El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha presentado el Plan de Choque para la Ciencia y la Innovación que contará con una inversión de 1.050 millones en ayudas directas en 2020-2021 (en el primer año se movilizarán 396 millones y el resto en 2021), que se complementarán con otros 508 millones en préstamos con condiciones ventajosas para las empresas innovadoras, para poder ejecutar las 17 medidas contempladas en este plan.

El objetivo, ha explicado el jefe del Ejecutivo en un acto desde el Palacio de la Moncloa delante de representantes de los sectores innovadores y científicos, es "dinaminzar de forma inmedia el sistema público y privado de I+D" con un conjunto de medidas a corto plazo que inciden "en lo más urgente, no en lo más importante", pero que esta diseñado "para alinearse y ser complementado con recursos a medio y largo plazo" con otros planes, como el Plan de Inversiones y Reformas para la Recuperación Económica que el Gobierno está preparando y llevará a Bruselas porque quiere contar con fondos europeos para la reconstrucción tras la pandemia por la Covid-19.

Este plan de choque se va a sustentar en tres pilares:

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  • Innovación e investigación en salud para fortalecer el sistema de investigación biosanitaria y que incluirá una movilización de recursos a favor del Instituto Carlos III y el compromiso de alcanzar una reforma de la Ley de Investigación Biosanitaria, para impulsar la carrera profesional de investigadores biomédico. 215,9 millones.
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  • Transformación del sistema de ciencia y atracción de talento. Con el objetivo de resolver cuanto antes "las deficiencias endémicas del sistema de ciencia español". En este pilar se incluirá la renovación de la Ley de Ciencia para dotar de estabilidad la carrera profesional de todos los científicos y dotar de más fondos los principales instrumentos de financiación de la ciencia. 523,5 millones.
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  • Impulso I+D+i empresarial y la ciencia. Entre los invitados a esta prosentación, una de las reflexiones comunes es la necesidad de impulsar los resultados de la ciencia para su desarrollo más allá del laboratorio. Por ello, se "reforzarán las bases del tejido productivo impulsando la transferencia de conocimiento", ha destacado Sánchez. "Será uno de los pilares de la recuperación/transformación económica, social, medioambiental, digital del país con medidas concretas de carácter transversal en sectores estratégicos". Un presupuesto de 317 millones y otros 508 millones en préstamos a empresas
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1. Innovación e investigación en salud

Entre las medidas acordadas en este primer eje, se incluyen seis millones de euros para reforzar el Centro Nacional de Microbiología y el Centro Nacional de Epidemiología y el incremento en 50 millones de euros de los fondos destinados a la convocatoria de proyectos anual de la Acción Estratégica en Salud, a través de la cual se financian contratos para personal investigador, proyectos, redes y plataformas de apoyo a la investigación e innovación en todo el país. Entre otras cosas, permitirá aumentar los recursos para la contratación postdoctoral de los programas Sara Borrell y Miguel Servet.

El plan incluye también los recursos que se han destinado a la convocatoria de proyectos de investigación frente a la pandemia, el Fondo COVID, que sigue en marcha.

Además, se va a impulsar la Estrategia de Medicina Personalizada para mejorar la prevención y el tratamiento de enfermedades. Su lanzamiento comenzará en el segundo semestre de 2020 y contará con 77,3 millones de euros. Uno de los planes que incluye se refiere a la creación de un Centro Estatal de Terapias Avanzadas, orientado a la investigación, desarrollo y potencial fabricación y distribución en el Sistema Nacional de Salud de terapias avanzadas personalizadas.

También contempla la reforma de la Ley de Investigación Biomédica de 2007 para desarrollar la carrera investigadora en el Sistema Nacional de Salud y el refuerzo de las instalaciones de alta seguridad biológica, en especial las del Centro de Investigación en Sanidad Animal del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (CISA-CNIA), con una inversión directa de 29 millones de euros.

2. Transformación del sistema de ciencia y atracción de talento

En este segundo eje se plantea una reforma de la Ley de la Ciencia que incluirá la creación de una figura estable de entrada al personal investigador en el sistema público de ciencia español. Es lo que se conoce en los países anglosajones como tenure track, una contratación estable sujeta a condición de evaluación positiva, una figura idónea para asentar sobre ella el desarrollo de la carrera investigadora.

Además, se aumentará la financiación para los grupos de investigación, tanto en proyectos como en equipamiento científico-técnico y prórrogas de contratos. Estas medidas, después de una década de baja financiación, en la que los proyectos han sufrido recortes de más de 30%, se pondrán en marcha en la publicación de convocatorias de este año 2020 y en 2021.

En concreto, se incrementará en 50 millones (hasta los 412, es decir un 14% más), la cuantía de la convocatoria de proyectos de I+D+I en 2020 y 2021; se crea una partida de 60 millones de euros para adquisición de pequeño equipamiento científico por parte de las instituciones que han sido beneficiarias de proyectos en las convocatorias de los últimos tres años y se lanzará otra convocatoria de equipamiento científico-técnico en 2021 con 120 millones de euros.

Asimismo, se amplían las ayudas para prórrogas de contratos de la Agencia Estatal de Innovación para incluir a aquellos que no fueron beneficiados del primer paquete que se aprobó en el Real Decreto-ley 11/2020, de 31 de marzo, y que ya benefició a más de 1.000 investigadores e investigadoras. Ahora, podrán acogerse a esta medida los contratos con duración determinada que finalicen entre el 2 de abril de 2021 y el 1 de abril de 2023 (prórroga por un periodo de hasta cinco meses) y las instituciones que hayan establecido contratos indefinidos entre el 2 de abril de 2020 y el 1 de abril de 2023. Se calcula que esta medida, con un coste estimado de 20 millones de euros, beneficiará a más de 3.200 investigadores e investigadoras.

Otro de los objetivos concretos del Plan de choque es fortalecer los contratos postdoctorales para atraer y retener el talento de personal científico doctor en los grupos de investigación españoles. Para ello, se aumentará en un 30% el presupuesto de los programas postdoctorales junior Juan de la Cierva y senior Ramón y Cajal, con un total de 56,1 millones de euros adicionales.

Este eje incluye también el refuerzo de la investigación oceanográfica española, mediante la construcción de un Buque Oceanográfico Multipropósito de Ámbito Global (BOMAG), que amplíe la capacidad operativa del Instituto Español de Oceanografía y le permita abordar nuevas responsabilidades y retos. También contempla la creación de una Plataforma Española de Germoplasma Vegetal para la Agricultura y la Alimentación en Red, que contribuirá, desde el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), a la mejora de la conservación y utilización del patrimonio vegetal de España.

3. Impulso de la I+D+i empresarial

En primer lugar, a través de este eje, se pone en marcha un plan a tres años para duplicar las ayudas a la I+D+I empresarial, a través del nuevo Plan Estratégico de la Agencia de Innovación CDTI, hasta alcanzar los 2.156 millones de euros anuales. Se trata de un crecimiento orgánico en tres vectores (I+D, innovación tecnológica y capital riesgo) hasta alcanzar un peso relativo del apoyo público a la I+D+I empresarial similar al de los principales países europeos.

Además, se incluyen dos planes específicos de apoyo a la I+D+I empresarial en el sector de la automoción, con 25 millones de inversión directa en 2020, a través de la ampliación del programa Misiones Ciencia e Innovación del CDTI, más otros 100 millones de euros en créditos en 2021. Y un segundo plan de I+D+I del sector aeronáutico, con 65 millones en ayudas directas destinadas a proyectos dirigidos al aumento de eficiencia de las futuras aeronaves y a la reducción de las emisiones contaminantes del transporte aéreo.

Este eje también incorpora un programa de ayudas directas a PYMEs innovadoras para que puedan madurar su tecnología y su modelo de negocio y afianzar su estructura de cara a su posterior escalado. Comenzará con un piloto en 2020, con 10 millones de euros, y continuará con 50 millones en 2021.

Asimismo, y con el objetivo de desarrollar la industria de la ciencia y reforzar la transferencia de tecnología, se añade otro programa de apoyo a PYMEs innovadoras que promoverá la compra de prototipos a entidades y centros de investigación y tecnología que quieran desarrollar startups que exploten un conocimiento novedoso o que planteen la colaboración con una empresa con capacidad tecnológica para industrializar y comercializar este conocimiento tecnológico. Se lanzará también con un piloto en 2020, con dos millones de euros, y se desarrollará en 2021 con una inversión prevista de 50 millones.

Lecciones aprendidas

En estos meses, durante la lucha contra la Covid-19, ha destacado Pedro Sánchez en su intervención, los científicos españoles y el sector de la innovación han demostrado "su extraordinaria formación; su alto sentido del deber y del compromiso; su humilidad; su consciencia de las limitaciones al enfrentarse a un virus desconocido, y su alto grado de compromiso con el país y el servicio público".

"Desde el Gobierno hemos comprendido y aprendido la importancia de la ciencia en estos momentos tan importantes para la humanidad. Hay talento de sobra para estar a la vanguardia la investigación, el desarrollo y la innovación", ha subrayado el presidente del Gobierno.

En este sentido, ha insistido en que una de las lecciones aprendidas en la pandemia ha sido "la evidencia de las renuncias en el pasado por la ciencia" y esto empuja a "apostar por ella, tras una década relegada, sufriendo los recortes y la ausencia de atención política, ahora se necesita este plan de choque".

Investigadores y empresarios

En este acto también han intervenido representantes de la ciencia y la innovación. El primero en tomar la palabra ha sido el profesor del CSIC Luis Enjuanes Sánchez, que ha querido poner en valor la investigación de calidad que existe en España, tanto en centros como el CSIC como en universidad y centros sanitarios. “La base de la investigación en España es muy fuerte”.

Sin embargo, ha hecho hincapié en que es necesario trabajar en un llevar a cabo una transición de esta etapa de investigación a la siguiente de desarrollo, en la que deben participar empresas e inversores, apostilla. “Esta es una necesidad absoluta para poder emerger y los investigadores no podemos hacerlo solos. Necesitamos a las empresas porque estas tienen las tecnologías para poder hacer el escalado de ese desarrollo”.

Además, ha instado a repensar el modelo español con el objetivo de unir más los mundos universitarios y empresarial a través, por ejemplo, de consorcios mixtos. “Tenemos industrias potentes en las que los jóvenes podría ir a aprender y conocer la problemática. Así la industria española se rejuvenecería mucho”.

Y precisamente una joven investigadora le ha dado el relevo en el atril. Nerea Luis Mingueza de la UC3M ha destacado el lema que se está difundiendo en redes sociales: “Sin ciencia no hay futuro”. Y para cuidar a los científicos, “necesitamos estabilidad y financiación”.

Así, ha pedido a los presentes, miembros del Gobierno y representantes empresariales: “Creed en los jóvenes científicos, en su talento y en su voluntad de aportar al futuro. Escuchadnos, no os defraudaremos. Y recordad que España también es un país de ciencia y de innovación”.

Luis Fernando Álvarez Gascón, del Foro Empresas Innovadoras, ha recogido el testigo para incidir en que en el futuro que se está repensando España debe convertirse en “más innovadora, más digital y más industrial”. En definitiva, en “un país que genere más talento y lo ponga a trabajar”.

Por ello, ha reclamado a la clase política un pacto de estado para crear un modelo integrador de la economía con una visión de país “innovador y emprendedor”, porque “la innovación es impacto y es conocimiento de acción” y esto se debe reflejar en los Presupuestos Generales del Estado.

En este sentido, Helena Herrero de la Fundación I+E ha recordado que la crisis por la Covid-19 “ha puesto en evidencia la importancia de la innovación y de la ciencia, y también de la tecnología”, por lo que ha instado a no perder la oportunidad de “transformar” el país y su modelo productivo, en el que “la innovación tiene un gran efecto tractor”.