, Managing Director de la consultora de comunicación Hotwire España, en el espacio madrileño Aticco. Esta fue la segunda conferencia del ciclo #MargaritaBlyEnVivo, donde diferentes referentes del sector comparten, de manera abierta y en un ambiente distendido, sus impresiones y propuestas para defender la igualdad en estas disciplinas en general y la comunicación y periodismo en particular.

El objetivo de estos encuentros es crear un espacio para descubrir y explorar las diferentes alternativas que potencien el liderazgo femenino en el sector, además de fomentar una orientación hacia el ámbito científico-técnico y de innovación en las futuras profesionales.