De las grandes crisis se sale con ayuda de grandes ideas. Pero no solo basta con tener y exponerlas, hay que llevarlas a la práctica. Y este era el objetivo de la segunda edición de Big Ideas: poner sobre la mesa ideas para la acción, no para dejarlas guardadas en un cajón. Y las pensadoras en esta ocasión han sido casi una treintena de mujeres, entre altas directivas y jóvenes estudiantes apasionadas por las STEM, es decir por la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (por sus siglas en inglés).

“La reconstrucción de España no puede permitirse renunciar a la mitad de la inteligencia y del talento del país”, incidía en su intervención inicial la secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas. “Vamos a necesitar todo el talento. Y el talento no tiene género”, porque en un futuro complejo se requiere de “múltiples inteligencias y sensibilidades”.

Se trata de emprender un trayecto social y económica que solo se puede recorrer “unidos y sin dejar a nadie atrás”, apuntaba Artigas. “Estamos ante un momento histórico para el futuro de la digitalización de nuestra economía y de nuestro tejido productivo. Se trata de un reto urgente que exige profundas transformaciones y un trabajo colectivo intenso para reinventarnos como país y sociedad a través del desarrollo tecnológico”.

La responsable en la materia del Gobierno central subrayaba que esta “necesaria” transformación digital de la economía española “requiere incorporar la perspectiva de género”, ya que debe ser “una transformación transversal y profunda, basada en la igualdad, y que llegue a todos sin dejar a nadie atrás”.

En este punto, insistía en la llamada brecha de género en el entorno digital: “Existe, aunque algunos no la quieran ver”. Así, Artigas enumeraba algunas cifras para demostrarlo: apenas el 13% del alumnado matriculado en informático es mujer; el 30% de los profesionales TIC es mujer; el 25% en inteligencia artificial y big data y solo el 12% en cloud computing, según datos del FMI. “Son sectores llamados a redefinir el mañana”, lo que refleja que esta brecha de género tendrá “efectos notorios en el mañana”

La tecnología no es neutra, es un reflejo de la sociedad, por lo que si se desplaza socialmente a la mujer, los algoritmos y la tecnología también reflejarán ese mismo sesgo. Si quienes diseñan los algoritmos tienen unas características y visiones específicas, estos tenderán a incorporar estos mismos sesgos, agrandando las brechas en el futuro. Si solo hay hombres diseñándolos, determinarán el futuro de todos bajo el prisma de su realidad”.

Por ello, la secretaria de Estado de Digitalización animaba a empresas y administraciones a “trabajar de forma conjunta y coordinada” para impulsar “la colaboración público-privada como una de las palancas de este cambio social”. “Es el momento de apostar por el talento joven y por el talento femenino” para “contar con la capacidad de innovación del 50% de la población que hasta ahora se estaba dejando atrás”, apostillaba en su discurso ante directivas y jóvenes estudiantes.

El talento joven

De hecho, Artigas animaba a las estudiantes: “De todas es el presente, pero de ellas es el futuro”. La periodista Elena Arrieta que moderaba la mesa  con cuatro jóvenes de entre 15 y 18 años, finalistas y ganadoras del programa STEM Talent Girl, destacaba precisamente “el hambre por cambiar las cosas y comerse el mundo” de estas jóvenes.

Laura Rojo, estudiante universitaria de Físicas en Universidad Autónoma de Madrid, no solo piensa que el futuro está en manos de los jóvenes, sino que son “motores” de la transformación que está por llegar. “Hay un poco de incertidumbre, pero es apasionante que la Industria 4.0, el internet de las cosas y la globalización con su capacidad de mantener conectado a todo el mundo nos va a beneficiar en un futuro”.

“Es nuestro deber, como generaciones nuevas, intentar arreglar con cabeza y conocimiento los problemas que hay y plantear soluciones”, señalaba la joven Laura Rojo. ¿Cómo conseguirlo? A pesar de sus 18 años lo tenía muy claro: “No podemos encerrarnos en una burbuja de país, la cooperación internacional es importante, el desarrollo en ciencia y tecnología tiene que ser cosa de todos”.

Más joven aún es Alai Blanco, que con 16 años estudia 1º Bachillerato en el colegio Nuestra Señora de la Consolación y quiere estudiar o ingeniera informática o aereoespacial. No se amedrentaba cuando pedía a la clase política invertir en investigación: “El Covid nos ha enseñado que algo así puede pasar en cualquier momento y no podemos dejar de lado al mundo científico, hay que permitirles que sigan trabajando”.

Eso sí, apuntaba Alai, esta inversión en ciencia debe ir acompañada de un fuerte compromiso social: los países del primer mundo deben ayudar a los que no tiene acceso a recursos vitales como comida y agua para reducir las desigualdades en nuestro mundo.

Con 15 años, Alicia Ramírez estudia 1º Bachillertaro Internacional en el colegio SEK en Madrid está de acuerdo con Alai. “Primero hay que cubrir las necesidades básicas y después centrarnos en la investigación y desarrollar tecnología”, estos son para esta joven los desafíos más urgentes, pero no por ello hay que dejar de “invertir en I+D para solucionar estos retos actuales y los de futuro”. Más allá de la inversión, la joven Alicia Ramírez reclamaba a los líderes políticos un carácter “más colaborativo”.

Por último, la Alicia Fernández, que tiene 16 años y estudia 1º Bachillerato en León, en el IES Legio VII, apuntaba que el futuro empieza por la educación: “Es un pilar fundamental para reconstruir un mundo que sea igualitario”. Así, apostaba por utilizar la ciencia y la tecnología como para acabar con las desigualdades que sus compañeras recalcaban entre los llamados primer y el tercer mundo.

Por ello, Alicia Fernández mandaba un mensaje muy directo a los políticos: “Que no se centren en perpetuarse en el poder ni piensen en los votos, sino que se arriesguen y piensen a largo plazo, porque las decisiones que tomen tienen consecuencias en nuestro futuro”.

18 ‘big ideas’

Tras interesante debate, era el momento de escuchar 18 grandes ideas de mano de directivas del sector tecnológico. Mónica Villas, docente y consultora de nuevas tecnologías, planteaba una colaboración más estrecha entre universidad y colegio. “La IA es clave en el día a día y me gustaría llevarla a la educación primaria para que los niños sean capaces de entenderla hagan lo hagan en su vida profesional futura”. Así también se mejoraría el pensamiento computacional.

Ana Bujaldón, presidenta de Fedepe, proponía crear una biblioteca digital de mujeres STEM para llevar a las aulas a mujeres profesionales en STEM: “Ver y escuchar a mujeres que destacan en este sector para que puedan comprender que ellas también pueden protagonizar ese cambio”. Así, se creará una “memoria” del avance de las mujeres en este sector y será un recurso para colegios e institutos.

En esta línea educativa, Elena Ceballos, responsable de Comunicación de Dolby Laboratories en España, propone crear una especie de bolsa de mentoring a través de estudiantes universitarias para que sean ellas las que se conviertan en referentes cercanos para las niñas en los colegios. “Debemos involucrar a las nuevas generaciones STEM”.

Para el desarrollo del talento STEM, Emma Fernández, vicepresidenta de ASTI, proponía crear un movimiento de educación que alcance a toda la sociedad para impulsar estas vocaciones.

Ana María Llopis, fundadora de Ideas4all, aprovechaba su espacio para promover la ONG Inspiring Girls, que quiere dar a conocer historia de mujeres inspiradoras y científicas que nadie ha sacado la luz.

Así, en el marco del despliegue del 5G, María Luisa Melo, dircom de Huawei España, planteaba una app con escenarios virtuales para dar a conocer en los colegios ámbitos como la tecnología aeroespacial, telecomunicaciones o explorar por dentro naves espaciales… Todo gracias al 5G.

En el plano social, Patricia Urbez, director general Sector Público de Fujitsu, quiere crear una aplicación para conectar al ciudadano con el comercio local. “Esta app móvil en la nube no requiere que el micro comercio invierta en tecnología para volver a aparecer en el mapa”, que ahora es más digital que nunca. Es una herramienta de comunicación para mantener vivo este tejido tradicional a través de “un canal cercano y personal”.

La propuesta de Patricia Núñez, directora de Canal de Lenovo en España y Portugal, se centra en eliminar las brechas digitales en educación. Por ello, propone a docentes y estudiantes “desaprender” y apostar por una pedagogía sobre la tecnología, sobre su uso y su experimentación.

Mariona Vicens, directora corporativa de Innovación y Transformación Digital de Caixabank, quiere poner la tecnología al servicio de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), sobre todo los relacionados con la inclusión financiera.

La idea de Epifanía Pascual, consultora en Transformación Digital, se centra en lograr entornos de trabajo “seguros y motivadores para dar opinión y aportar ideas”. Pascual señalaba que es algo que “debe crearse de arriba a abajo y requiere un cambio de mentalidad en los altos directivos, que deben crear el caldo de cultivo necesario”.

Rosa Díaz, directora general de Incibe, proponía la iniciativa #Nosinmujeres en eventos TIC para visibilizar que no se puede dejar atrás al 50% de la población.

Crear una red de colaboración público-privada en la que emprendedoras puede proponer política adaptadas a ellas era la propuesta de Susana Rubio, directora de Pagos Digitales e Innovación en Mastercard.

Gemma Ribas, responsable de Comunicaciones del Barcelona Supercomputing Center, presentaba a SuperGeek una superheroína digital para dar a conocer el pensamiento computacional en los colegios y despertar vocaciones científico-técnicas.

Por su parte, Pilar Torres, responsable de Sector Público en Amazon Web Services en Iberia, proponía la tecnología para acelerar la transformación la educación a través de la nube.

Eugenia Muguerza, directora de Operaciones en Liberty, planteaba un uso disruptivo del análisis de los datos para prevenir siniestros para tratar de transformar la comunicación con cada cliente.

Unas de las propuestas con mejor acogida en el evento fue la Sonia Pacheco, dircom de Globant en EMEA: “Conquistar los nombres del mañana”, es decir, que tecnólogas y científicas sean reconocidas con nombres en la cartografía espacial para impulsar su reconocimiento.

Rita Estévez, CEO de Experian en España y Portugal, apostaba por fijar como pilar de la reconstrucción el poder de los datos en nuestro día a día y aprovechar el talento digital porque “no se puede prescindir de nadie”.

Por último, las responsables de Hill+Knowlton Strategies, organizadoras del evento, proponían crear una comunidad STEAM en castellano en Twitch para aprovechar su éxito entre los más jóvenes.

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